❈•≪21. Al día siguiente≫•❈

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Hongjoong suspiró y sobre su cama rodó, bostezó y cuando un extraño pinchazo sintió en su vejiga, supo que era momento de levantarse, necesitaba usar el baño. Con rapidez se quitó las sábanas de encima y se levantó con brusquedad, apenas sus pies hicieron contacto con el frío suelo, cayó.

Sus piernas temblaban y un extraño como nada agradable dolor nacía en la parte baja de su espalda, en su trasero más precisamente. Gruñó y una de sus manos colocó sobre el colchón, tras respirar hondo, se impulsó, consiguiendo sentarse en la suave superficie.

Notando así, varias cosas que, ridículamente, había ignorado. Bueno no, que le fueron desapercibidas. El jodido dolor en su espalda baja, fue el primero. El que se encontrara completamente desnudo, el segundo. Y la ausencia de Mingi, el tercero. Como también recordó que era viernes y tenía que ir a clases.

Gruñó por segunda vez y con sus ojos, buscó su ropa interior. No estaba lejos, aún así y teniendo aquel dolor, le parecía lejana. Resopló y se forzó a ir por ella, tomándola entre quejidos y de manera torpe como ardua, consiguió colocársela.

Miró hacia el buró que junto a su cama tenía, en busca de su móvil y para su suerte, allí yacía. Pero para su sorpresa también habían más cosas; un vaso de café, tal vez, no sabía. Unos panecillos, una nota doblada y una pastilla. Con su ceño fruncido, se acercó, tomando la nota.

"Me fui a eso de las 7, siento por no avisarte pero, estabas durmiendo y tenía que hacerlo, mi madre llamó y bueno, fue inevitable. Antes de realmente irme, te compré un café, panecillos y volví. ¡Ah!, tienes una pastilla para el dolor. Nos vemos en clases, si despiertas y vas, claro".

Minky^^.

Hongjoong se alarmó, pensando en que, si el menor se fue a eso de las siete y él acababa de despertar, no podía ser temprano en la mañana como esperaba que fuera.

Ansioso tomó su móvil y lo encendió, 8:45 am, ¡llevaba casi dos horas de retraso!, palideció y trastabilló, iba muy tarde, ¡más que tarde!

Dejó la nota sobre el mueble y tomó la pastilla, tragándosela sin mucho cuidado, tambaleante y crispado, fue por su uniforme, desesperado corrió (realmente no, caminó) hacia el baño. Encerrándose en éste y abriendo la llave con rapidez, quitándose la única prenda que poseía. No se lavaría el cabello, era demasiado tarde como para hacerlo, se agradecía por siempre organizar su mochila el día antes. Ahora no había tiempo que pudiese gastar.

Duchado y rogando, para sus adentros, que la pastilla haga un efecto más inmediato, salió. Hosco y torpe, se vistió. Volvió a su habitación y tomó su mochila, la abrió y en ella guardó la bolsa con los panecillos, la cerró, tomó su móvil y el café. Tras cerciorarse de que nada le faltaba, corrió (otra vez, no, caminó) por el pasillo de siempre hacia la sala.

Suspiró y sus labios torció, con cada paso que daba, por más suave y cuidado que fuera, su dolor punzaba. Haciéndose notar.

—Maldito sea yo y...

—¿Por qué cojeas?— asustado y ahogando un grito, Hongjoong se volteó, su madre salía de la cocina, ceja enarcada y taza en mano. Inquisitiva—. ¿Te pasó algo?

Sus mejillas ardieron, por supuesto que le había pasado algo y aunque en el momento fue placentero, sumamente excitante, el después era una mierda. Se sentía como una al menos para él.

—Sí, bueno... umh, me caí y creo que me torcí el tobillo.— murmuró con nerviosismo, endeble.

Sonhee frunció su ceño y ladeó su rostro, escéptica—. ¿Saliste anoche?

No me delates | [MinJoong +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora