Capítulo 10

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Nuestra noche de bodas fue un completo infierno para mí. Lo que viví no se lo deseo a ninguna mujer y menos cuando es su primera vez.

Gimo de dolor. De solo recordarlo me daba náuseas. Fue humillante, desgarrador, frustrante, asqueroso, sucio, atroz, un golpe bajo para cualquier mujer.

Me sentí impotente, sucia; me daba asco observar cómo la manoseaba después de haberme hecho suya. "De la forma más vil"

Esa noche se convirtio en mi peor pesadilla, tuve que soportar verlo cogerse con otra y a la ves conmigo toda la noche.

Mi mente repite aquella escena una y otra vez causando que mi el deseo de querer morir. Que la tierra se abrirá y me tragará de una vez.

Era un sádico pervertido, un enfermo mental. Solo así podría explicar la humillación que pasé. Nunca nadie me había hecho tanto daño en tan pocas horas. Lo peor de todo es que no podía hacer nada, me tenía en sus manos por cinco años.

¡Por Dios! cómo aguantaría cinco años con ese sádico que ahora se ha convertido en mi verdugo.

Llora desconsolada en la cama; con las sábanas envuelta en sí misma. No había dormido nada la noche anterior.

Observó a la perra esa dormir plácidamente en el pecho de él y su corazón no lo soportó se sentía desgarrador ver al hombre que amas en brazos de otra y en tu propia cara sin tu poder hacer nada., quita el brazo de Alex que reposa en su cintura en forma de posesión.

Me levantó lentamente.

Todo mi cuerpo dolía, él me había poseído de todas las formas que quiso, ahora solo quiero darme un baño y quitarme todo rastro que pueda tener mi cuerpo de él. Lloró amargamente al sentir mi corazón doler. Esta vez fue más doloroso que haberme enterado que me había enamorado solo por una apuesta.

Cuando intento ponerme de pie una mano me jala con brusquedad logrando que de mi garganta salga un gemido de dolor, pero no volteo mis ojos estaban hinchados de tanto llorar y no le daría el gusto de verme así, aun me queda mi orgullo innato.

—A donde crees que vas? -pregunta soñoliento.

—A bañarme no quiero tener rastro de ti en mi cuerpo, me das asco —, digo sincera. Era la verdad tenia asco hasta de mi misma.

—Ok. - dice simple y sin emoción.

Me suelto de su agarre y me dirijo al baño abro el grifo para que la bañera se llene y me adentro en ella cuando ya está terminada, mi cuerpo arde a sentir el contacto en mis partes íntima y cuerpo se tensa del dolor.

Mientras lloro desconsoladamente por sentirme sucia.

Lavo todo mi cuerpo con frenesí mientras pienso en como are para soportar este infierno sin darle a demostrar que me afecta.

Terminó, dejo mi cabello húmedo busco mis cosas y me pongo un bikini miniatura. Quiero dar una vuelta por la playa y tomar un poco de aire, tomo mis lentes de sol y me los pongo.

Salgo lista y los encuentro a los dos muy pegaditos desayunando. Ellos son los que parecen los recién casados y no al revés. Pasó a su alrededor sin prestarle atención abrí la puerta para irme, no soporto respirar el mismo aire que esos dos.

—A donde crees que vas? — pregunta con reproche

—Voy a la playa —, digo y salgo antes que diga algo más y me impida salir.

Caminé todo el día evitando encontrarme con él y la estúpida esa que se nota a legua que está enamorada y el muy idiota solo juega con ella. Hombres como él no se enamoran y mucho menos aman a nadie sino a ellos mismos.

La Venganza De AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora