Destello Platinado ~Víctor Nikiforov y tú~

Despedida II

Aproveché sacarle fotografías, él no entendía porqué, pero adoraba las cámaras. Tenía muchos recuerdo de él en mi celular, de alguna manera, quiero seguir atada a él. El sol se estaba ocultando, aún le quedaba como una hora hasta desaparecer.

--Creo que ya es hora de irnos-dijo Víctor-mañana será un día pesado-dijo con una sonrisa.

Un día pesado...

--Claro...-le sonreí, mientras por dentro me caía a pedazos, comenzamos a caminar en silencio hasta el hotel, no quería que esto terminara así, tampoco ahora.

Le tomé la mano, me hacía falta, él volteó y me sonrió, yo me sonrojé un poco y seguimos caminando. No quería llorar, no ahora. Ya podía ver el hotel a pocas cuadras y tenía que despedirme en pocos minutos, frente a la puerta del hotel, me detuve.

--¿Qué sucede?-volteó a mirarme, yo miraba la unión de nuestras manos.

No quiero soltarte...

--Víctor, yo...-mis palabras fueron interrumpidas, él soltó mi mano rápidamente y sentí el viento helado en ella.

--¡Víctor, ____!-dijo Yuri saludando con la mano mientras se acercaba a nosotros-te estaba buscando, ____-dijo con una sonrisa, podía ver detrás de esa sonrisa algo de dolor.

--Yuri...-dije en un susurro.

--Quería verte antes de que terminara el día, ya me sentía mejor-seguía manteniendo esa sonrisa triste, y yo era la única que me daba cuenta.

--Bueno, los dejaré solos-dijo Víctor alejándose hacia el hotel, sentía cómo se desprendía lentamente.

--Oye, ____, vamos a caminar-Yuri caminó en dirección contraria y lo seguí-te debo una salida-caminamos por la costa, el sol cada vez estaba más próximo a ocultarse.

El silencio era cómodo, cada uno tenía sus propias cosas en qué pensar, pero aún así, las ataduras se apretaban cada vez más.

--Yuri, deberíamos volver al hotel, no me siento bien...-dije sintiendo que en cualquier momento lloraría.

--Está bien-comenzamos a caminar, una cuadra antes de llegar, hablé.

--Mañana me voy a Roma-él volteó, sorprendido.

--¿Ro...Roma?-asentí con la cabeza-eso es bueno, ____, conocerás más cosas nuevas de las que ya conoces, será...-lo interrumpí.

--No te mentiré, Yuri-miré hacia el mar, sabiendo que era la última vez que lo vería desde aquí con Yuri-no sé cuando volvamos a vernos-suspiré-¿Alguna vez te preguntaste...por qué no usaba mi teléfono constantemente? O... ¿Por qué no hablaba con nadie por teléfono?-miré hacia el suelo mientras mis lágrimas caían-es porque no tengo a nadie con quién hablar-lo miré y sonreí-eres mi primer amigo en 3 años, pero...no me puedo atar a las personas.

--____...-comenzaron a correr lágrimas por sus mejillas en su rostro sin expresión.

--Yuri, yo...-me interrumpió.

--Dijiste...dijiste que no me dejarías-las lágrimas corrían descontroladamente-por nada ni por nadie-lo miré sorprendida-dijiste que era tu primer amigo, ¿¡Por qué quieres tirar esto a la basura!?.

--No quiero...-volvió a interrumpirme.

--¿No quieres qué, ____? ¿No quieres tener amigos?.

--No quiero lastimar a nadie más...-lo abracé, no podía más-lo siento, Yuri, pero no puedo, no quiero hacerte daño.

--Me haces más daño dejándome sólo.

No quería separarme de él, lo quería mucho, pero si seguía cerca de él y los demás, le terminaría haciendo un daño enorme y eso no es lo que quería.

--En serio Yuri, no...-me interrumpió otra vez.

--Por favor...no dejes esto hasta aquí, te demostraré...te demostraré que puedes tener amigos-me abrazó más fuerte-sigamos en contacto, juntémonos las veces que puedas, pero por favor, no me dejes.

--Tranquilo, Yuri...-suspiré-no te dejaré-y esas ataduras, apretaron aún más que otras veces, sentía cómo corría sangre a través de ellas. Sabía que nada sería como ahora.

Continuamos caminando, hablando de qué haría en Italia.

--¿Me comprarías algo para el recuerdo?-me reí.

--Claro que sí, no hay problema-le sonreí.

--Y...y...¿Cuándo volveremos a vernos?-era como hablar con un niño pequeño, pero aún así, me causaba gracia.

--No lo sé, tengo que irme mañana a Roma primero para saber qué hacer después.

--¿Te irás a Roma?.

Cuando había dado por terminada la sección de despedidas emotivas, apareció él, con su rostro desconcertado y ojos sorprendidos.

--¿Vi...Víctor?-su rostro demostraba un millón de cosas que no podía descifrar.

--Yuri, esperame en la habitación, por favor.

--Pero...-lo interrumpió.

--Ahora-él asintió con la cabeza y se fue hacia el hotel.

Adiós, Yuri.

--¿Qué...qué pasó?-mi corazón palpitaba, tenía miedo.

Por favor, no lo hagas más difícil, Víctor.

                          ~~~~~~~~

Al escuchar que se iría a Roma el día de mañana, mi cuerpo y mente se desconectaron, hicieron un tipo de cortocircuito del cual no podría recuperarme pronto.

--Te irás...-dije aún sin comprender la situación.

--Claro que sí, Víctor, debo seguir mi vida cotidiana.

--¿Y cuál es tu vida cotidiana? ¿Viajar sin tener ningún lugar a dónde llegar, nadie que te espere, sin necesitar a nadie?-de mis ojos brotaron lágrimas que no podía controlar.

--Sí...-agachó su mirada-esa es mi vida y es muy tarde para cambiarla.

--Puedes cambiarla-me acerqué a ella y la abracé, no quería soltarla, no quería dejarla ir, quería que se quedara a mi lado-ven conmigo, vamos juntos a Rusia, verás que podrás cambiar tu vida, te ayudaré a cambiar tu vida, lo que sea necesario para que te quedes conmigo-se separó un poco de mi, sin soltar el agarre de mis brazos en su cintura, con su mano acarició delicadamente mi rostro y sonrió.

--Nada me encantaría más...-su voz se fue quebrando poco a poco hasta que de sus ojos salieron lágrimas-pero no puedo fallarle a Yuri-se soltó de mi agarre y volteó-prefiero fallar a la única persona que sufrirá en silencio.

--¿Y quién es esa persona?-volteó a mirarme, con una sonrisa que me rompió el alma, una sonrisa donde pude ver todos sus pesares.

--Yo-su sonrisa se hizo cada vez más triste y sus lágrimas más abundantes,se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla-hasta pronto, Víctor, fue un gusto.

Se alejó lentamente, dejandome a mi solo con los últimos rayos del sol.

Esta no será nuestra despedida , ____...