-Dejame en paz, lunático- le respondió Sen dejando a Whis algo desconcertado.
Lo último que Sen quería en el mundo; en el universo, era volver a ver a ese sujeto. Por suerte ese día no tuvo que hacerlo más.
Para el ángel fue algo decepcionante la respuesta y peor darse cuenta que ella no tenía una buena impresión de él. Volvió junto a su señor con el ánimo un poco bajo, aunque nada que un buen postre no pudiera resolver, al menos por un momento. Whis no buscaba la aceptación de nadie, pero tampoco experimentaba el rechazo muy seguido. Algunos le tenían aversión por acompañar al dios de la destrucción, pero eso era otra cosa. En los días posteriores, Whis experimentó un pequeño decaimiento. Por suerte el dios se había retirado a descansar y no tenía que lidiar con sus demandas porque no tenía ganas de muchas cosas.
Sen visitaba sus pensamientos con frecuencia y eso le sacaba una sonrisa como también se la borraba. Por supuesto que Whis entendió que le estaba sucediendo con ella, mas lidiar con ello era algo complicado en muchas formas. Para empezar el hecho de que ella fuera humana le era motivo de conflicto, pues cada especie del universo tiene sus formas de relacionarse y por distintas motivaciones. Los humanos involucraba demasiadas emociones en esos asuntos y para alguien como él, que por naturaleza no las exploraba, pues estaba ante un mundo nuevo del que solo había leído mapas. Pero esos mapas le permitieron describir un par de cosas respecto a la muchacha, ahora que las palabras "tacto" o "delicadeza" no eran puestas en práctica muy frecuentemente por Whis. Era gentil si, era educado también, mas a la hora de expresar una idea o dar su opinión podía llegar a ser algo brusco.
Cada vez que reflexionaba respecto a como hablarle a Sen acababa por sentirse un tanto desorientado. Sen era una persona que guardaba muchas cosas en su interior y que para alguien como él era fácil de apreciar a simple vista, mas ella estaba empeñada en esconder todo eso e incluso en erradicarlo de su ser. Después de ver lo que sucedió en el restaurante se daba una idea muy clara del porque de eso y no podía sino lamentar la conducta de los humanos, pero bueno eso nunca fue o seria algo en lo que él tuviera que entrometerse, solo no podía evitar sentir una sensación desagradable al respecto.
Después de que el encargado vio las cintas de vigilancia, descubrió varias cosas que no le gustaron y despidió a Linda como también un amigo suyo que trabajaba en el reparto. Habló con Sen y le preguntó el motivo por el que no denunció la conducta de sus compañeros, pero ella no dio excusa alguna. A raíz de esos acontecimientos hubo una charla para evitar ese tipo de comportamiento y esto solo logro que el novio de Linda, que trabajaba en la cocina, odiara a Sen. No se dijo quien era la víctima, pero él lo sabia. Muchas veces se unió a las burlas.
La muchacha en cambio siguió como si nada. Lo único que le preocupaba era no volver a ver al "imbécil" otra vez. Ese sujeto la incomodaba bastante y de más de una forma, pero en sus pensamientos no estaba presente. Sen hacia varias cosas en sus ratos libres y una de ellas era ser locutora radial de un programa dedicado a la literatura. El espacio duraba una hora y tenía buena acogida del público en general. Otra cosa que hacía era ayudar a sus padres que vivían lejos en el campo. También trabajaba en una institución que ayudaba a los más necesitados. Si bien Sen no tenía amigos era apreciada por muchas personas, pues cuando no estaba lidiando con un ángel con poco tacto era de hecho una persona muy amable, paciente y generosa, aunque muy callada. Casi nunca hablaba a menos que le dirigieran la palabra y siempre estaba observando a su alrededor. Tal vez por eso se le daba tan bien hacer retratos de personas que nunca volvería a ver. La pared, de la sala, en su casa estaba llena de retratos de gente de todas las edades. La vida de Sen era tranquila, sencilla
y le agradaba. Su aspecto no era el mejor, pero tampoco buscó jamás mejorarlo en pos de la aceptación de otros. "Hoy es mi peso, mañana serán mis ojos, pasado mi nariz y antes de darme cuenta me miraré en el espejo; me gustara lo que veré, pero no sabré quien es la que esta ahí" se decía. No a ella no le preocupada demasiado cambiar su apariencia. No era bonita, pero lo aceptaba. Eran los demás los que tenían problemas con eso y en muchas ocasiones lograban herirla un poco y herida tras herida ella se iba rompiendo aunque no lo notará.Casi un mes después de aquel incidente, Sen debió reemplazar a una mesera otra vez. Salió a atender una mesa como se lo habían señalado, mas al ver ese peinado estrafalario detrás del menú que le cubría al rostro a su dueño, dio dos pasos atrás y se metió otra vez a la cocina.
-¿Qué sucede?- le preguntó el encargado del lugar que estaba ahí hablando con el Chef.
-Na,na...nada- artículo Sen- ¿Qué está haciendo aquí este sujeto?-se preguntó en su pensamiento.
Su jefe se asomó por el ojo de buey de la puerta y vio a Whis sentado en una mesa junto a la ventana.
-¿Qué esperas? Ve a atenderlo,
Sen. Después de lo que pasó pensé que no volvería. Debes atenderlo muy bien y se amable con él. Llévale una bebida por cuenta de la casa y si te pregunta dile que desvinculamos a Linda...¿Qué esperas? Ve, ve de una vez- le dijo su jefe y casi la saco a empujones de la cocina.La muchacha caminó hasta la mesa como quien va caminando a una humillación pública. No quería verlo, no quería hablarle; pero no le quedaba de otra y mientras decía las palabras de rigor maldecia el que hubiera vuelto ahí ese tipo tan raro.
Whis apartó el menú de su rostro al oír su voz y se le quedó viendo hasta que ella puso la bebida en la mesa explicando que era en desagravio por lo de la otra vez.
-Muchas gracias- le dijo y después de ver aquel largo vaso con curiosidad volvió sus ojos a ella, quien evitaba hacer contacto visual con él.
-¿Sabes ya que vas ordenar?-le pregunto algo brusca.
-No...¿qué me recomendaría?-le pregunto Whis.
-Todo, en el menú, está bueno-le dijo cortante.
-Hmm tráigame todo entonces- exclamó el ángel después de meditarlo un momento.
-¿Todo lo del menú?-le cuestionó la muchacha con un rostro que explicaba muy bien lo que aquella petición le causó.
-Sí, todo lo del menú, pero un platillo a la vez-le dijo con una sonrisa gentil.
-¡¿Un platillo a la vez?!-exclamó Sen poniendo sus manos en sus caderas- Pero me vas a estar haciendo ir y venir toda la tarde...
-Bueno ya que no quiere hablar conmigo, me parece es una buena idea para disfrutar de su presencia- le respondió Whis.
-Lo haces por fastidiarme- acusó Sen inclinandose un poco para verlo de cerca.
-De ninguna manera...yo solo quiero hablar con usted...
Sen se levantó y se paro tan derecha como pudo mientras cruzaba los brazos.
-Es tu dinero. Si quieres desperdiciarlo es cosa tuya...
-Whis, mi nombre es Whis-le dijo sonriendo.
-Pues tienes nombre de licor, Whis-le dijo ella algo molesta.
-En cambio usted tiene nombre de hada- le respondió él gentilmente.
-Si no fueras un cliente...pensó la muchacha.
Sen le quitó el menú y se fue a llevar la orden del "imbécil" mientras murmuraba bastante irritada. Whis en cambio se sentía feliz de haber oído su nombre en la voz de la muchacha. Fue algo sencillo que le dió una sutil felicidad.
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Ella no es digna de tí
FanfictionQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.