Liberación

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Miro perplejo la pantalla del televisor y ni siquiera me percato del corte que me he hecho al aplastar con mi mano el vaso con Bourbon que me estaba tomando.

"-Le pasamos la palabra al ministro Urahara Kisuke, director del nuevo ministerio alfa-omega.

-Gracias señorita. Como bien ha dicho el primer ministro, la nueva situación con los denominados alfas y omegas, ha sobrepasado las capacidades que el gobierno tenía hasta este momento. Con este paquete de medidas legales, solo estamos uniéndonos a otros países del mundo que han optado por la protección del más débil. Esa es la principal labor de este ministerio. Por ello, intentaré hacer mi trabajo de la forma más fiel a lo que este ministerio significa."

-¡Será bastardo el muy...!

-¿Ocurre algo?- La voz de Sen me hace carraspear intentando retomar mi compostura aunque, después de lo que acabo de escuchar... ese maldito Urahara me la ha jugado pero bien.- Oh, te has cortado en la mano.- Dice pasándome un paño que toma de la cocina.-¿Qué demonios estabas haciendo?

-Nada.- Le digo apagando la televisión para evitar que sepa mas de la cuenta.

Si Urahara piensa ponerme limites, que lo intente. No era famoso en nuestra dimensión por seguir las reglas, precisamente.

-Pues para ser "nada" parecías a punto de explotar.- Dice mirándome con el ceño fruncido.

-Si. Puede que me alterase mas de la cuenta.- Digo mirando el corte.- ¿Me ayudas con esto?- Le digo suspirando e imitando cansancio y decaimiento.

La línea Kuchiki tiene que ser una demasiado especial. No por nada, son realmente serviciales y confiados. Ademas, no saben negar ayuda al prójimo y eso, me conviene. Tal vez podría comenzar mi plan de caza con este Kuchiki antes de que a mi hijo le entren las ansias por recuperarlo. Y más después de haber escuchado alguna de esas malditas leyes alfa-omega que parecen estar hechas a mi medida. Precisamente para cortarme todas las alas que había extendido. ¿Cómo pude ser tan confiado? Pense que ese maldito bastardo se conformaría con dominar la industria farmacéutica de los alfa-omegas. Pero veo que lo subestimé.

-Esto va a escocer.- Dice justo cuando me echa un chorreon de alcohol sobre el corte. El dolor es automatico y siseo intentando no mostrar demasiado aunque, supongo que un poco de mi sufrimiento es suficiente para hacerle torcer una ligera sonrisa de satisfacción. Joder, como se parece a su hermano aunque, sin duda, Byakuya es el mejor de los cuatro.

-Parece que lo estas disfrutando.

-¿Por quien me tomas?- Dice de forma poco convincente.- Tal vez un poco.

-Supongo que me lo merezco ¿no?

-No has sido el mejor hombre que conozco la verdad.- Dice terminando de vendarme.

-Pero tampoco soy el peor.- Le digo con toda la intención y eso lo molesta haciendo que se levante al momento. Lo sostengo de la mano y lo detengo poniéndome a su espalda. Paso mis manos por sus brazos hasta llevarlos a su vientre. El aspira profundo y aguanta la respiración, pero no me dice nada.- Yo podría devolvértelo. Piensalo. Tener vida de nuevo aquí adentro.

Tras unos segundos se remueve y se aleja sin decir nada. Mmmm, creo que está a punto de caramelo, pero no puedo dejar que se me escape. Tengo que comenzar a mover mis piezas. Quería darle algo más de tiempo para recuperarse, pero tampoco sería la primera vez que un omega se queda en estado nada mas dar a luz a un cachorro. Si consigo que entre en celo antes de final de semana, podría estar preñado para principios de año. Si. Año nuevo... cachorro nuevo...

***Byakuya***

Me echo agua en la cara e intento que mi corazón se tranquilice un poco. No lo entiendo. Yo, nunca fui alguien sentimental, ni que se dejara dominar por las emociones de este modo y sin embargo, no lo puedo controlar. Este momento debería ser el mas feliz de mi vida, pero a pesar de que Renji ha vuelto y aceptado a las niñas como si fueran suyas, a pesar de que por fin vamos a formar la familia que tanto deseo, es como si nada de eso fuera suficiente para mi herido corazón.

Nuevo Mundo (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora