Seonghwa estaba incómodo, no iba a mentir. Se sentía muy incómodo.
Se supone que Yeosang iría a su casa puesto a que el chico realmente no estaba entendiendo mucho con respecto a ciertas materias, historia y literatura para ser más específicos. Lo que era extraño, su dongsaeng era bueno en ambas. Muy bueno. Aún así y luego de comprobar que no tuviera mucha tarea que hacer o una prueba para la que estudiar, aceptó que se apareciera por su casa.
Y su incomodidad no se debía a esto, no era la primera vez que su menor estaba en su habitación o algo parecido. Su incomodidad se debía a su pequeño y serio mejor amigo. Apenas abrió la puerta principal, se encontró con un Yeosang apenado y un Wooyoung encantador de brazos cruzados.
Fue inesperado pero los recibió a ambos.
Y los primero minutos no fueron tan malos, se encargó de explicarle a Yeosang lo que parecía no entender mientras el bajo amigo de éste se entretenía con su móvil, apartado de ellos y ocupando cómodamente el suelo de su habitación como si fuera su cama. Echado allí en completo silencio.
Lo que no duró.
Apenas el castaño más joven se excusó con ir al baño, sintió una mirada para nada agradable agujerear su nuca con bastante insistencia. Y por varios segundos se dedicó a ignorarlo. Entendía, el chico era protector y velaba con excesiva seriedad por el bien del no presente, pero él tampoco tenía que soportar esa misma cosa, por no llamarla de otra forma más ruda como en anteriores veces pensó.
Resopló y cuando otra fracción de segundo, transcurrió. Seonghwa se hartó y dejando su lápiz, procedió a cruzar sus brazos y enarcar una ceja con seria inquisición, girando la silla de su escritorio para encarar al de hebras violetas.
—Realmente tienes un problema conmigo, ¿cierto?— masculló un exacto segundo después.
—Sólo estoy aquí por Yeo, nada personal.
El castaño elevó aún más su ceja—. Lo estás haciendo personal.— señaló como si no fuera obvio para el contrario.
—Tal vez.— concedió tras un corto asentir—. Pero es mi mejor amigo.— agregó al encogerse de hombros, indiferente.
Seonghwa suspiró y sacudió su cabeza varias veces, no pudiendo creerlo. Era su casa y se supone que su menor estaba allí para estudiar.
—Entiendo, pero no soy el imbécil que aseguras.
—Prefiero prevenir.— replicó Wooyoung, sacudiendo sus hombros—. Harías lo mismo si Mingi lastimara de alguna forma a tu mejor amigo, ¿o no?
Seonghwa reflexionó sobre ello sin realmente tener que hacerlo. Y él sabía que Hongjoong había llorado por Mingi, aunque no se lo hubiera dicho, él lo sabía. Conocía a su amigo. Y sabía también cuán sobrepasado se había sentido por la incertidumbre de la situación y el hecho de no saber qué hacer, y a pesar de eso, él se limitó únicamente a escuchar y brindar consejos. No había hecho más, porque no tenía el derecho.
Siendo honesto, no era su relación y no le incumbía meter su nariz donde nadie le había llamado. Hongjoong era su mejor amigo, sí. Pero no por ello debía entrometerse en algo que no le correspondía.
Y muy seguramente, si Mingi hubiera roto el corazón del pelinegro, él se habría enfado. Por supuesto. Tal vez hubiera tenido el impulso de golpearlo, tal vez no. La única certeza que realmente tenía es que, si el pelirrojo intentaba recomponer las cosas, él se limitaría a dar una opinión al respecto y ya. Aunque no pasó, él estaba seguro de que eso haría.
Eran mejores amigos y velaban por el bienestar del otro, pero eso no les otorgaba derecho alguno de inmiscuirse en la vida romántica del otro. Habían límites y para él, ese era uno. Si no se le pedía una opinión, él no la daría. Hongjoong haría lo mismo. A menos que el interés romántico de alguno fuera un completo imbécil con tendencias tóxicas, que no era el caso.
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No me delates | [MinJoong +18]
FanfictionRobar las respuestas de un examen era un acto sancionable y grave, eso no evitó que la desesperación más pura de Hongjoong le obligase a hacerlo. Su torpeza no evitó que Mingi lo supiera. Y es así como los acontecimientos más irreales e hilarantes...