Capítulo 17

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Los dos corrían a toda velocidad. Sus pies dolían tanto que tuvieron que parar. Miraron hacia atrás para ver si la mujer seguía ahí pero no, parece que ir por callejones y atajos fue una buena idea.
Los dos se miraron con las respiraciones agitadas y Yoongi se empezó a reír.

—¿De qué te ríes? -dijo Jimin demasiado confuso.

—No me había pasado esto nunca. -hizo una risa seca.

—Ni a mí, todo esto ha pasado por tu culpa de nuevo. -tragó saliva intentando recuperar el aire.

—No era mi culpa que su hijito estuviera durmiendo.-rodó los ojos con un tono de voz molesto.
Jimin miró su expresión y le resultó divertía la mueca de disgusto que tenía en su faz.

—¿Por qué me miras así, mocoso?-retomó el camino de vuelta a su casa.

—Guardé la carta que escribiste cuando te fuiste.-dijo de repente tomando por sorpresa al mayor.

—¿Eh? -fue lo único dijo.

—Me pareció lindo que te preocuparas por mí, por eso guardé la carta. Me gustó, quiero más cartas así. -dijo Jimin con una gran sonrisa y un leve sonrojo.
Yoongi paró su caminata por lo que el menor también. El pelinegro miró a Jimin a los ojos, observando que el otro tenía un leve sonrojo y una sonrisa de oreja a oreja. Cuando el rubio confesó eso, los latidos de Yoongi eran cada vez más rápidos y más sonoros, sintiéndose también un poco nervioso ya que nadie en su vida le había dicho eso.

¿Por qué mi corazón va tan rápido? ¿Por qué Jimin tuvo que decir aquello? Maldito mocoso... Pensó el de tez pálida.

—Ah..mm..bueno -miró al suelo porque la mirada del otro le estaba poniendo peor.

—¿Me escribirás más cartas así de bonitas? -dijo Jimin ilusionado.

El mayor se volvió a quedar sin palabras. Algún día Jimin lo mataría por culpa de su sinceridad.
El menor vio que no le contestó así que no dijo nada más al respecto. Muchas personas les gustaba y odiaba la sinceridad de Jimin pues algunas veces era positivo pero la mayoría el resultado era negativo y por eso la gente se enfada con él, pero él no entendía el por qué si siempre le decían que dijera la verdad y eso hacía.

No quedaba nada para llegar a la casa del mayor, el rubio no quería irse tan pronto a su casa además que le agrada la compañía del pelinegro aunque a veces este lo ignore o se burle de él.

—¿Me puedo quedar contigo? -sugirió Jimin con su voz dulce y suave.
Yoongi se mordió su labio inferior al escuchar esa pregunta, quería decirle "no" pero el tono de voz suyo era tan melodioso que ahora quería decir "si" pero la realidad le abofeteó su cara, hoy sus padres no trabajaban porque estaban de descanso. Llevar a Jimin a su casa no era muy buena idea que se diga, la primera razón es su padre, temía a que le dijera algo fuera de lo normal y que el otro se sintiera incómodo, luego su madre también le haría preguntas raras porque sus padres parecían unos policías interrogando al criminal.
Hoy por un día se arriesgaría así que asintió a la pregunta.

—No me hago cargo de lo que pueda pasar.

—¿Eh? ¿Qué vamos a hacer? -preguntó confuso.

—¿Nosotros? Nada, ellos son unos policías nosotros los criminales.-dijo con una sonrisa ladina.

Jimin vio esa sonrisa y se le pusieron los pelos de punta, algo malo se avecinaba, él lo sentía hasta en sus entrañas.

Cuando abrió la puerta la casa estaba en completo silencio que daba hasta miedo. Yoongi antes de entrar por completo miró a todas las habitaciones cuando una voz los sacó de sus pensamientos.

—¿Yoongi, quién es él? -dijo su madre apareciendo en el salón. Jimin vio a la madre del pelinegro, quedó sorprendido ya que eran dos gotas de agua. Se parecían tanto, su larga cabellera es tan negra como el alma del mismo diablo, sus ojos parecían los de un gato, su palidez era la misma que la de su hijo y su cuerpo delgado. Todo el que viera a madre e hijo no podían decir que Yoongi es adoptado.

La madre de el mayor miró a Jimin esperando una respuesta.

—Él es un compañero de clase. -dijo secamente.

¿Compañero? Creía que éramos amigos, Min. Pensó el menor.

—Hola señora Min, me llamo Park Jimin.

—Encantada. -dijo con una sonrisita.- pasad.
Ellos dos pasaron y fueron a la sala de estar sentándose en el cómodo sillón.

—¿Habéis comido? -dijo la mujer.

—Sí. -mintió Yoongi con ese tono de voz neutral.
La mujer asintió y se fue de allí.

—¿Yoongi, por qué has mentido a tu propia madre? -dijo  en susurros confusos.

—Pronto me dirás las gracias. Y una cosa, no digas esas palabras cursis y todo eso ¿Entendido? -dijo susurrando.

—¿Eh? No entiendo lo que quieres decir..

—Tú sígueme el rollo.
Jimin asintió y justamente entró el padre y la madre.
El menor cuando vio al padre no le gustaba lo que sentía en su interior.

—¡Hola! -dijo el padre mostrando una falsa sonrisa.- ¿Cómo estás? Soy el padre de Yoongi.

—Mm..estoy bien..-atento a los movimientos de los padres del otro, se sentaron en un sillón cada uno que estaba en frente de ellos y en el medio una mesita baja de cristal con un florero blanco y verde en el centro de la mesa.- ¡Encantado de conocerle señor Min! -dijo el rubio apresurado por haberse olvidado de los modales.

—Bueno..¿Y por qué has traído a este muchacho aquí?

—Por un trabajo.-dijo el mayor.

—¿Sobre qué?

—Sobre...-el pelinegro se quedó pensando en qué decir- la mitología griega.

—Eso es muy bonito.-opinó la mujer- si queréis os ayudo. -ofreció.

—¿Ah? No importa - dijo el menor con una risa nerviosa- nosotros nos la arreglamos.

—Park, cuéntanos algo sobre ti.-dijo el padre cambiando de tema.

—Ahora mismo no sé qué decir...

—¿Qué quieres ser de mayor? -dijo la madre.

—Aún no lo sé.

Yoongi se mantenía quieto sin decir ninguna palabra, de vez en cuando miraba al menor de reojo.

—¿No sabes nada sobre ti mismo? -dijo el padre con un tono molesto al no obtener las respuestas.

—Yo..pues no señor.-el rubio bajó la mirada.

—¿Tu color de cabello es natural o pintado?

—Es pintado, señor.-esa respuesta sorprendió a los padres.

—¿También te maquillas? -arqueó una ceja.

¿Debería contestar a esa pregunta? Pensó Park.

No contestes, por favor. Di "no". Pensó Min.

—Mm..no ¿Debería? -dijo Jimin para ver la opinión de el padre.

—¡Por supuesto que no! Todo lo que tenga que ver con el cuidado es para las mujeres.

—Pues..a mí me gusta cuidarme.-dijo casi inaudible aunque Yoongi lo escuchó e hizo una sonrisa.

A la madre le agradó el compañero de su hijo pero al padre por el simple hecho de decir que su color de cabello no era natural ya no le agradó. La señora no quería que su marido dijera la siguiente pregunta que se estaba preparando mentalmente.

—Y..¿Te gusta alguien?

Los dos menores se miraron de reojo pero con distintos pensamientos.

¿Qué respondo? Pensó Jimin.

Que asco te tengo papá..¡A ti que te importa! Pensó Yoongi.

¿Qué dirá el menor?

🍀

—11G🌈

Cristales Rotos [YM/JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora