capítulo 14

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MARATON 2/3

Al levantarme de la cama, me doy una ducha. Salgo de la habitación para bajó a desayunar como todos los días. Pero antes pasó por la recamara de Esperanza. Aún me lo prohíba no le haré caso esa niña necesita amor y esa arpía de Sarah no creo que le de amor, más bien parece que su otro objetivo es otro y no es precisamente el cuidado de una niña.

Cuando entro a su cuarto ella aún continúa durmiendo así que la le doy un beso en la frente para después salir con cuidado. Al intentar salir escucho llamarme mamá.

Pensé que estaba dormida- río mentalmente. Esa traviesa me ha engañado.

Al acercarme de nuevo hacia la niña esta grita de alegría y empieza a llamarme con devoción.

-Hola pequeña traviesa! -, esta sonríe-, me engañaste-, pongo cara de que voy a llorar y ella inmediatamente empieza a consolarme.

-No yore mami.

-Está bien no lo haré, pero con una condición-, la niña se queda mirándola sin entender y Mile sonríe-. ¿Cómo esta reina?

-Ben manmi-, las dos reímos a carcajada.

Nunca pensé que escucharla llamarme de esa manera me hiciera sentir bien.

-Que bien mi amor.

La abrazó y la apapacho un montón ya que estaría varios días sin verla. Y no creo que él me deje acercarme a ella en su presencia.

Observo mi reloj y veo que tengo el tiempo encima; hoy tengo muchos pendientes en la oficina y tengo que dejar todo resuelto antes de irme de viaje con Alex.

Alex por supuesto intento en un principio intentó prohibirme trabajar, pero no sé por permitir, eso no estaba estipulado en el contrato, además, este es mi sueño y no dejaría que también lo marchitara como lo ha estado haciendo conmigo todo este tiempo.

Me despido de mi princesa y decido ir a desayunar me ya que estoy algo tarde son las siete quince.

...

-Buenos días, señora-, saluda unas de las trabajadoras de la casa muy amablemente al verme bajar de las escaleras.

-Buenos días Isha- hago un gesto de desaprobación -les he dicho a todos que no me llamen señora no soy tan vieja y muchos menos soy inferior a ustedes.

-Disculpe-, dice apenada.

-No pasa nada. Cambiando de tema me gustaría que hoy de comida prepares esos canelones que preparaste el lunes, estaban deliciosos y se me antojan para hoy. Con unos tostones, ensalada verde...

No pude continuar porque Isha me paró de golpe.

-Sarah ya dio la orden para la comida.

Está fue la gota que derramó el vaso.

Cómo se atreve a tomar decisiones sin consultarme.

No confío en ella algo me dice que me dará más problemas de los que me ha dado ya que está se cree la dueña de la casa.

-Isha a partir de hoy Sarah no tiene autorización para disponer de nada en esta casa. No quiero volver a escuchar que ella ha dado órdenes sobre las actividades de mi casa de ninguna índole.

-Sí señora.

Entró al comedor y visualizo a la descarada de Sarah coquetear con Alex.

No la soporto.

-Buenos días-, dice Alex indiferente al verme.

-¿Qué va a desayunar la señora? - la escuchó preguntar de mala gana a la estúpida esa.

La Venganza De AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora