❝ Corrompes todo de mí, me haces pecar, haces que te mire con la ropa tan pegada que llevas puesta, me besas de una forma tan cruel, y después de eso, ¿no sientes ni una pizca de culpa ante dios? ❞
Han Jisung era el niñito raro del colegio, pues p...
Sentía que iba a vomitar, mis piernas flaqueaban ante ella después de años sin verla, y es que no pensé que fuera ella y sin foto en el currículum nunca me hubiera pasado por la cabeza que ella volviera a mi vida.
Todos tienen un pasado y por más que lo quieras olvidar siempre será tu presente.
Recordé la vez que se había ido de Corea por su gran amor, y por ello me dejó, se fue dejándome un gran vacío y en horas de tristeza, pero claro, la superé gracias a Hyunjin. Nuevamente.
Su cabello ahora era largo, de un color naranja, vestía de unos pantalones azul claro y una polera negra.
Su sonrisa ante mí hacía later de nuevo mi corazón y me sentía muy confundida en estos momentos.
Ella había sido mi primer beso con una chica, Sana.
Había sido mi novia por tres meses.
—¿Qué haces aquí? —pregunté con un temblor en mi voz.
Ella se encogió de hombros y rió.
—Estaba realmente mal en Japón, y me interné aquí, pero no pensé verte de vuelta. Pero me gusta verte otra vez.
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—¡¿Es enserio?! ¡¿Me engañas?! —reprochó Lara para después reír— Que decepción HyeRi.
—Tranquilízate Lara, solo fue un beso entre ustedes y estaban ebrias, no cuenta.
—Era joda, Clarice. Ni en pedo aceptaría una relación con ella, soy hetero.
Clarice rió a carcajadas y se tiró de nuevo en la cama.
Yo seguía mordiendo mis uñas sin tener la más mínima idea de que hacer. Todo estaba tan bien en mi vida y de un momento a otro se revolvió.
—¿Qué hago?
—No lo sé, no creo que ella siga sintiendo algo por ti, además ya pasaron muchos años y duraron muy poco. No creo que pase algo.
La madre superiora se hizo ver en la habitación y las tres nos levantamos de la cama.
—¡Nam HyeRi! ¡Deberías estar con Sana, y ustedes dos vayan a hacer sus deberes antes de que a todas las mande al sótano!
Las tres salimos corriendo de la habitación y nos separamos al bajar las escaleras, corrí por el pasillo y justo cuando iba a dar vuelta para bajar unas escaleras más ya había chocado con el cuerpo de Kim, si no hubiera sido porque me agarró, hubiera caído.
—¿A dónde vas con tanta prisa?
Me separé de él y aclaré mi garganta, miré hacia ambos lados para asegurarme de que nadie estuviera. Arreglé mi vestimenta y lo miré.
—Iba a donde la chica nueva.
—Sí ya la vi, está sentada leyendo la biblia en las banquetas. Es lindo su cabello, ¿no crees? —sonrió.
