Un año después...
Había pasado un año desde que Víctor y yo nos habíamos encontrado en Londres, y 10 meses desde que somos pareja.
No se la dejé tan fácil...dije mirando por la ventana del avión mientras reía bajo. Miré a mi otro lado, donde Víctor tenía su cabeza apoyada en mi hombro, durmiendo plácidamente, sonreí.
Habían pasado muchas cosas este año, el retorno de Víctor fue todo un éxito, volvió a ganar el oro en el Grand Prix con rutinas que había hecho pensando en mi, eso fue lo que le dijo a toda la prensa, me sonrojé un poco al recordar eso.
Con respecto a Yuri; Víctor, Makkachin y yo vamos a Japón cada dos meses, la relación con el pelinegro no podía ir mejor al igual que con Yurio y Sara, los cuales me apoyaron bastante en el proceso de recuperar mi relación con el japonés. Ya no tenía miedo de tener amigos.
Comencé a estudiar en una universidad en Rusia y empecé a trabajar en una cafetería para poder pagarla, aún así, Víctor y Chris me ayudaban con los gastos. Cuando descubrí lo que realmente quería hacer con mi vida y que estaba estable en Rusia, estaba feliz, pero aún faltaba algo. Suspiré.
Aún faltan cosas por hacer...
Estaba nerviosa, el vuelo aterrizará en Suiza en cualquier momento, hace casi 5 años que no venía aquí. Tenía un ciclo que cerrar aún, pensé que todo estaba bien desde hace un año, pero las pesadillas que tenía por las noches me dejaba claro que no era así. Y no quería seguir despertando a Víctor, llegaba muy cansado a casa después de las prácticas.
Maravillosamente y sin mi aprobación, Víctor tomó unas vacaciones y compró 2 vuelos a Suiza, él lo único que sabía es que tenía problemas aquí y quería que los solucionara, por mi bien. No le había contado la historia, a nadie realmente, solo sabía mi hermano y Víctor no me presionaba para que se lo contara, sabía que era un tema delicado.
Cuando el avión aterrizó, fuimos por las maletas. Chris nos estaba esperando en la entrada del aeropuerto, me abrazó fuertemente, habían pasado cerca de 2 años sin vernos y, además, nos encontrábamos en nuestro país natal.
Ya era de noche, nos quedamos en la casa de Chris por el día y nos fuimos a dormir luego de una buena cena, pero yo no pude pegar ojo en toda la noche y Víctor me acompañó despierto por todas esas horas, sin dejar de hablarme para que no me sintiera sola. Realmente agradecía todo lo que hacía por mi.
--Víctor...-dije en un susurro y él respondió abrazando más fuerte mi cintura-mañana...quiero ir al cementerio.
--Claro, no hay problema-dejó un beso en mi espalda-iremos donde tú quieras-volteé para quedar frente a frente con él, a pesar de su rostro cansado, me recibió con una linda sonrisa.
--Víctor...-dije abrazándolo y él correspondió.
--¿Sí?.
--Te amo...-oculté mi rostro en su pecho, sentí los latidos de su corazón, que aún se aceleraban cuando le decía esas palabras, al igual que los míos.
--Yo te amo mucho más-esta vez, dejó un beso en mi cabeza, me separé un poco de él para darle un beso en los labios.
--Gracias por todo-le sonreí.
Seguimos hablando de cualquier cosa hasta que se nos hizo de mañana, decidimos levantarnos para ir temprano al lugar que había evitado por años. Luego de desayunar, salimos de la casa de mi hermano.
Compré dos ramos de rosas, unas rojas y unas blancas, recordaba cuales eran las preferencias. Comenzamos a caminar de la mano, según las indicaciones de Chris, por el cementerio, él había venido varias veces después del funeral de nuestros padres. Cuando encontramos las lápidas, mi cuerpo se tensó un poco y Víctor lo notó, apretó mi mano más fuerte, para que supiera que estaba ahí, con él, y que recibiría todo su apoyo.
--Tranquila.
Su tierna sonrisa logró calmar mi cuerpo, un suspiro escapó de mi boca y solté la mano de Víctor para arrodillarme frente ellos, dejando las rosas blancas entre ambos.
--Mamá, recuerdo que te gustaban las rosas blancas, espero te gusten estas-agaché mi vista-papá, sé que debes estar enojado conmigo por todas las malas decisiones que tomé después de su muerte, pero tranquilo...-Víctor apoyó su mano en mi hombro, lo miré y le sonreí-ahora tengo a un hombre a mi lado que me ama y me cuida-me puse de pie, volví a agachar la cabeza, avergonzada por todo, tomé la mano del ruso que estaba a mi lado-lamento...no haber venido antes a verlos, prometo venir más seguido-levanté la mirada y les sonreí, de algún lado ellos me miraban-prometo que seré un orgullo para ambos-limpié las pocas lágrimas que caían de mi ojos-los extraño mucho-Víctor apretó mi mano, sabía que era un momento difícil-los amo a ambos.
Luego de mirar las tumbas de mis padres por última vez, seguimos caminando. Ahora venía el momento más difícil, que no se comparaba con disculparme con mis padres al no venirlos a ver. Cuando vi sus tumbas a lo lejos, mi cuerpo realmente no se quería mover, Víctor no me presionó para avanzar, sabía de alguna forma que era más difícil sin saber la historia. Luego de batallar en mi mente por unos segundos, seguí caminando hasta ese lugar y en silencio me arrodillé para dejar las rosas rojas entre ambas tumbas, sabiendo que eran las favoritas de Jess.
--Víctor...¿Quieres escuchar una historia?-su silencio fue el pase para seguir hablando, suspiré-hace años, una chica tenía una buena vida hasta que perdió a sus padres, tenía 13 años y quedó bajo la tutela de su hermano mayor. Desde entonces, ella comenzó a tomar malas decisiones, sus calificaciones bajaron, sus amigos se comenzaron a alejar de ella, menos dos, se llamaban Nick y Jess-sentí cómo mi voz comenzaba a romperse poco a poco al ver esos nombres en las lápidas, haciendo mis manos puños-ellos estaban enamorados, ¿Sabes? Así como tú y yo-agaché la mirada-esta chica, ya con 16 años, tomó la peor decisión de su vida. Había caído enamorada, o eso decía ella, de un chico de 18 años, se sabía que era delincuente, pero no pasaba de robar en alguna tienda pequeña, eso es lo que sabía ella. Su nombre era Jonas, su hermano no lo aprobaba al igual que sus dos amigos, tuvieron varias peleas por ello-las lágrimas inevitablemente comenzaron a correr por mis mejillas, entre rabia, frustración y dolor-un día, los tres amigos habían peleado, la pareja comenzó a recalcarle todos sus errores a la chica por teléfono, le dijeron también que Jonas no era el chico para ella, enojada colgó la llamada y les deseó la muerte. Su novio la había escuchado y le preguntó qué había pasado, normalmente le contó la historia. El chico, alterado y queriendo cumplir lo que había dicho su novia, cortó los frenos de la camioneta de Nick, justo un viernes, donde usualmente los 3 amigos salían a comer, esta vez sin la chica-mis piernas temblaban a pesar de estar arrodillada-Jonas le contó a su novia lo que había hecho y ella fue tras la pareja, pensando que podría evitar lo que pasó-agaché la mirada, la tierra se había humedecido por mis lágrimas-murieron, Víctor, murieron al no poder frenar por un camión que venía frente a ellos-mis puños golpearon la tierra suelta-todo fue mi culpa, maldita sea, pude haberlo evitado.
Habían simplemente vendido a mis amigos...
N. A.
Esta es la primera parte del final, la segunda la publicaré en la tarde. 💜
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Destello Platinado ~Víctor Nikiforov y tú~
FanfictionElla era una completa antisocial que viajaba al rededor del mundo, y así era feliz, o eso creía. Sin embargo, aquel destello platinado fue la razón de querer volver a echar raíces en la tierra. ¿Podrá mantenerlas con vida?