-¿Y cómo lo pasó en la fiesta?-le pregunto Whis mientras caminaban por la acera.-estuvo bien...-le respondío con una sutil sonrisa.
-suena a que pudo ser peor-le dijo el ángel-bueno,eso no importa... espero que la próxima vez usted me invite a algun evento semejante-le señalo simpaticamente.
-lo lamento,pero yo no frecuento ese tipo de eventos y no tengo...- se interrumpió y se quedó pensando-bueno en unas semanas debo ir a una fiesta, pero...
Los ojos de la muchacha se alzaron para ver el rostro de Whis...
Dos semanas después en el planeta de Bills.
-¿que quieres ir a la tierra?-le cuestióno el díos al ángel mientras se recostaba en el sofá-¿a qué? Trajiste bastante comida la última vez ¿o es que quieres ver a esa chica?-inquirió con una una mirada de juicio silencioso.
-no le mentire,ella me invitó a una celebración,pero eso también es una oportunidad para usted. Puede que descubra nuevos y deliciosos platillos-le dijo el ángel con cara de inocente.
-¿si? Bueno entonces voy yo también-le dijo el dios sentándose.
-ah no,de ninguna manera. El invitado soy yo,no usted-le dijo Whis sin ocultar su desagrado por la idea.
-¿me estas prohibiendo algo a mí,Whis?-le pregunto el dios poniéndose de pie con las manos en la espalda.
Los ojos de Bills y Whis se encontrar un instante. Sombríos, graves;pero no llegaron a la posible confrontación. El dios puso las manos tras la cabeza y en una actitud más relajada pasó junto a su asistente.
-ve si quieres,pero escucha con atención,Whis no quiero que esa mujer se convierta en una distracción para tus deberes-le dijo Bills con seriedad-traeme algo de comer.
-si,señor Bills...
Las palabras del dios no eran antojadizas como podía parecer y así las tomó el ángel que partió a la tierra sin demora.
Se reunió con la muchacha en el parque de siempre y de ahí caminaron a una parada de autobús. A bordo del vehículo no iba mucha gente y se sentaron al final. Sen llevaba un atuendo semejante al de la última vez que se vieron y una mochila que cuidaba bastante. La puso sobre sus piernas con delicadeza.
-¿que lleva ahí?-le pregunto Whis con curiosidad.
-un regalo para mi hermano-le respondío viendo la mochila con ternura-sabes hay algo que deberías saber de mí familia, veras... son buenas personas,pero son algo...
-no se preocupe por eso-la interrumpió el ángel al ver la cara de aflicción que tenía-créame que como ángel guía he tenido que lidiar con seres de toda índole...No creo que esten tan mal.
-si bueno...
La muchacha no volvió a hablar después de decirle que el viaje era algo largo. Unas tres horas duraba el trayecto en el que las ciudades iban quedando atrás, dando paso a prados y colinas bajas tras campos sembrados. Sen término por dormirse y acabo recarga contra él. No podía culparla por eso,el viaje invitaba a descansar,pero se preguntaba sino se pasarían del lugar donde debían bajar,mas para su sorpresa ella despertó unos minutos antes de eso. Así terminaron frente a un largo y angosto sendero polvoriento por el que ella dijo llegaban a casa de su familia. Fue una caminata silencioso en la que lo único que pasó es que Whis busco sujetar la mano de Sen. Le gustaba hacer eso,sentia que las paredes que protegían el corazón de la muchacha le abrían una ventana para que se asomara a verla. Un pequeño espacio atraves del cual fluía algo de lo que escondía allá adentro.
Después del beso en el parque no había tenido la oportunidad de tomar otro de aquella boca tentadora y dulce como esas pequeñas frutas que probó unas semanas atrás de manos de ella; cerezas se llamaban y que él comparo con los labios de la muchacha. Ni siquiera le buscaba explicación,pero pensar en Sen lo hacía pensar en frutas también.
Después de unos veinte minutos de caminata llegaron a una casa de un piso,muy amplia y con varios árboles al frente y atrás. Una mujer obesa,redondita como esos pastelillos que alguna vez Whis llevo a Gowasu,se asomó a la puerta y se les quedó mirando. Tenía el cabello negro muy corto y uno rostro alegra como amigable.
-¡Sen!-exclamó después de un rato y al oír su nombre,la muchacha soltó la mano de Whis-¡Sen! ¡querido,Sen está aquí!-grito al interior de la casa mientras se secaba las manos en el mandil que llevaba.
Con prisa salió a recibir a la muchacha mientras unos ocho niños y jóvenes se asomaban por las ventanas a ver a los recién llegados. La mujer redondita y pálida como si su piel fuera azúcar dió un gran abrazo a la joven que la llamó "mamá".
-me alegra tanto que pudieras venir-le dijo la mujer mientras le daba un efusivo beso en la mejilla-estás más delgada y más bonita,mi niña...
-gracias-articuló Sen medio a vergonzosa de la actitud de su progenitora ya que Whis la estaba mirando.
-y este joven que te acompaña ¿es tu novio?-le pregunto su madre al ver al ángel.
Lo miro de arriba a bajo y luego fijo sus ojos en los de él.
-¡no! Es un amigo-le señaló Sen algo nerviosa.
-un amigo--repitió la mujer con una mirada algo pícara,mientras él la saludaba y se presentaba- bienvenido Whis,pero no se queden ahí y pasen,les servire algo para que coman.¿No crees que estas muy delgado Whis? A puesto que no comes bien-le decía la madre de Sen tomando a ambos por los brazos para que la siguieran.
Al entrar en la casa se encontraron con toda la familia reunida en la sala que tenía largos sofás y amplios sillones.
-chicos su hermana está de visita y trajo a un amigo-pronuncio la palabra "amigo" con picardía-su nombre es Whis,tratenlo bién.
-Whis,gusto de conocerte muchacho-le dijo un hombre casi tan alto como él,pero más corpulento-soy Kuro,el padre de Sen.
-encantado de conocerlo...-a medio decir quedo la frase,pues el hombre lo llevo hacia a él para estrujarlo en un poderoso abrazo-si tocas a mi hija te mato-le dijo en un susurro en el oído al pobre ángel.
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Ella no es digna de tí
FanfictionQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.