Seonghwa guardó su móvil mientras una suave y cálida sonrisa se mantenía surcando sus labios libremente. Su cabeza meneó y continuó caminando.
Adoraba a su bajo amigo, realmente era especial para él y lo quería, demasiado. Pero su descompuesta y caótica persona, le era divertida y difícil de no molestar.
Sin dudas su pasatiempo favorito era ese; molestarlo. Era demasiado fácil y entretenido.
Dejando eso de lado, haberle llamado fue festivo aparte de interesante. Hablar con Hongjoong siempre era una mezcla entre la primera y la segunda, como también, la frustración y la desesperación se irían colando, lentamente, entre ellos. Haciendo la interacción más ¿dinámica?
No estaba muy seguro, pero así es como las cosas eran y estaban bien con eso.
«Ay tonto, ciego y bajo Hongjoong. ¿Qué deberíamos hacer contigo?».
El castaño revolvió sus hebras y esquivó un par de distraídos como alegres chicos, pensando en el pelinegro y lo, ridículamente compleja que hacía su vida, o aquella parte que involucrara a su dongsaeng.
Entendía, era primerizo en cosas como el romance y los chicos, pero aún así, ¿por qué no actuar como en verdad quería hacerlo? ¿por qué reprimirse como enredarse en pequeñas cuestiones que no eran, realmente importantes?
«Miedo» fue la respuesta que su cerebro le murmuró gentilmente.
Su amigo temía fallar, temía ser rechazado por el alto chico de dorada tez como también, temía espantarlo o algo parecido. Lo que era simplemente estúpido, como a su misma vez, reforzaba la idiotez de Kim y la poca capacidad intuitiva que el mismo poseía.
Park meneó su cabeza y sus ojos rodó, ¿es que su amigo no lo notaba? ¿realmente no se daba cuenta de cómo Song lo miraba, de la particular forma en que lo trataba o de cuán al pendiente estaba de su persona?
«Estúpido. Sin dudas Hongjoong es un auténtico estúpido».
Tras suspirar profundamente, Seonghwa detuvo sus pasos frente a un cruce peatonal, a lo lejos una brillante y rojiza luz le negaba a él y a otras personas el avanzar.
En su mente, el alto y blanco castaño pensó en el dongsaeng de su amigo y si bien éste había hecho el 70% de todo lo que involucrase a ambos, ¿por qué no hacer más y ser más crudamente directo?, su amigo era lento o tal vez despistado, daba igual y era lo mismo. Por lo que, claramente, tardaría aún más en avanzar y exigir, valga la redundancia, más.
Aunque también comprendía que el menor no podía hacerlo todo ¿cierto?, es decir, Hongjoong también tenía que poner de su parte y actuar como realmente quería hacerlo y pedir aquello que quería.
«Ambos son unos estúpidos».
Seonghwa asintió para sí ante su conclusión y avanzó, la luz era ahora verde y hubiera seguido analizando la situación del pelinegro y el pelirrojo, porque nada más interesante surcaba su mente, de no ser por la apresurada, cabizbaja como dubitativa figura que a su lado pasó y con su vista en lo que, escasamente, pudo ver e identificar como un móvil.
Curioso y con su interior revuelto, avanzó, siguiendo a la figura de interés con incertidumbre y nerviosismo en él. Su corazón cobró vida y resonó en su pecho tan pronto el chico se detuvo y su rostro viró, viendo hacia la izquierda.
En ese mismo perfil y cerca de su ojo, una rectangular como, a su misma vez, irregular marca yacía. Distintiva e inconfundible. Única.
—Yeosang...
Inconscientemente, el nombre escapó de sus labios, en un murmullo claro como entendible, atrayendo la mirada del adolescente que yacía parado y confundido a unos pocos pasos de él, tal vez a unos seis o siete.
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No me delates | [MinJoong +18]
FanfictionRobar las respuestas de un examen era un acto sancionable y grave, eso no evitó que la desesperación más pura de Hongjoong le obligase a hacerlo. Su torpeza no evitó que Mingi lo supiera. Y es así como los acontecimientos más irreales e hilarantes...