Nuevo Mundo (Omegaverse)

Relativa normalidad

Sonrio cuando el pequeñajo que estaba revisando comienza a hacerse pipi mojándonos en parte a mi y a su madre, aunque a Jugram no parece hacerle tanta gracia como a mi.

-Esto es normal.- Le digo mientras le ayudo a cambiarlo.- Por cierto, el padre del pequeño...

-Aun no lo conoce.- Dice con cierta preocupación.

-Deduzco que no es tu pareja.- Digo al ver que no esta marcado.

-No. La verdad es que nuestra relación es un poco...

Justo en ese momento la puerta se abre y veo entrar a Yhwach con cara de pocos amigos aunque en cuanto sus ojos me miran, sonríe como siempre. A su espalda veo a Zangetsu que entra y se situa de brazos cruzados junto a la puerta. No puedo evitar sentir cierto calor en mi interior ante su mirada. Sí, es como si estuviera marcando su territorio y con territorio, me refiero a mi.

-¿Qué haces aquí?- Le digo adelantándome para evitar que se acerque a Jugram.- ¿Es que no conoces la palabra respeto ajeno?

-Por supuesto que la conozco, soy una persona tremendamente respetuosa. Por eso mismo, pienso respetarte hasta que des a luz a mi nieto.- Me susurra acercándose peligrosamente y con esa mirada, oscurecida por el deseo. Veo como Zangetsu se mueve a su espalda con intenciones homicidas, pero lo miro negando cuando me aparto de Yhwach.

-Me respetaras mucho más que eso, Yhwach, porque he dedicido aceptar a Zangetsu como mi alfa y mi pareja.- Veo como entrecierra los ojos y es suficiente para saber que eso no le ha gustado.- Y por tus insinuaciones, he de suponer que liberaras a mi hermano de tu marca ¿no? Despues de todo, si sigues pensando en otros omegas, no creo que sea porque tienes planeada una vida de fidelidad y dedicación a mi hermano.

-Eso es algo entre nosotros.- Dice apartándose por fin de mi y mirando a Jugram.- Oe, rubio. La maternidad te sienta bien.

-Jugram, el bebe está sano y es precioso. Si necesitas algo en lo referente a él, estare encantado de atenderlo. Y si esto te molesta, -digo haciendo clara alusión a Yhwach.- llama a seguridad.

Me alejo acercándome a Zangetsu que me mira con la clara incognita de si estoy bien. Suspiro y le sonrío.

-Creo que nos merecemos un descanso. Te invito a un té.

Justo cuando abro la puerta y vamos a salir escucho a mi espalda como Yhwach habla demasiado fuerte.

-¿Pero que es esto?- Me doy la vuelta y veo como se aleja de la cuna del niño mirando sorprendido a Jugram, el cual lo esta mirando de forma totalmente inexpresiva.

-Es un bebe. ¿Qué esperabas encontrar al asomarte a la cuna?

-Ya sé que es un bebe, pero... es... es... muy moreno...- dice casi con horror.

Yo tambien me sorprendi cuando vi que la piel del niño era de un tono tostado bastante llamativo y tambien pude comprobar que sus facciones no son precisamente asiáticas.

-¿Es que ahora eres racista?

-¿Racista? No, claro que no, pero... se suponía...

-¿Qué?¿Que el bebe era tuyo?- Ahora si que puedo ver cierto disfrute en el rostro de Jugram y por extraño que parezca, ni Zan ni yo nos hemos movido ni un centímetro para no perdernos esta escena.

-Por supuesto que pensaba que era mio. Pasaste tu celo conmigo. ¡Follamos como conejos!

-¿En serio creiste que solo follé contigo cuando entre en celo? Me decepcionas Yhwach.- Dice Jugram incorporándose para coger al bebe y mirarlo con admiración.- Si algo tuve claro desde el primer día que te conocí, es que ambos somos iguales.- Veo como afila su verde mirada e, inevitablemente sonrio cuando menciona las siguientes palabras.- Ambos somos promiscuos, Yhwach. Y ninguno pensamos cambiar.