Destello Platinado ~Víctor Nikiforov y tú~

Pasado

Subí al ascensor, me faltaba el aire, pero mi semblante era normal, o eso veía en el espejo. Salí del ascensor y fui a la habitación, abrí lentamente y entré.

--¿____, eres tú?-escuchaba la voz de mi hermano a lo lejos, me deslicé por la puerta hasta llegar al suelo, donde las lágrimas salían sin control-¿____, estás bien?-no pude responder al rostro preocupado de mi hermano y gemidos de dolor comenzaron a salir desde lo más profundo de mi pecho, Chris seguía hablando pero ya no lo escuchaba, solo solté un par de palabras.

--Duele...-puse mi mano en mi pecho, al lado izquierdo-duele aquí-más lágrimas salieron de mis ojos, Chris me abrazó y me llevó a la cama, para que pudiera descansar.

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Por minutos me quedé pensando frente al mar qué hacer, mi bloqueo mental no me dejaba pensar y el cortocircuito me impidía actuar. Mi pecho dolía, tenía un nudo en la garganta y mi cabeza daba vueltas, no quería que se fuera de mi lado.

Estaba decidido en hacer que se quedara conmigo, hacer que cambiara de opinión. Corrí a su habitación, la espera del ascensor me pareció eterna, decidí subir las escaleras, al estar frente a su puerta, di unos toques.

--¿Víctor, qué nece...-interrumpí a Chris, necesitaba hablar con ella ahora.

--¿Está ____? Necesito hablar con ella.

--Ella está durmiendo-miré a sus espaldas y pude ver la silueta de ____ en su cama-¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito-con pesar acepté, de todas formas, ella no me escucharía ahora.

Fuimos al restaurante del hotel en silencio, al llegar, nos dirigimos al bar directamente, pedí lo de siempre, un buen vino.

--¿Sabes?-dijo Chris, moviendo su copa-es la segunda vez que ella llega así a la habitación, no sé qué le pasa-sus ojos verdes se perdían en el líquido color rojo-son 3 años que no la veo, Víctor, no sé qué hacer-tomé el valor que necesitaba para decirle lo que sentía por ella, estaba listo.

--Chris, yo...-pero él me interrumpió.

--Solo sé que no quiero verla nunca más en ese estado-esas palabras erizaron mi piel, todo el valor se convirtió en arrepentimiento, me arrepentía de hacerla sentir así.

--Tranquilo-le sonreí con pesadez, esperaba que se viera como una sonrisa normal-seguro que todo volverá a la normalidad mañana.

Sabía que ella mañana se iría y no nos volveríamos a ver, todo volvería a la normalidad cuando nos dejemos de ver.

Así será...

Seguimos hablando por horas, hasta que Chris se sintió mejor y decidió irse a su habitación, en cambio yo, pedí otra copa de vino.

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Me había despertado, sentía un dolor de cabeza horrible y los ojos hinchados, la habitación estaba iluminada, miré a mi alrededor y vi a Chris sentado en la cama, mirándome.

--Buenas noches...-dije sentandome en la cama, él suspiró.

--¿Harás como si nada pasó?-mi corazón comenzó a latir un poco más rápido.

--Chris, yo...-me interrumpió.

--Es la segunda vez que llegas así a la habitación, ____, no esperes que crea que no pasa nada-suspiré.

--Lo siento, Chris-agaché la mirada-supongo que mientras menos personas sepan esto, será mejor para todos-él suspiró.

--No te presionaré para que me cuentes, es tu decisión.

--Gracias...-levanté la mirada.

--Sin embargo-se levantó de la cama y comenzó a caminar por la habitación-he escuchado por ahí que mañana te vas a Roma, ¿Es cierto?-asentí con la cabeza-¿Cuándo planeabas contarme?.

--Hoy en la tarde, cuando llegara a la habitación-suspiré-pero no llegué en las mejores condiciones-él suspiró también, supongo que ahora viene un sermón.

--Pensé que ya te habías cansado de viajar y que ahora volverías a Suiza conmigo-mi piel se erizó, el solo hecho de considerar esa idea me daba mal sabor de boca.

--Planeo nunca volver a Suiza, Chris-dije mirando a la nada-es un lugar que planeo borrar de mi mapa.

--¿Qué pasa que no quieres volver, ____?-comencé a sentir frío-¿Es por la muerte de nuestros padres?-mi cuerpo había comenzado a sudar-¿O es por todo lo que pasó con tus amigos?-por instinto, me levanté de la cama, él dio un paso hacia atrás.

--Yo no les hice nada-dije mirando el mismo punto fijo de hace unos minutos-los lazos...se cortaron solos-él suspiró.

--____, relájate-se acercó a mi y me sentó en la cama, él se sentó al lado mío-nada de eso fue tu culpa, ¿Está bien?-asentí con la cabeza lentamente, reviviendo lo que pasó aquel día-será mejor que duermas, mañana tienes que salir temprano-se levantó de la cama y yo me acosté.

Apagó las luces y yo quedé ahí, ahogandome con mis propios recuerdos.

Recuerdo aquel día como si hubiera sido ayer, no hay hora, minuto, ni segundo que no piense en ello...

"--¿Estás loco?-me alejé de él lentamente, sintiendo miedo.

--Ellos recibirán su merecido, ____, como tú lo querías-dijo acercándose lentamente hacia mí.

--¡Yo no quería esto!-tomé las llaves de la motocicleta de Jonas y corrí en busca de esa camioneta, que iba con los frenos cortados.

Llovía, el piso estaba muy resbaladizo y la motocicleta no andaba adecuadamente, el miedo y la adrenalina corría por todo mi cuerpo, debía encontrarlos.

Iban a un restaurante, uno al que siempre íbamos para celebrar algo importante, sin embargo, esta vez yo no estaba invitada. Logré ver la vieja camioneta, de por sí, ya andaba mal.

--¡Chicos!-grité, esperanzada de que pudieran escucharme, pero la lluvia apagaba mis gritos. La motocicleta comenzaba a fallar, ya no podía acelerar más. Un camión se acercaba a ellos, trataban de frenar, pero no podían, lo último que vi de ellos fue el impacto del camión contra esa vieja camioneta"

Me había despertado de golpe, sudando frío y con el corazón que se me salía del pecho, mi respiración estaba totalmente acelerada, era algo que no podía controlar.

No quiero volver a ese pasado...