Destello Platinado ~Víctor Nikiforov y tú~

Ataduras

Luego de desayunar, hice la misma rutina de el día anterior con Chris, ya era la hora de irnos.

No había visto a Víctor en la mañana, lo cual me tenía mal, quería decirle que hablé con Yuri y, al parecer, había cambiado de opinión respecto a su retiro. Chris me dijo que lo ayudara con su coreografía, menos vería a Víctor.

Al rato después, debí dejar a Chris con su entrenador, caminé por los pasillos, recordando lo que pasó el día de ayer con Víctor, sonreí y me sonrojé un poco.

Me encontré con Yurio en el camino, se veía muy bien con su traje, tenía el cabello atado.

--Que elegante te ves, Yurio-le sonreí-el rojo te queda bien-sus mejillas se sonrojaron un poco.

--Me verás ganar el día de hoy con este traje-dijo seguro de sí mismo-espero no despegues la vista de mi presentación.

--Claro que no-detrás de él, pude ver a Víctor pasando con Yuri, necesitaba hablar con él-debo hablar con Víctor, nos vemos luego-corrí hacia él, sin que Yuri me viera.

--____, buenos días-dijo con una sonrisa triste, no me gustaba verlo así.

--Víctor, hablé con Yuri-su rostro cambió totalmente a uno de esperanza-no debes preocuparte, ahora todo está bien-le sonreí y pude ver alivio en él.

--Muchas gracias, en serio-me abrazó, me tensé por un segundo pero también lo rodeé con mis brazos, necesitaba aprovechar estos últimos días con él, para poder irme tranquila.

--No es nada...-sentí un dolor en el pecho, sabía que tenía que separarme de él y no quería, mis ojos comenzaron a cristalizarse-Víctor, yo...-me aguanté las lágrimas-tengo que irme-dije pensando que pasado mañana estaría camino a Roma, sin embargo, él aún no lo sabía.

--Oh, claro-se separó de mí con una sonrisa-nos vemos después-fue tras Yuri y yo quedé ahí, pensando.

¿Quién va tras de mí?. Sabía que no recibiría respuesta a esa pregunta así que decidí ir a sentarme para ver las presentaciones que comenzarían en unos minutos.

No quiero irme...era lo único que decía en mi cabeza. No podía quedarme en Barcelona ni en ningún otro lado, ni con nadie, había cortado mis raíces y ya, con 19 años, no las podía echar a la tierra. Me liberé de ellas hace 3 años, a estas las consideraba ataduras, y ahora estoy sembrando unas nuevas, las cuales no sé con qué regar, tampoco sé si debo dejar que crezcan. Mi cabeza es un revoltijo. Por primera vez, quería quedarme en un lugar, quería estar con alguien y eso era imposible, mis ataduras, aunque quisiera cuidarlas, se pudririan poco a poco.

Apoyé mis codos en mis piernas y oculté mi rostro en mis manos, las lágrimas comenzaron a correr solas y no las podía detener.

¿Qué raíces debo dejar crecer?.

Mis pensamientos se interrumpieron cuando alguien se sentó al lado mío, limpié mis lágrimas y miré, era una linda chica, de piel morena, pelo negro y unos ojos color violeta, era muy linda.

--¿Por qué lloras?-me preguntó, su voz era muy dulce, miré hacia el frente, buscándolo entre la gente que estaba ahí abajo.

--Encontré a alguien que me gusta después de años, pero no lo puedo amar, no si quiero mantener a un amigo-mis ojos pesaban, y las luces hacían que no pudiera ver.

--Vaya, ¿Cuál es el problema con tu amigo?.

--Está enamorado del mismo chico que yo, mi amigo...es el primero en 3 años, no lo quiero perder-subí mis piernas al asiento y las abracé.

--¿Creés que no podrás tener más amigos en la vida?.

--Lo dudo...-oculté mi rostro entre las piernas, ella se puso de pie.

--Me presento, soy Sara Crispono, un gusto conocerte-extendió su mano hacia mi y yo la recibí-ahora tienes una nueva amiga-dijo con una sonrisa, le sonreí de igual forma.

--Soy ____ Giacometti, es un gusto conocerte.

Y en ese momento, sentí cómo echaba más raíces en la tierra, una nueva atadura. Hace mucho tiempo no tenía amigos, pensé que con Yuri la cosa terminaría ahí, pero conocí a Yurio, me acerqué aún más a mi hermano, conocí a Sara y lo conocí a él, a Víctor.

¿Qué son estas ganas de querer atarme a algo nuevamente?

La competencia empezó con JJ, sin embargo, Sara y yo no le prestamos atención, le conté a Sara todos mis problemas y ella me contó los suyos, la verdad, me hacía falta una amiga.

La competencia se puso interesante cuando Yuri salió al hielo, sin embargo, no lo miré a él, miré al entrenador. Víctor no despegaba la vista de Yuri, pude ver en su rostro que estaba orgulloso de lo que había logrado con él.

--Sara, yo...-dije sin despegar la vista de él-debo bajar.

--Luego seguimos hablando-dijo con una sonrisa, le respondí de la misma forma. Bajé lo más rápido que pude, pero los entrevistadores no me daban paso. Cuando llegué abajo, a Yuri y Víctor le estaban tomando fotografías, ambos se veían felices, él había conseguido la puntuación más alta y superó un récord mundial, debían estarlo. Solo pude sonreír y acercarme a felicitar a mi amigo.

--Yuri-dije manteniendo mi sonrisa, esperando que no se viera fingida-felicidades-me acerqué y le di un abrazo.

--Muchas gracias, ____-podía escuchar la felicidad en su voz, lo abracé más fuerte-gracias por todo, si no fuera por ti, no hubiera seguido patinando-poco a poco mis ojos se cubrieron de pequeñas lágrimas, oculté mi rostro en su cuello.

--Te debo mucho, Yuri, eres el primer amigo en muchos años, prometo que no te dejaré por nada, ni por nadie-mi vista se dirigió a Víctor, que estaba detrás de nosotros, su rostro ahora era serio.

--Vamos a sentarnos, ahora saldrá Chris-dijo emocionado.

--Me quedaré aquí, esperaré a que salga para felicitarlo como se debe-dije separandome.

--Entonces, te esperaré arriba-dejó el lugar con una sonrisa.

Eres mi primera atadura, Yuri...