Capítulo 19

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Sus ojos estaban negros y lleno de ira. La ira lo consumía por dentro. Que desilusión había tenía al creer que ella cambiaría. —rió mentalmente— se esperaba cualquier cosa menos que se desquitara con ser inocente.

Mileidy se encontraba durmiendo plácidamente en la cama, como si fuese la bella durmiente al momento que Alex entro a la habitación.

La tomó por el cabello y la obligó abrir los ojos de golpe; por el dolor ejercido en su cuero cabelludo. E inmediatamente su cuerpo se tensó, pero decidió no darlo a demostrar.

—¿Qué pasa? — cuestionó confundida, al ver a su esposo. Este la arrastró fuera de la cama jalándole el cabello y tirándola al suelo con brusquedad.

Su mirada era profunda y oscura, sus cejas estaban alteradas y su mandíbula encogidas, tenía el ceño fruncido todo él irradiaba odio, rabia. Su cuerpo estaba tenso "algo no estaba bien" y lo peor de todo era que no sabía de qué la acusaba ahora con tanto fervor.

—Todavía lo preguntas—, dijo agarrándola por el cabello para ponerla de pie: mientras ella gemía de dolor, su rostro se inundó inmediatamente de un líquido salado que recorre por toda su mejilla en cuestión de segundos.

—No sé de qué me hablas — si él quería que le suplicara para soltara no lo conseguiría aún se muriera de dolor y no para de llorar no lo aria.

Estaba asustada cuando creía que tendría un poco de paz él llegaba y acababa con ella, destrozando todo a su paso. cuanto deseaba que ese contrato terminara de una vez por todas para alejarse de él para siempre.

Ya no lo soportaba más, pero lo peor de todo era verlo disfrutar, al verla sufrir.

—Te advertí que no te acercaras a mi hija sin mi presencia o a menos que te lo autorizase y no lo hiciste -la obliga a mirarlo a los ojos -no te conformaste con desobedecerme, sino que también te atreviste a maltratar a mi hija—, ella intenta decirle que nunca la ha maltratado al contrario le ha brindado todo su amor y se ha encariñado mucho con Esperanza. Esto tenia que ser obra de ella.

—No es lo que estás pensando todo ha sido una trampa...

Intenta explicarle, pero él no le permite continuar.

—No caeré en tu juego otra vez. Ahora yo haré lo mismo contigo—, dice para a continuación propinarle una bofetada tan brutal que Mileidy perdió el equilibrio, causando que se golpeara con la pared y luego chocará con la mesita de noche en la nuca perdiendo así la conciencia.

—Párate de ahí —, exige furioso—, no te creo nada, este debe de ser otros de tus teatros así que deja de actuar.

Alex al ver que no respondía continuaba inconsciente.

Verificar que no este actuando, pero ella no respondía, a su llamado, se arrodilla inmediatamente asustado, verifica que esté respirando, al confirmarlo, le levantarla su cabeza, percibe que en donde estaba reposando su cabeza está estaba inundada de un líquido rojo.

La había golpeado muy fuerte y ahora temía lo peor. No podría vivir con ese cargo de conciencia.

La tomó entre sus brazos sin importarle manchar su traje de marca, de sangre, y la recostó en la cama, llamó al mayordomo para que lo ayudara.

Él sabría qué hacer.

El mayordomo, al ver la situación se asustó en gran manera para después bajar inmediatamente a buscar el botiquín de los primeros auxilios en donde estaba el alcohol y todo lo necesario para parar la hemorragia.

Después de hacer todo el procedimiento de los primeros auxilios Mileidy no despertaba. Esto los preocupó aún más, se había pasado, no debió actual con la cabeza caliente ni conducido por la ira que sentía, al enterarse del maltrató de su pequeña.

La Venganza De AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora