A la tercera va la vencida

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Sé que tal vez este cometiendo un gran error, pero no puedo evitar desear que Yhwach siga besándome como lo está haciendo. Hemos bebido algo antes de salir a dar una vuelta pero, en cuanto nos hemos metido en su coche... ha sido como un arrebato incontrolable. Una parte de mi mente me grita que me aleje. Es mi empleado, además de alguien a quien apenas conozco y que no me da nada de confianza pero, todo mi cuerpo está en llamas y sus besos solo hacen avivarlas de una forma tan intensa que apenas tengo capacidad para pensar en nada que no sea su lengua jugando en el interior de mi boca o sus manos masajeándome la polla por la abertura de mis pantalones.

-Ah... ah...

-Eso es precioso... déjame escuchar tus gemidos...- Sus ojos me miran con tanta intensidad que siento que nadie me ha mirado así en toda mi vida... bueno, tal vez el hombre del super...

-Ah...- Un sonoro gemido se me escapa cuando me corro salpicando parte del coche y la ropa de mi acompañante. El se aparta suavemente mientras no deja de mirarme a la vez que se lame los dedos impregnados de mi semen. Eso solo me pone de nuevo al limite de mi aguante.- No sé que me ha pasado...- Digo sintiendo como de nuevo el dolor de mi bajo vientre aumenta.

-Simplemente lo que tenía que pasar.- Dice arrancando su coche y trayéndome a la realidad.

-¿A dónde vamos?

-¿A dónde sino? A mi casa.- Dice mirándome con tanta intensidad y malicia que quiero gritar y salir corriendo, pero lo único que puedo hacer es jadear y desear que me corrompa.

***Yhwach***

Llegamos a la casa que aun comparto con Urahara justo cuando los dolores del celo aumentan. Saco a Soujun del coche tomándolo en brazos y besándolo para acallar sus quejidos y reemplazarlos por ahogados gemidos de deseo.

Me sorprende no encontrarme al rubio en la casa, pero no me paro a pensar donde ha podido ir. Mejor para mi. Asi no tendré que soportar sus miradas veladas por lo que estoy haciendo. Sé que nadie me comprende pero estos hombres... son mi obsesion...

-Coyo... te san...- Jadea cuando lo suelto en la cama.- Necesito... ¡Ah! Me duele demasiado... tengo que ir al hos...

-Lo que necesitas, lo tienes justo delante de ti, precioso.- Le digo viendo como se le abren los ojos al ver mi polla liberada.

-No...- Jadea mirándome a los ojos.

-Si.- Le digo alzando una ceja de manera complaciente a la vez que me acerco y voy tirando de sus ropas.

Él se resiste un poco, pero en cuanto consigo meterle un par de dedos en su dilatado agujero, su cuerpo se paraliza, temblando por el placer y la necesidad a la vez que sus ojos se cierran y su boca se abre para gemir de placer. Varias lagrimas muestran la disconformidad de parte de su subconsciente pero ahora mismo, en cuando he logrado atraerlo a mi mundo de placer... esa pequeña parte en su interior, ha sido vencida, arrollada por el celo que ya lo domina. Esta noche, Kuchiki Soujun, será completamente mio.

***Stark***

Llamo de nuevo al móvil de Tensa, pero me salta el buzon de voz. Esto no me gusta nada. Ayer estuvo a nada de entrar en celo y hoy, cuando llego del trabajo, no lo encuentro. No me gusta. Esto no me gusta ¡joder! Para colmo de males, siento que yo tambien estoy entrando en celo. Mierda. No contaba con entrar tan pronto, pero supongo que la cercanía de Tensa rozando su celo y todos los malditos omegas entrando en celo a la vez, me tienen totalmente descontrolado. Por suerte, he comprando unas cuantas cajas de condones por si se me va la cabeza.

No es mi primer celo y la verdad es que, en nuestro mundo, lo solucionaba pagando algún beta gay que se dejara encular durante los días que duraba mi celo. Esa es otra. Nunca me dura lo mismo. He llegado a estar de solo un día hasta casi una semana.

Nuevo Mundo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora