Bar vacío

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2 meses después...

Cada día es una tortura, cada vuelo en el que me subía y él no estaba esperándome en el bar es un martirio y cada segundo que no podía estar junto a él es un suplicio.

Habían pasado 2 meses y no había escuchado nada de él, ni en las noticias ni en periódicos se asomaba su nombre. Esperaba una señal, algo que me dijera que él estaba bien para poder estar tranquila, pero en la sección de deportes su aparición era nula.

Y nuevamente estaba en el bar de un avión, esperando que este estuviera repleto de su elegancia junto a su copa de vino. Y nuevamente, volví a equivocarme en mis estúpidas fantasías.

"Pasajeros, favor de tomar asiento y ajustar su cinturón, estamos prontos a aterrizar, por su atención y preferencia, muchas gracias."

Suspiré pesadamente, pagué lo que debía por mi martini y me dirigí a mi asiento, mirando hacia la ventana.

Otro vuelo perdido...

Cuando el vuelo aterrizó en Dinamarca, me dirigí al mesón para comprar el pasaje a mi siguiente destino.

--Buenos días, ¿En qué le puedo ayudar?

--Quiero comprar un pasaje a...-miré un mapa que estaba detrás de la chica, para elegir el país y ciudad-a Inglaterra, Londres.

--Está bien-anotó cosas en su computadora luego de pedirme mis datos-el día jueves 5 a las 12:30 de la tarde hay uno, ¿Le agrada?-asentí con la cabeza.

Era dentro de tres días, podría disfrutar de los atractivos de Dinamarca hasta entonces.

~~~~~~~~

--Víctor, no debes perder la esperanza-la voz de Yurio al otro lado de la línea intentaba alentarme a seguir cuando estaba a punto de tirar la toalla.

--No lo sé...-suspiré-la temporada comienza dentro de 8 meses, debo comenzar a practicar las coreografías que ya tengo hechas y entrenar a Yuri-él suspiró.

--Al menos, haz el último vuelo.

--Estoy aburrido de aviones-suspiré, agotado de todo esto.

--¿Es Víctor?-la voz de Yuri a lo lejos me sorprendió-¿Nuevamente se quiere rendir?-sentí cómo el teléfono pasó de una mano a otra.

--¡Oye, maldito cerdo! ¡Estoy hablando con él!.

--Escucha, Víctor, prometiste que harías feliz a mi amiga, así que no me falles a mi, mucho menos a ella, ¿Está claro?.

--S...sí-dije con algo de miedo, nunca lo había escuchado con tanta determinación.

--Muy bien, ahora compra tu siguiente pasaje-colgó la llamada, alejé el celular de mi oreja sorprendido y sonreí.

Ya no eres el mismo Yuri que conocí.

Me senté en la cama y encendí la computadora, compraría mi siguiente pasaje como dijo Yuri. Pensando en las alternativas y descartando otras, había decidido que esta vez iría a Londres. Había vuelos muy extensos desde donde yo estaba, otros muy costosos, pero uno había llamado mi atención, solo haría una escala en Dinamarca.

Saldría de Australia el miércoles, el jueves 5 debería estar en Dinamarca para abordar el avión a Londres a las 12:30. No era tan pesado el viaje, suspiré.

Espero que este sea el bueno...

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3 días después...

El periódico seguía sin pronunciar su nombre ni publicar una foto suya, eso al menos me dejaría tranquila sabiendo que está bien. Al buscar su nombre en Internet aparecían noticias de hace meses, la más reciente era el anuncio de su retorno.

Tomé mi celular y, como siempre, solo tenía 2 mensajes, el de Sara y Yurio. Extrañaba a Víctor, pero aún así, Yuri me hacía mucha falta. Suspiré.

Espero me perdones algún día, Yuri...

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Mi vuelo a Dinamarca se había atrasado unos minutos, rápidamente me bajé y escuché el anuncio para abordar mi vuelo a Londres.

---Señor Nikiforov, justo a tiempo-revisó mis papeles y luego me los entregó-que tenga un buen vuelo.

--Muchas gracias-tranquilamente caminé por el pasillo hacia el avión, relajado por no haberlo perdido.

Busqué mi asiento y esperé a que despegara para ir directamente al bar. Tenía la esperanza de encontrarla ahí en alguno de todos los vuelos que he tomado, como la vez que nos conocimos.

" --Sirveme tu mejor vino, si no es molestia-dije sentandome en una silla bastante agotado.

Una chica frente mi había levantado su mirada para observarme, era realmente hermosa, pude ver que sus ojos eran de un hermoso color pardo y su cabello castaño, vestía un short y una camiseta, algo raro sabiendo que este vuelo se dirige a Japón en época de frío.

Miré su copa, un martini doble con hielo, algo fuerte.

--Creo que no ha sido un buen día para ti-dije moviendo la copa de vino entre mis dedos, sin dejar de observarla.

--¿Tú crees?-pasó su copa por su cabeza y reí, ambos teníamos el mismo nivel de estrés.

--Me llamo Víctor, un gusto conocerte-le di un sorbo a mi copa.

--____, el gusto es mío-acercó su copa a la mía y delicadamente las hicimos sonar-salud-dijo bebiendo todo lo que quedaba en su copa.

____...lindo nombre."

Suspiré al recordar eso, ansiaba que eso se volviera a repetir. Al mirar a mi alrededor, el avión ya estaba en el aire, supuse que hace varios minutos ya lo había hecho, pero me perdí en mis recuerdos. Me puse de pie para ir al bar, rogando que estuviera ahí.

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Rápidamente me puse de pie cuando el avión ya estaba en el aire, me dirigí al bar con esa vaga esperanza que mantenía hace 2 meses.

Pedí lo de siempre desde que me fui de Japón, un buen vino. Los minutos pasaron y seguía siendo la única persona en el lugar, solté un suspiro.

Algo en mi decía que algún día lo encontraría aquí, que estaría esperándome como yo lo he esperado por meses. Pero eso seguía siendo una loca fantasía, algo que ocurriría solo en mi mente y de ahí no saldría al mundo real. Mi pecho dolía, pero esta vez, no eran las ataduras que Yuri había plantado ahí.

Al terminar mi copa de vino, que era lo más cerca que estaría de él, me di por vencida. Me puse de pie para dirigirme a mi asiento, cansada de la situación.

--Deme un mar...-su boca había dejado de emitir palabras y mis piernas comenzaron a debilitarse.

Volteé y él venía entrando al bar, se quedó parado ahí, mirándome, al igual que yo.

Al fin llenaste este bar vacío, Víctor...

Destello Platinado ~Víctor Nikiforov y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora