Capítulo 10

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Los dos se encontraban frente a frente,uno tapándose la cara con sus manos para que el otro no pudiera ver cuan roto está.
De noche se hizo,la luna los acompañaba hasta que saliera el sol.

Jimin también quería llorar pero debía ser fuerte para que el ambiente no se pusiera más gris.

El rubio imaginaba una onda alrededor del cuerpo de Yoongi de color azul,tanto era su imaginación que él se imagino a sí mismo de color naranja.

Para él los colores tenían significado,aunque para otros fuese simplemente colores.

Todo su alrededor era gris y Yoongi lo coloreaba azul mientras una pequeña parte se salvaba, el color naranja sobrevive y quiere ayudar a azul.

Naranja es tan bondadosa que le da todo su color para que él pueda salvarse,pero tanta es la tristeza que lo acaba contagiando.

Ninguno se salva.

Jimin despertó de su imaginación,no quería que Yoongi lo contagie de tristeza,por eso debe mostrarse fuerte porque si llega a pasar,ninguno de los podrá salvar al otro.

—Eres muy fuerte,Yoongi-dice Jimin.

—¿Ahora por qué dices eso?-dijo Yoongi,sorbiendo su nariz.

—Porque lo eres -dijo el rubio, muy seguro de lo que decía.- no sé qué te pasa dentro de ti,pero lo que sí se esque eres fuerte en todos los sentidos.

—¿Y tú qué sabes de mi vida para decir si soy fuerte? Soy un débil,Jimin...-dijo Yoongi,hablando bajito.- ahora mismo no me apetece ir a casa.

El menor solo estuvo callado,atento a sus palabras ya que parecía más tranquilo.

—Mi casa por las noches es un infierno,el instituto es otro...no puedo encontrar ningún paraíso ¿Entiendes?

¿Por qué su casa es un infierno? ¿Esque hay fantasmas por eso no lo deja dormir? Pensó Jimin.

No quería indagar mucho en el tema pues seguro que el pelinegro lo mandaría a la mierda.

Él solo asintió aunque en verdad no lo comprendía.Para el rubio el centro era una forma de olvidarse de sus preocupaciones y pasarla bien,él se sentía bien cuando estaba ahí porque estaba rodeado de gente.
Pero Yoongi es todo lo contrario,no le gusta la muchedumbre,tampoco relacionarse mucho y sobre todo él quería serenidad.

Los dos querían algo pero estaba muy lejos de alcanzarlo.

Sus manos no conseguía atraparlo.

A Jimin se le ocurrió cantar alguna canción relajante pero luego se acordó de que canta mal y no quiere que se ría el mayor de su canto.
Pero no sabía cuándo el pelinegro se pondría peor,por eso se armó de valor y empezó a cantar una canción que se sabía de memoria.

Yoongi paró de limpiarse las lágrimas y escucho la voz que tenía al frente,tan armoniosa que ponía los pelos de punta.
Se concentró tanto en su voz que olvidó lo que estaba haciendo antes,tan relajante que los párpados se cerraban.
El ambiente se tornó tranquilo,pocos segundos después se levantó una brisa acariciando el pelo suavemente de los dos chicos.

El mayor estaba seguro que la voz de Jimin es tan bonita que si cantara una canción movida sonaría bonita y relajante,porque no era la canción que cantaba sino la voz.

El rubio se dió cuenta que Yoongi paró de sollozar así que él,detuvo su canto.

—Cantas muy bonito,Jimin -dijo Yoongi,finalmente lo miró.El rubio sintió un escalofrío en su espina dorsal pues la mirada de el mayor era tan sincera que daba miedo,para el menor era la primera vez que veía esa mirada.

Cristales Rotos [YM/JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora