-¿Qué pasó aquí?- preguntó el encargado del lugar.-Nada. Solo me caí- le respondió Sen.
-Pues eso saldrá de tu paga y ahora vete a limpiar- le dijo el hombre y luego le ordenó a otra chica que fuera a atender a los clientes.
-¡Claro! La cerda se cae y yo debo limpiar su desastre- se quejó la asignada a esa tarea.
-Pero que forma más grosera de expresarse- le señaló Whis sin ocultar su desagrado.
Se había acercado a raíz del incidente y estaba parado entre aquella joven y el hombre que estaba a cargo. Sen estaba un poco más allá. Se había alejado rumbo al baño, pero al oír el comentario se detuvo a mirar, mas al ver de quien venia simplemente se dio la vuelta y desapareció tras la puerta de servicio. Whis no la vio, pues su atención se la robo los restos de los postres que contemplaba como un esposo ve a su mujer derribada por la lenta acción del tiempo. Fue la voz de ese hombre lo que lo saco de sus pensamientos.
-Lamento el incidente, señor- le dijo el sujeto-Si gusta volver a su lugar haré que le lleven una bebida por cuenta de la casa...
El hombre se interrumpió al ver que aquel muchacho lo ignoraba para ver algo en el techo. Le preguntó que sucedía y Whis le señaló las cámaras de seguridad. Habían muchas como esa en casa de Bulma,asi que las conocía bastante bien.
-Si revisa esos aparatos seguramente descubrirá al responsable del incidente- le dijo el ángel- Y espero que esté lugar este en manos de personas justas...
-Por supuesto que sí, señor- le dijo el hombre algo inquieto con la idea de perder un cliente.
Sen salió al callejón después de limpiarse un poco en el baño. Se secaba el cabello con una toalla de papel mientras buscaba goma de mascar en su bolsillo. Se echo un poco a la boca y se quedó allí un momento, recargando la espalda contra la pared de ladrillos tapizados con viejos afiches. Comenzó a inflar una burbuja de goma de mascar cuando alguien la llamó. La sorprendieron y eso hizo que la burbuja estallara súbitamente cubriendole la mitad del rostro con una tela rosa con olor a fresa. Su aspecto en ese momento le saco una sonrisa a Whis y al encargado quien le dijo que no tenía que pagar absolutamente nada.
-Agradecele a él- le dijo su jefe- De no ser por este muchacho no hubiera descubierto la actitud de Linda... y no te preocupes que ella tendrá su castigo. Hace rato que vine haciendo cosas que desagradables. Bueno te daría la tarde libre, pero necesito gente allá adentro, así que tomate unos minutos y vuelve por favor.
-Ire enseguida- le dijo la muchacha lanzando la goma de mascar al basurero envuelta en la toalla de papel.
-Le reiteró mis disculpas, joven- le dijo el hombre al pasar junto a Whis para volver al local.
Whis miró a Sen. La muchacha lo miro fríamente y al pasar a su costado le dio un seco gracias. Un simple formalismo que ni siquiera era meritorio de la sonrisa que le dió el ángel. No, Whis no pensó en ganarse su simpatía con aquel acto. Le molesto lo que le hicieron y lo denunció sin más, sin embargo, el rostro melancólico de la joven lo hizo experimentar algo de un índole nuevo para él. Motivado por aquello es que le preguntó:
-¿Esta usted bien?
Sen se detuvo en el umbral y lo miró entre abriendo la boca. Tenía una boca pequeña,de labios carnosos y caprichosamente diseñados como los de una muñeca. Era el rasgo mejor en su semblante. Esa boca que daba la impresión de tener un beso suspendido, y que se tornaba tentador de tomar, le robó la atención a Whis un momento.
-Sí, estoy bien- le respondío Sen.
-No lo parece...se ve bastante triste- le señaló Whis.
La muchacha lo miró con fastidio.
-Se puede saber ¿qué es lo que quieres?- inquirió Sen volviendo donde él para plantarcele enfrente con una actitud bastante desafíante.
-Nada realmente- le respondío y se le quedó viendo con bastante atención.
Sin duda eso de "miradas discretas" no estaba entre los conceptos que Whis manejaba. Hasta se inclinó un poco para verla más de cerca logrando hacer que ella se apartara con torpeza y nerviosismo, además de enfado.
-Es usted tan tierna que me provoca ganas de morderla- le dijo sin meditarlo mucho.
Era extraño, pero con ella las palabras o sus pensamientos verbalizados se le escapaban sin siquiera notarlo. En efecto, Sen le era alguien tan adorable a Whis que le causaba esos deseos, mas decirlo abiertamente a alguien que apenas conoces no es una muy buena idea, menos a alguien como Sen, pues no sólo quedaba más de "imbécil" sino también de atrevido y ...
-Eres un lunático- le dijo la muchacha y busco apartarse para volver al local.
-Que grosera y yo que me tome la molestia de buscar este restaurante, solo para verla -señaló Whis como hablando consigo mismo.
Sen lo miró con extrañeza e hizo un gesto de intriga con la ceja derecha.
-Tú... viniste hasta aquí ¿por mí?- le cuestionó la joven- ¿A caso no tienes a alguien más a quién molestar?
-¿Molestar?- repitió Whis llevándose el dedo índice al mentón como pensando- ¿La estoy molestando?
-¡Si!- exclamó Sen-¿Es retrasado o qué le pasa?- se preguntó la muchacha mirando con desconfianza a ese sujeto de rostro apacible, pero en el que las expresiones danzaban libremente.
Pensó que él se enfadaria por su respuesta, pero solo se quedó ahí parado viéndola como si no hubiera escuchado aquel monosílabo dicho toscamente. Que sujeto más raro y no solo por su peinado, por lo bajo, extravagante, su atuendo estrafalario y sus rasgos poco comunes, sino por ese aire distraído y solemne a la vez que lo envolvía en una atmósfera muy particular. Cierto fue que al principio se tomó sus palabras como una burla, mas ahora le daba la impresión de estar ante un niño de dos metros de alto. Esa actitud medio falta de empatía y algo que no podía precisar, le hacian pensar en un infante.
Sen era muy callada a raíz de los acosos de los que siempre fue víctima, pero esto la volvió alguien muy observadora. Era algo instintivo analizar a las personas, mas con ese hombre se saltó ese proceso hasta ese momento. Era muy extraño, misterioso incluso, pero no sintió que fuera alguien malo. De todas formas prefirió guardar distancia de él sobretodo después de saber que la siguió hasta ahí. No imaginaba las intenciones que podía tener y prefería no averiguarlo.
En cuanto a Whis, este empezaba a darse una idea más clara de lo que le estaba pasando. No era nuevo en eso,pero la última vez que le ocurrió fue antes de conocer a su actual señor. Titubeo un momento y a tiempo para que ella no se alejara le dijo:
-Sí viniera a verla de vez en cuando ¿hablaría conmigo?

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Ella no es digna de tí
FanfictionQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.