Nuevo Mundo (Omegaverse)

Decisión definitiva

-Creo que eso sería la solución.- Dice Sen mientras no deja de dar vueltas por la habitación de Byakuya.

-Byakuya no esta en condiciones de tener a las niñas aquí todo el día. ¿Y si se ponen a llorar? Necesitaría a alguien que estuviera con ellas, que las atendiera y...

-Yo lo haré.- Dice totalmente convencido.- De verdad Sou nii. Creo que Byakuya necesita tenerlas cerca, sentirlas, saber que lo necesitan. Estoy seguro de que ellas harán que cualquier pena o dolor desaparezca.

-No sabemos como afecta lo de la marca a una persona. Yhwach me ha dicho que es como una muerte lenta y agonizante del omega. Muy pocos lo superan sin ayuda de otro alfa.

-¿Insinuas que quieres que Yhwach lo marque?

-No. Jamás le desaría eso a Byakuya, pero... si Renji se la quitó para ayudarlo con su mal estar... puede que pueda marcarlo de nuevo.

-¿Y si no se la quitó por eso?- Dice mirándome con resentimiento. Se nota que ahora mide a todos los alfas por el odio que le tiene a Zangetsu.

-Renji lo amaba. No veo como o porque haya podido hacer eso sin tener una buena excusa. Estoy seguro de que cuando aparezca...

-Tu lo has dicho. Si aparece. Nadie lo ha visto en dos días. Ni siquiera en la comisaría y eso ya es demasiado raro.

-¿Qué insinuas?

-No insinuo nada, pero tenemos que pensar en todas las posibilidades... ¿y si hubiera sufrido un accidente?- Dice haciendo que me tape la boca para acallar un nuevo jadeo.

-No. Eso no puede haber pasado. Renji... no. El destino no puede ser tan cruel con nuestro hermano.

-¿Pero sí conmigo?- Dice mirándome dolido.

-No quise decir eso.

-Ya.- Dice yendo hacia la puerta.- Voy a ver como están las niñas. Si su estado es bueno, haré que las suban a primera hora.- Dice clavándome la mirada sin dejar posibilidad a reproches.- Deben estar con su madre y Byakuya, debe estar con ellas. No podemos tenerlo sedado eternamente por evitar que sepa la verdad.

***Mugetsu***

Siento como me tiemblan las manos a medida que deslizo los dedos por la piel desnuda de Nova. Su ropa, va cayendo, una tras otra al suelo mientras mis ojos no pueden dejar de repasar su palida piel. Es increíblemente perfecto y eso me aterra.

Es cierto que he estado con omegas. No es la primera vez que lo hago, pero nunca fue porque me gustara alguien o porque tuviera pareja. Simplemente, lo hacía por pasar mi celo. Mi padre se ocupaba de traerme omegas de pago, para que no me volviera loco con el celo, pero esto... esto no tiene comparación. Los nervios, el deseo, la excitación, no pueden compararse a lo que he sentido hasta ahora.

-Si quieres... puedo dejarme algo de ropa.- Dice con un ligero sonrojo cuando me quedo mirando su vientre abultado.

-No.- Le digo acariciando su rostro y acercándome para besarlo.- Eres precioso, Nova. Me vuelves loco de deseo.

-Soy tuyo, Mugetsu.- Dice haciendo que un ligero gruñido brote de mi garganta. Nunca antes había sentido la necesidad de dejar salir parte de mi alfa interior, pero Nova hace que quiera ser un buen alfa. El mejor para él.

***Nova***

Todo el cuerpo se me estremece ante ese gutural gruñido y cuando me besa de manera algo más dominante, jadeo por la nariz por el placer que siento al ser dominado por fin por Mugetsu. No es como la otra vez. Mi deseo o mi necesidad no tiene nada que ver con la locura del celo. Esto es mas... profundo. Sé lo que siento por él y sé que él es mi persona destinada. Siempre lo había pensado, pero nunca había sentido una conexión real con nadie... hasta Mugetsu.