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—Esto no es posible.

—Créame directora, ambos se estaban besando y ella estaba semidesnuda, encima del escritorio.

Golpeó el escritorio y se levantó de su silla, en verdad estaba muy molesta.

—De ti no me sorprende HyeRi pero ¿de ti Jisung?

—No fue culpa de Han, de echo, ni siquiera estábamos haciendo algo malo Directora, solamente... —piensa en algo pedazo de estúpida— Sólo yo provoqué a Jisung y él me dijo que no.

—¿Te dijo que no besándote? ¿O cómo? Porqué nada de eso tiene sentido Nam.

—¡Es que no estábamos haciendo nada mal-!

—Yo la busqué... —interrumpió Han— Yo la besé y yo le saqué la polera.

—Es una decepción oír eso de su parte joven Han, pero sabe las reglas y las consecuencias que conlleva esto y por lo tanto, tendré que hablar con su madre respecto a esto.

—¡Eso es injusto, él no hizo nada de lo que acaba de decir!

—Señorita, nadie le pidió que hablara, y por supuesto Han jamás mentiría sobre algo así. Y en su caso llamaré a su hermano para que sepa lo que ha hecho y estará suspendida por tres días.

—Pues para salvarme yo creo que sí, con todo respeto Directora él no hizo nada de eso además no tiene nada de malo un beso, cómo si usted no hubiera besado algún día y si es así pues que vergüenza tener los labios vírgenes a los cincuenta.

—¡Señorita Nam!

—No tiene que llamar a la madre de Han ni a mi hermano por que a ellos últimadamente no les tiene que importar lo que hagamos o no ni a usted tampoco debería de meterse en donde no la llaman.

—¡De acuerdo, eso es todo HyeRi! Llamaré a tu hermano, ve por tus cosas, estás expulsada.

—¡De acuerdo, eso es todo HyeRi! Llamaré a tu hermano, ve por tus cosas, estás expulsada

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—¡Esto es increíble Hye! Tu único deber es comportarte aquí, no te pido más. Sabes lo que pasará cuando mamá se entere y eso era justo lo que no queríamos, ¿y ahora qué?

—Fue su culpa, no estaba haciendo nada.

—¡Hye, te encontraron con Han! ¡Semidesnuda! ¿Qué crees que iban a pensar? ¿Que estaban jugando a las escondidas? No me jodas.

Durante años no había visto a Christopher molestarse de esa manera, incluso durante ese tiempo jamás me había hablado de esa manera. Y para ser sincera, estaba arrepentida. He decepcionado a Chris, porque me va y me viene lo que digan mis padres, pero Bang era mi único amigo sincero, lo era todo para mí.

 He decepcionado a Chris, porque me va y me viene lo que digan mis padres, pero Bang era mi único amigo sincero, lo era todo para mí

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—Ella viene mañana, será mejor que ordenes tus cosas.

—Pudiste haberlo negado todo, pero no, se lo pusiste todo tan fácil.

—De cualquier manera ella se hubiera enterado HyeRi, y lo sabes, no podemos ocultarle nada.

—¿Y qué pasará conmigo? Ese lugar es horrible y lo sabes de sobra.

—Tendrás que resistir, hasta que pueda arreglar las cosas en el colegio para que vuelvas.

—¿Qué pasará con Han?

—Él estará bien, igual, no te vas por mucho tiempo, descuida.

Bufé ante sus palabras, tomé una chaqueta y salí de casa.

En el cielo se escuchaban truenos anunciando la gran tormenta que estaba tan cerca.

Una gota, dos gotas, tres... La llovizna no se hizo esperar y rompió en llanto.

Y yo no estaba preocupada en apresurar mi paso, quería que el camino fuera largo para así poder mentalizarme y más bien prepararme para el horror. ¿Cómo carajos le iba a decir que me iba de Seúl?

Tan cerca que estuve de por fin tenerlo a mi disposición, pero eso no era tan importante ahora, ya que quería lanzarme hacia sus brazos y pedirle un solo beso. Sentir esos labios con sabor miel y sentir ese cuerpo que tanto deseaba.

Esto ya no podía esperar.

Yo ya no podía esperar.

Y estaba segura, que él tampoco quería perder más el tiempo.

Al llegar a su casa, tomé una piedra pequeña, inspeccioné la casa por fuera, el agua chorreando y las ventanas ensuciando van

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Al llegar a su casa, tomé una piedra pequeña, inspeccioné la casa por fuera, el agua chorreando y las ventanas ensuciando van. Hasta que visualice unas cortinas azul marino, y telescopio. Bueno, no fue tan difícil.

Aventé la primera piedra a esa ventana, esperando que el ruido de la lluvia no amortiguara el golpe de la piedra.

Oh Romeo, Romeo. ¿Dónde estás que no te veo?

Segunda piedra, nada...

Oh amado mío, ¿enserio harás que espere a tu llegada?

Tercera piedra... Mi última esperanza.

La cortina de color azul se removió un poco más, el ventanal subió y con ello un hermoso rostro se asomó.

—¿HyeRi? ¿Qué estás haciendo aquí? —dijo a susurros.

—¿Vienes o no? —sonreí.

No esperé mucho, cerró su ventana y podría jurar que se estaba colocando una chaqueta y corría por las escaleras.

Cinco minutos después, lo vi, su cabello ya estaba humedecido y de sus labios caían gotas.

—¿Qué sucede?

Tomé su mano con fina delicadeza, y lo llevé a mi casa de nueva cuenta, pero agh, Chris estaba ahí...

Y el automóvil también.

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HEAVEN¹ | HAN JISUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora