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El ruido de la ducha comenzó a hacerse cada vez más fuerte, jugaba con mis dedos de lo ansiosa que estaba. Por fin podría besarle por horas, pensaba si era lo correcto o debía esperar.

Bufé y dejé caer mi cuerpo en el colchón y aventé la diadema por algún rincón de mi habitación. Estaba fatigada de Hyunjin. Siempre tratando de marcar su territorio conmigo, pero cuándo estábamos con Nayeon me ignoraba lo más posible. Era su juguete, pero él también era el mío y no podía quejarme.

Me levanté y fui hacia mi armario, tomé la pijama de seda rosa y la dejé en mi cama. Solamente estaba esperando, y no tardó mucho en que la ducha ya no se escuchara. Me puse de espaldas hacia la puerta del baño y cuando oí que Jisung apretó el interruptor para apagar la luz, bajé el cierre de mi vestido. Escuché como giraba la perilla y al momento que se abrió la puerta, dejé caer el vestido rojo, dejándome en descubierto. Solamente la ropa interior blanca que cubría lo más interesante.

—Hmm... —musitó Jisung.

Sonreí y me giré hacia él. Su inocente acción de bajar la mirada se me hizo de lo más tierna.

—Estaba vistiendome –dije mientras me acercaba a él— Lo lamento.

—Está... Está bien, yo... Esperaré en el baño.

Hizo ademán de querer irse y lo tomé de la muñeca.

—No me importa, puedes quedarte aquí en lo que voy por ropa para ti. ¿Si? Promete que no huirás.

Asintió aún con la cabeza abajo y fui a la habitación de Chris. Agradecía que no estaba en casa y rogaba que volviera hasta mañana. Tomé una camisa holgada y unos pantalones, volví a mi habitación y Jisung estaba mirando las fotos de la pared.

—No son tan bonitas esas fotos, debería quitarlas.

Su mirada se posó en mi y trago al verme, sonreí y evitó una vez más mi acción.

—¿Es tu novio?

Reí y me acerqué a él.

—Es mi hermano, Han. —puse la ropa en su pecho— Fue lo único que encontré.

—Está bien, gracias.

—Puedes vestirte aquí, ¿o prefieres que me voltee para no verte? —dije burlona.

Asintió así sin más y sonreí dándome la vuelta. Pasaron pocos segundos hasta que dejó caer su toalla que rodeaba su cintura y tomó el pantalón. Aproveché a que estaba distraído agachado y me giré para verle por completo.

—Pensé... Pensé que te voltearías.

—No dije que iba a hacerlo por mucho, ¿o sí?

Me acerqué hasta dónde estaba él y me miró.

Tomé su mentón entre mis dedos y me puse de puntillas para poder alcanzarle y besarle.

Su cuerpo se tenso, se hizo hacia atrás y lo seguí con mis labios aún sobre los de él. Su cuerpo chocó con la pared.

Pasé mis manos por sus brazos hasta llegar a su nuca. Lo atraje más hacia mi y accedió dejando que mi lengua explorara su cavidad. Sus labios comenzaron a moverse torpemente pero se sentía de maravilla.

Sus manos tomaron tímidamente mi cintura y me apego hacia él.

Se sentía como el paraíso.

Su respiración estaba agitada al igual que la mía y estábamos tan concentrados en uno al otro que no escuchamos el cómo abrían la puerta principal.

Escuché pasos cerca de mi habitación y el pánico no tardó en entrar a mi sistema.

—¿Interrumpo algo? —dijo burlón Chris.

Han al percatarse de la presencia de mi hermano, se alejó de mí.

Tapé mi cuerpo con una bata que estaba cerca y miré avergonzada a Chan.

—Tranquilos, sólo no hagan mucho ruido, estoy cansado. —sonrió y pude ver el leve tono rojizo en las mejillas de Jisung, apostaba que estaba igual o peor que él— Descansen.

Me sentía tan avergonzada y no sabía la razón, si era por Han o por mi hermano.

Suspiré y tome la pijama para después encerrarme en el baño y vestirme con rapidez.

—Arruinan todo. —musité.

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HEAVEN¹ | HAN JISUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora