❝ Corrompes todo de mí, me haces pecar, haces que te mire con la ropa tan pegada que llevas puesta, me besas de una forma tan cruel, y después de eso, ¿no sientes ni una pizca de culpa ante dios? ❞
Han Jisung era el niñito raro del colegio, pues p...
Besé sus labios mientras él seguía acariciando mi cintura.
Realmente no había nada que perdonar, ambos estábamos cometiendo errores que muy bien lo sabíamos, yo tenía tantos errores, y podría jurar que tenía más que él.
Mis errores, quizá, es amarlo. No lo sé, ¿en verdad esto era un error? ¿El amar a una persona y vivir con él? Había escuchado tantas veces que es muy diferente convivir con la persona que amas, a vivir con ella. Se decía, que cuando viven juntos, todo se derrumba, pero nunca creí en eso.
Esperaba en verdad que lo nuestro funcionara.
No quería amar por costumbre, sino porque realmente quería sentirlo.
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Había pasado el tiempo y el vivir con él no era tan fácil como parecía.
Seguí revisando mi correo para ver si tenía alguna respuesta positiva a mi entrada a la universidad.
Estaba tan ansiosa por entrar, pero a la vez no porque no era la universidad que quería Han. Él quería que estuviéramos juntos, en la universidad de Seúl. Pero, aunque yo quería estar con él, no quería esa universidad por la mala reputación que tenía Yeji ahí. Así que elegí la universidad de Itaewon, claramente eso no lo sabía Jisung, pues primero quería ver en que universidad me aceptaban, pero tenía que decirle pronto.
Jisung, tienes un nuevo mensaje de Mindy.
Una nueva ventanilla se abrió en el computador, dejando ver la red social de Han.
Aclaré mi garganta y pensaba en abrirlo. Pero no lo hice.
Seguí mirando mi correo, ya era hora de que llegaran y aún no lo hacían.
Me sobresalte cuando escuché la puerta principal abrirse. Cerré mi correo y abrí un pequeño juego.
—Hola. —dijo cortante.
Suspiré en respuesta. Él pasó su mano por mis hombros en vez de un beso en los labios como solía hacer antes.
Miré a Jisung, quién estaba revisando el correo. Su saco lo había dejado en el mármol de la cocina, miré como aflojaba su corbata y suspiró mientras ponía su cabello de lado.
—¿Cómo te fue en el trabajo?
—Bien, hay mucho quehacer, ¿sabes?
Jisung había conseguido un buen empleo en unas grandes oficinas, y había llegado más tarde de lo normal.
—¿Ya llegó tu correo de la universidad?
—No, al parecer no quieren que vaya ahí. —respondí burlona.