Descontrol

340 21 26
                                    

En cuanto salgo del baño veo al nuevo camarero limpiándose el pantalón como si le fuera la vida en ello.

-No te preocupes por la mancha. El batido sale bien de ese tipo de tela.- Le digo viendo como me mira algo cortado.- Eres nuevo ¿verdad?

-Si. Solo llevo dos días.

-Vaya. Entonces no te agobies por lo de antes.

-No lo hago.- Dice sorprendiéndome por el orgullo con el que lo dice aunque no puedo evitar reirme un poco.

-¿Puedo hacerte otra pregunta?- le digo sintiendo una repentina curiosidad por él.

-Bueno...- dice con cierta desconfianza.

-¿Te has mudado de otra ciudad?

-Si.

-Entonces no conoceras a nadie ¿no?- Él niega con la cabeza y sonrío extrañamente emocionado.- Si quieres puedo enseñarte la ciudad.- Ver como abre los ojos realmente sorprendido me agrada.

-No quiero molestar... tus amigos...

-No te preocupes por ellos. Son buena gente. Seguro que les gustas.- Le digo acercándome más a él.- Me llamo Kurosaki Nova.

-Tensa.- Dice algo cortado.

-Encantado Tensa. ¿Cuándo terminas tu turno?

-A las cuatro.

-Pasaré a buscarte y te enseñaré la ciudad.

-Vale.

***Haruka***

Me acerco a la barra para devolver el spray que me habían dejado para quitar la mancha y tengo que aguantar que de nuevo el camarero que hay allí se disculpe. En serio, solo ha sido un batido. Si hubiera sido algo caliente, comprendería tanto drama, pero por un batido. Ademas, ese chico se ha llevado la peor parte. Casi se ha bañado y su cara de horror ha sido tal que ni siquiera he podido gritarle por el susto y la rabia.

Cuando me giro para volver a mi mesa siento un ligero escalofrío a la vez que un aroma a eucaliptos me hace estremecer. Es un olor fuerte y potente que llega incluso a marearme un poco pero que por extraño que parezca, me enciende por completo. ¿Qué coño pasa conmigo? Entonces, como si supiera exactamente de donde proviene todas estas sensaciones me vuelvo y lo veo. Sentado. Al final de la barra. Como casi siempre. Ese gigante de horrenda cara y un solo ojo, pequeño y oscuro fijo en mí. Casi puedo sentirlo recorriéndome el cuerpo. Es como si la distancia entre nosotros no existiera y, aunque sé que siempre he sentido una extraña y morbosa atracción por él, también hay repulsión y miedo.

-¿Qué, ligando con el yakuza?- Me dice Ulquiorra cuando tomo asiento de nuevo.

-¿No te cansas de decir tonterías?- Le digo molesto a pesar de que un ligero calor me sube a la cara.- Además, no es un yakuza.

-Ahora no, pero lo fue.

-Hace mucho. Tambien estuvo en la cárcel. Todo eso ya lo sé.

-Lo que no comprendo es como un hombre como él, con su pasado y su... físico, es dueño de una cafetería como esta.

-¿Quién sabe?- Digo mirando de reojo y comprobando que no nos está mirando.- Puede que tuviera un momento de iluminación y decidiera cambiar el rumbo de su vida.

-Pues no me imagino que pudo originar ese cambio en alguien como él.- Añade Ulquiorra justo cuando Nova vuelve.

***Ulquiorra***

-No sé porque te has ofrecido a enseñarle la ciudad.- Le digo a Nova mientras caminamos de vuelta a la universidad.- Es época de exámenes. Tendrias que aprovechar el tiempo libre que tienes para estudiar.

Nuevo Mundo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora