Era temprano. El sol no salía, pero había caridad. Sen dormía de espaldas a él y la luz que entraba por la ventana bañaba su contorno con un brillo blanco, como rocío. La piel del cuerpo de Sen era suave,no como sus manos curtidas en el trabajo duro. Su tenue aroma desaparecía en el del jabón que usaba y quedaba perfumada de chocolate con almendras. Era exquisita en muchas formas para él. La miraba y se sonreía evocando esa noche larga que le arrebató cosas que no volverían jamás y le dió otras que eran sólo un bocado de entrada al banquete más allá.
Al diablo con el ángel de postura ecuánime,con las leyes y ver cómo todos viven sus vidas mientras él,como su estirpe,es un mudo espectador que sólo da una racional opinión. Al diablo con Bills,con Gokú,con Zen oh sama y al diablo con el propio Daishinkan. Al diablo con todos y con todo. Así en ese preciso instante llevaran a borrar su existencia,Whis no se quejaria. Prefería desaparecer a ser privado de Sen,mas no quería para ella ese final de ningún modo.
Se tendió boca arriba en esa cama. Estar acostado era cómodo,estar desnudo era algo extraño. Siempre fue algo pudoroso,mas en las horas recién pasadas aquello desapareció por completo. Fue libre,se sintió pleno y ella también. Como le hubiera gustado detener el tiempo en ese instante y en ese espacio,pero eso no era posible. Se giró hacia Sen y la abrazo pasando su brazo izquierdo por debajo del cuello de la muchacha y rodeandole el vientre con el otro. Así la presiono un poco contra él,hundiendo su rostro en su cabello de pequeños rizos. Sen se agito en sueños y murmuró su nombre. Fue muy agradable oír eso y le beso el hombro para luego hablarle al oído. La despertó con tiernas palabras a las que ella sólo respondío con un somnoliento "te amo". No quería despertar aún,mas Whis tenía el presentimiento de que debía irse. Llevo su cetro a su mano y miro atraves de el. Bills estaba despierto,pero por la forma de caminar no llevaba mucho así,era mejor retirarse y evitar conflictos o quejas de su señor durante un tiempo,pero no podía irse así nada más,no después de lo que pasó. Se vio obligado a arrebatar a Sen de su pacífico sueño. Después de algunos besos y caricias le explicó que debía retornar a su mundo,ella no se quejó.
-¿te quedas a desayunar?-le pregunto mirándolos con una tierna suplica-te haré esas panqueques con pasta de avellanas que tanto te gustan...
-¡ay pero que mala! Y me pones esa cara...¿sabías que eres capaz de hacer lo que quieras conmigo?-le dijo Whis y ella sólo se sonrió.
Se despidio de ella unas horas después y al llegar a su planeta no lo hizo con las manos vacías, así puso de buen humor al dios que no le hizo más pregunta que:
-¿te sucedió algo? Te vez un poco diferente...
¿Diferente? ¿en que se veía diferente? Estaba igual que siempre,según él. La mirada de su señor sobre él comienzo a inquetarlo y pronto un leve rubor se apoderó de su rostro al sentirse descubierto. Bills lo miraba,lo miraba y no dejaba de mirarlo.
-asi que es eso...Bueno ya venía siendo hora de que pasará-comento el dios con naturalidad y desinterés.
-¿de que habla?-le pregunto Whis tratando de mantener la compostura habitual.
-no te hagas el inocente...menos ahora-le señaló el dios y la respuesta fue un golpe tras la cabeza.
Una discusión se formo entre los dos,pero no pasó de una de tantas que tenían.
Sen se quedó en casa ese día. La verdad no tenía ganas de salir, pero no porque estuviera triste sino todo lo contrario. Se sentía tan bien consigo misma,con el mundo;con todo. Es que el tacto de ese ángel le borró todas las cicatrices del alma y el corazón. Mucho sufrió con el rechazo y la indiferencia de las personas que se encontraba,pero si ese sendero debía recorrerlo de nuevo sólo para tenerlo a él,sin quejarse lo recorreria otra vez.
Las cosas anduvieron bien en los días posteriores. Sólo hablo con Whis una vez,pero estaba bien. Ella entendía que él debía atender las necesidades y caprichos de un dios muy demandante. En cuanto a ella se dedico a su restaurante y con ayuda de Haru,su administrador y su mejor amigo,todo estuvo listo muy pronto.
Sen había descubierto muchas cosas en ese último tiempo y una de ellas era que no estaba tan sola como ella pensaba. Tenía un gran amigo en Haru y consiguió otro en Shun,el hombre del que pensó estar enamorada y Ken le confesó que estaba enamorado de ella,unos días antes a esa noche. Lo rechazo claro,pero estaba sorprendida. Jamás fue conciente de sus cualidades, jamas trataba de impresionar a alguien con sus buenas acciones. Si iba al horfanato era porque le gustaban los niños y le entristecia que ellos no fueran amados en esos años donde se forma el carácter. Si hablaba en la radio era porque le gustaba y si quiria tener un restaurante era porque le gustaba cocinar. Pero ahora que se miraba en el espejo se veía de una forma diferente y también veía cosas que antes no. En fin. Eran días buenos que la tenían de buen humor y mientras revisaba la cocina en compañía de Haru se le ocurrió una idea:
-¿qué te parece si para la inauguración invitó a los niños del horfanato y a mi familia?-le pregunto a su amigo.
-eso es como invitar a un batallón,pero por mi esta bien-le respondío este-supongo que él vendrá también...
-voy a invitarlo,pero no sé si pueda venir. Él está muy ocupado-le dijo Sen con una dulce sonrisa.
-por supuesto que iré,no me lo perdería por nada. La abertura de tu restaurante es muy importante para ti y...-decia Whis hasta que su dios le brinco encina para asomarse a su cetro y ver.
-¿restaurante? Tu novia abrirá un restaurante,pues que me invite...
-señor Bills...
-por mi esta bien-le dijo la muchacha algo incómoda con ver a Bills atraves de ese comunicador.
-¿estas segura?-le cuestióno el ángel-puedo dejarlo aqui...
-¡oye!-le grito el dios y Whis se lo quitó de encima bruscamente.
Comenzaron a discutir y Sen no pudo evitar reír al precenciar aquello.
Lejos,Daishinkan veía toda la escena. Miro hacia el espacio más allá de ese balcón y suspiró con pesar antes de entrar al palacio a paso lento.
ESTÁS LEYENDO
Ella no es digna de tí
FanficQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.