Lucha contra lo imposible

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Me gusta. Su sabor, su calor, la forma en que su boca se abre para acloparse a la mia, como sus manos acarician mi rostro, cuello o espalda. No sé cuanto hace desde que sentí esto por ultima vez, esta tranquilidad envuelta en fuego, este ardor que me insta a querer más y más, esta sensación de estar totalmente envuelto por lo que deseo.

Abro la boca más para intentar que mi lengua entre más en su boca a la vez que la suya la roza y aprieta contra mi paladar. Chocolate. Todo huele a chocolate y eso me excita tanto que siento que voy a explotar. Puedo sentir como su cuerpo me atrapa contra la pared, como sus manos me toman por los muslos alzándome para situarse entre mis piernas abiertas, expuestas y deseosas.

No puedo evitar romper el beso para respirar y gemir a la vez que siento como su dura entrepierna está contra mi húmedo sexo. Me siento tan mojado y tan abierto que la desesperación solo hace aumentar tan dolorosamente que me hace tirar fuertemente de sus cabellos para que sus ojos conecten con los mios.

-Bya... kuya... deberíamos...

-Hazlo Ren... ji...- Veo sus ojos brillar, pero a la vez, una sutil arruga en su entrecejo me molesta.

No. No quiero que se lo piense. No quiero pensarlo yo tampoco. No quiero recordar el porque ya no estamos juntos, ni el porque ahora tengo la marca de otro alfa en mi cuello, ni porque debería detener toda esta locura ahora mismo. Tan solo quiero dejarme llevar. Quiero deshacerme de mi yo verdadero y volver a ser el yo que quiero ser. El yo que le pertenecia a él por mucho que difiera de mi yo habitual.

-Byakuya... esto no es lo que deseas.- Me dice apoyando su frente contra la mia aunque su cuerpo no deja de moverse de forma lenta e instintiva contra mi sudoroso cuerpo. Le alzo la vista y puedo ver como en sus ojos oscuros hay un brillo de suplica que me molesta tanto que por un instante quiero golpearlo.

-¡Ah!- El dolor me hace doblarme un poco quedado en sus brazos, apoyado en su cuello.- Duele... ah...

-Lo se.- Dice tomando mi peso por completo contra la pared.- Querría hacer algo, pero...

-¡Pues hazlo maldita sea!¿O es que preferes salir corriendo a satisfacer a tu omega?- Mi voz ni siquiera suena como si fuera mia. Esta rasgada por el llanto de un dolor que va más allá de lo físico.

-No querría estar en ningún otro lado.- Susurra antes de volver a besarme lentamente. Tan lentamente que es inevitable que su sabor me inunde y haga que me corra a la vez que clavo mis uñas en su espalda.

***Renji***

Los besos de Byakuya son totalmente desesperados. Sus manos tiran de mis ropas con tanta fuerza que he escuchado alguna costura desgarrarse, pero lo comprendo. Su aroma, tan dulce e intensificado me hace desear arrancarle el yukata aquí mismo, hacerlo girones y pulverizarlo, aunque por lo humeda que puedo sentir mi propia ropa, sé que no tiene nada debajo de él.

No hay duda, Byakuya esta en celo y, tal como sucedió la ultima vez, me está arrastrando a un nivel de excitación y deseo que no pudeo controlar. Lo amo. Lo quiero tanto que sentirlo así de desesoso y ansioso por mi me turba demasiado y no me deja pensar con claridad. En mi mente, solo un pensamiento se repite una y otra vez: "quiero estar dentro de él".

-Ah... - Abro la boca jadeando en cuanto siento como Byakuya me muerde en cuello, fuertemente. Se que no me va a marcar como podría hacer yo, si no estuviera marcado por ese malnacido, pero el dolor me hace comprender la desesperación que siente.

-Dime lo que deseas...- Le susurro sobre los labios mirándolo en la corta distancia.

-A ti.- susurra haciendo que mi polla esté a punto de explotar.- Te ne... cesito a... ti, Renji.

Nuevo Mundo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora