Sentí los minutos desvanecerse a mi alrededor como parte de una ilusión pero nada podía preocuparme dentro de ese precioso invernadero. Luego de explorar y acariciar con dedos temblorosos toda el área de ese pequeño bosque, Samuel me invitó a sentarme en el centro donde los biólogos habían creado un pequeño claro.
Colocó nuestros alimentos sobre el césped y en silencio, disfrutando del ambiente creado por la naturaleza, comimos hasta no dejar ni una pequeña miga. Para mi fortuna, el menú de ese día era pizza vegana por lo que disfruté cada bocado como si fuera el último.
ꟷ¿Por qué elegiste ser ingeniero en sistemas? –pregunté, jugando con el césped bajo mis manos.
ꟷEl rey consideró que sería una buena idea –se encogió de hombros, restándole importancia-. Solía seguir a los guardias por los pasillos y a las salas de computadoras. Aprendía rápido y era útil.
ꟷ¿Pero no era lo que deseabas estudiar?
Una leve sonrisa curvo sus labios y luego negó con la cabeza.
ꟷCuando era pequeño quería ser parte de las fuerzas de seguridad. En ese entonces no comprendía que sólo los nobles podían aspirar a ese puesto –la sombra de un recuerdo se apoderó de sus ojos, como si el fantasma del pasado lo rondara-. Mis padres nunca me lo explicaron, supongo que les divertía o enternecía ver mis sueños y no tenían el valor de destruirlos. Claro está que no sabía que los guardias son unos idiotas presumidos, lo que descubrí en la adolescencia.
ꟷTus padres... ¿lo recuerdas?
Sentí un cosquilleo en mis labios, como si estuviese preguntando algo que no debería, algo prohibido. Y sabía que no debía, era parte de su vida y no debería acceder sin su permiso pero la curiosidad fue lo que mató al gato y en ese momento me estaba matando a mí también.
ꟷLo hago. Mi madre era una persona alegre, trabaja en una fábrica textil y solía traerme retazos de telas con las que me creaba juguetes. En ese entonces no podía permitirse gastar dinero en trivialidades –sus ojos se posaron en el suelo y los mantuvo allí por un largo instante-. Mi padre era serio, de pocas palabras pero siempre encontraba la manera de hablar conmigo. Inventaba cuentos para mí en los que siempre repetía detalles pero eran perfectos de esa manera. Murieron antes de que tuviera la edad suficiente para agradecerles.
Un profundo nudo se instaló en mi garganta, obstruyendo mis palabras y haciéndome sentir culpable por obligarlo a recordar su doloroso pasado. Nadie merecía perder a sus padres, Samuel no era la excepción, mucho menos siendo tan sólo un niño.
No podía imaginar cómo habría sido mi vida de haber perdido a mis padres a tan corta edad, probablemente no sería nada de lo soy ahora.
ꟷTú eres historiadora, ¿no?
Asentí con la cabeza, aun buscando las palabras en ese rincón de mi cerebro encargado de emitirlas.
ꟷUna profesión respetada.
ꟷEn Pangea lo era –susurré-. Aquí todos me miran como si hubiese perdido mi tiempo.
ꟷNo lo has hecho, es preciso conocer el pasado para avanzar hacia un futuro mejor.
Sonreí ante sus palabras, las mismas que mi padre solía emitir cada vez que se iba al trabajo. Parecía tan absurdo que fuera Perseo quien las dijera siendo tan distinto a mi progenitor pero compartiendo, a su vez, tantas similitudes como su innegable inteligencia y su preocupación por la justicia.
Y la verdad era que ambos tenían razón, los historiadores solíamos tener mucho trabajo pues cuando había diferencias de opiniones en el gobierno era nuestra gente la que debía elegir entre las opciones basándonos en la experiencia que los libros nos habían otorgado.
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Entropía
Science FictionEntropía: un nuevo comienzo Libro I Bilogía Génesis Maravillosa portada realizada por @Dream_is_to_Live ----- Cuando el mundo está al borde del colapso tienes dos opciones: escapas e intentas correr por tu vida, o te haces más fuerte y luchas. Aani...