Volverte a ver

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Estaba dejando ropa sucia en la lavandería junto a Makkachin, de la nada, el perro salió corriendo. Dejé las prendas ahí y lo seguí, si alguien abría la puerta, se podría escapar.

Y, como predije, alguien lo había hecho, pude ver cómo una chica le estaba haciendo cariño a Makkachin.

--Makkachin, ¿Cuántas veces te he dicho que no salgas sin compañía?-el perro se levantó de encima de esa chica-perdón, él es muy cariñoso.

Al ver su rostro, sentí que mis piernas estaban como fideos y mis manos comenzaron a sudar.

--Buenos días, Víctor...-dijo nerviosa desde el suelo, le ofrecí mi mano para que se pusiera de pie, cuando la tomó sentí aquel cosquilleo que extrañaba sentir desde hace 5 meses, al parecer, la jalé con mucha fuerza, porque quedó muy cerca de mí rostro.

--Bu...Buenos días, ____-ella soltó mi mano algo sonrojada, y yo seguía confundido de verla aquí-deja...te ayudo con las maletas-las tomé y caminamos en silencio hasta la recepción-Hiroko, tiene un nuevo huésped.

--¡Esto debe ser un milagro!-dijo ella apareciendo detrás del mesón-hace tiempo no venía nadie, desde que Víctor se vino a hospedar aquí-____ sonrió algo nerviosa.

--Buenos días, Señora Katsuki, soy ____ Giacometti, amiga de Yuri-la mamá de Yuri sonrió y le dio un abrazo.

--Yuri me ha hablado mucho de ti, ha esperado que vinieras por meses-se separó del abrazo-pero que linda eres.

--Gra...gracias Señora-dijo con una tierna sonrisa, cuánto extrañaba verla así.

--Por favor, solo dime Hiroko-ella le sonrió-ven, te daré una habitación.

Luego de llenar algunos papeles, me ofrecí para llevar sus maletas hasta su cuarto, que no estaba tan lejos del mío.

--Y...¿Cómo has estado?-dije tratando de hacer conversación, ya que el silencio era incómodo.

--Bien, ¿Y tú?.

Al menos está dispuesta a hablar.

--Bien, estar aquí es agradable-ella rió.

--Ya lo creo.

--Oye, ____, yo...-iba a decirle un par de cosas, que me arrepentía de lo que había pasado, más que nada que haya pasado de esa forma, pero una voz me interrumpió.

--Víctor, tenemos que desayunar-dijo Yuri saliendo de su habitación, quedando justo frente a nosotros-¿__... ____?-sus ojos se iluminaron, podía ver que la presencia de ella le traía una gran felicidad.

--Hola, Yuri-le sonrió, conocía esa sonrisa, sincera pero con algo de dolor en ella, Yuri se le tiró encima para abrazarla, tirándola al suelo-¡Yu... Yuri!.

--Pensé que no vendrías como las otras mil veces que te invité y dijiste que no-dijo abrazándola aún más fuerte y expulsando algunas lágrimas.

--Yuri, la asfixias-ambos se pusieron de pusieron de pie.

--Lo...lo siento-dijo algo avergonzado-pensé que en verdad no vendrías.

--Sí, bueno...-ella se rascó la nuca-fue una decisión difícil-dijo mientras de reojo me miraba a mí, él sonrió.

--Al menos estás aquí, ven, te llevo a tu habitación-me quitó las maletas de mis manos y se las llevó, ella fue tras él, suspiré.

~~~~~~~~

--Estoy muy feliz de que estés aquí-dijo Yuri cargando mis maletas, sonreí.

--Yo también estoy feliz de verte-él abrió la puerta de mi habitación, era acogedora.

--Esta será tu habitación, cualquier cosa yo estoy cerca.

--Muchas gracias-empecé a sacar las cosas de mi maleta y él me ayudó-¿Cuándo llegará Yurio?

--Creo que en un par de horas, el festival comienza mañana, no se lo puede perder-guardó mi ropa en el closet-Víctor y yo iremos a buscarlo al aeropuerto, ¿Quieres ir con nosotros?-me miró con una sonrisa.

Él estaba emocionado de que estuviera aquí y no lo quería arruinar con más negativas de parte mía, así que acepté. Cuando terminamos de ordenar la ropa, fuimos a desayunar.

La comida era exquisita y el trato excelente, sin embargo, lo incómodo que era estar con Víctor también lo tenía de agradable, por fin podía volver a ver el brillo de los colores y la belleza de las cosas. Los cerezos eran hermosos, la comida estaba sabrosa, todo volvía a ser como hace 5 meses.

Disfrutaba la compañía de Makkachin, era un perro muy tierno, extrañaba realmente tener uno.

--Parece que le agradas-dijo Víctor cuando volvió de dejar unos platos a la cocina, le sonreí sinceramente, como no había sonreído hace mucho tiempo.

--A mi también me agrada-acaricié la cabeza de Makkachin, el perro se tiró sobre mí, dejándome en el suelo, Víctor rió.

--Puedes salir con él a jugar si quieres, no habría problema.

--¿De verdad?-asintió sonriendo-gracias.

--Los iré a ver en un rato-dijo llevando más platos a la cocina.

--Vamos, Makkachin.

Avisé al resto que saldría con el perro, comenzamos a caminar y a veces corría para que me alcanzara.

El paisaje era hermoso y el cántico de las gaviotas perfecto, estábamos cerca del mar y Makkachin quiso ir a jugar con el agua, lo seguí para que no le pasara nada. Comenzamos a salpicar cuando escuché una voz detrás de nosotros.

--Supuse que estarían aquí-Makkachin fue corriendo donde Víctor y se paró en dos patas, él le sonrió y le hizo cariño-espero que se haya portado bien.

--Claro que sí, no hizo ningún problema-me arrodillé y el perro se acercó, lo acaricié.

--Makkachin no es así de cariñoso con todos-se arrodilló frente a mi para acariciar también al perro, teniendo su vista fija en él-le dolerá cuando te vayas-agaché la mirada.

--Estaré la mayoría del tiempo al lado de él hasta que me vaya-dije algo triste, él levantó la mirada y me sonrió.

--Vamos, es hora de volver al hotel, tenemos que ir por Yurio al aeropuerto-se puso de pie y extendió su mano para que la tomara y así lo hice, ese cosquilleo en la mano era agradable.

Comenzamos a caminar y Makkachin se adelantaba.

--Creo que quiere que corramos-dijo Víctor mirándolo.

--Al parecer-él sonrió y tomó mi mano para empezar a correr.

--Entonces, no tardemos.

Y en ese momento, el color azul del mar se hizo más intenso, el rosado de los cerezos más radiante y el canto de las gaviotas parecía un hermoso musical.

Es agradable volverte a ver, Víctor...

Destello Platinado ~Víctor Nikiforov y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora