Llamada de omega

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Jadeo cuando siento como de nuevo me da una subida de temperatura que hace que mi entrepierna comience a endurecerse. ¿Es que voy a entrar en celo? No. Eso no es posible aunque, por otro lado, no tengo ni idea de como funciona lo del celo ni cuando se supone que deba venirme de nuevo. Mierda. Encima hoy precisamente, no he tomado un taxi para volver a casa sino que he tenido la brillante idea de volver en metro.

Siento como el corazón me bombea fuertemente en el pecho y puedo escuchar a un niño decirle a su madre que huele a pastel de cereza. Ese es mi aroma de omega y creo que el niño no es el único que puede olerlo, por como algunos hombres me miran de reojo. Seguro que son alfas y mis feromonas no les están pasando desapercibidas. Joder, tengo que llegar a casa lo antes posible.

Por suerte, el subidón se me pasa al poco y respiro mas aliviado mientras alejo a los posibles pretendientes con una mirada que más sería de mi hermano Byakuya que mia propia. Tengo que hablar con alguien sobre la posibilidad de que este entrando en celo, pero ¿a quien le pregunto? Obviamente si se lo digo a Yhwach, no solo me contestaría sino que sé que se ofrecería a pasarlo conmigo. Mmmmm... los recuerdos de mi ultimo celo me asaltan de nuevo y tengo que detenerme en la calle para tomar aire e intentar controlar un nuevo subidon. Definitivamente esto no es normal.

¿Y si es cierto?¿Y si estoy a punto de entrar en un nuevo celo? Sería mi oportunidad para volver a engendrar vida y...

Mi mente no puede evitar viajar hasta uno de los momentos más intimos y ardientes que vivi con Zan. Dias antes de su fatídico asalto. Como deseaba que hubiera sido él quien me asaltara en mi celo. Como deseaba haber sido poseído por su cuerpo, besado por sus labios e inseminado por su esencia en lugar de la de su padre. Como deseé que el niño que esperaba fuera de él y no de Yhwach. Tal vez por eso nunca llego a nacer. Tal vez yo fui tan culpable como él en que mi embarazo se malograra o... No. No puedo seguir pensando en eso. Lo que sucedió fue... fue terrible y ni siquiera sé como puedo estar replanteándome mis sentimientos por el hombre que terminó con mi felicidad, pero... pero... no puedo evitar sentirlo en mi interior, a mi alrededor como si fuera mi fiel guardian. Zan. Él está tan cerca que es como si pudiera sentirlo conmigo. En mi. Es confuso y no quiero dejarme arrastrar por las senaciones que me transmite la marca, pero es como si supiera que todo lo que me dice es cierto. Nunca quiso hacerme daño. Nunca quiso deshacerse de mi bebe aunque su instinto se lo gritara. Puede que sea cierto que sus sentimientos por mi son parecidos a los que no he podido eliminar de mi interior, pero ¿Qué hago? Yo simplemente no puedo olvidar lo que sucedió. Solo con imaginarme estar de nuevo con él...

-Ah...- En cuanto la imagen de Zan sobre mi, dominándome y penetrándome de forma dura y concisa me asalta, tengo que apoyarme contra la pared a la vez que siento como mi ropa interior comienza a humedecerse.- Ah... ah...

***Yhwach***

Miro el rejol de mi despacho y sonrio comprobando que casi es la hora de terminar mi turno. Sin duda hoy ha sido un dia de los que hacía tiempo que no tenía y la cosa... solo ha hecho empezar. Me siento renacer ante mi nueva situación marital. Tan solo saber que Byakuya es mi nuevo omega me hace tiritar de placer.

A pesar de encontrarlo primero cuando entro en celo, solo pude disfrutarlo un par de horas antes de que apareciera ese pelirrojo y lo arruinara todo. Esta vez se a quien me enfrento. Conozco a Byakuya y tambien a ese pelirrojo estúpido y creo que me será mas fácil de lo que habría cabido imaginar, el hacerme con lo que tanto he deseado.

Me asomo a la habitación donde han ingresado a Byakuya y me lo encuentro de pie, junto a la ventana. Lleva puesto el camisón del hospital lo cual deja ver parte de su espalda desnuda.

-¿Qué haces aquí?- Dice sin tan solo mirarme.

-¿Vaya, ya eres capaz de sentirme cerca?- Veo como se gira mirándome de forma fría, tal y como hacía cuando lo conocí y eso me obliga a sonreir ligeramente.

Nuevo Mundo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora