Ella no es digna de tí

veintinueve

Sen quería huir. Se sentía tan poca cosa en comparación a Whis que ese espacio,entre sus brazos,le era tan incompatible con ella que sentía le dolía. Pero él no la soltó. La mantuvo allí hasta que ese llanto doloroso fue
cesando. Whis lo vio todo atraves de su cetro. Sintio cuando su padre fue a la tierra y de inmediato fue también,pero no llegó a tiempo para interferir. Decidió darle a Sen el tiempo suficiente para que se despejara un poco,por eso la esperó ahí,mas al verla supo que ella no había lidiado aun con las horribles palabras de su padre. 

Sen no era una mascota para él y de ninguna forma Whis,la consideraba un grano de arena en el desierto. Hizo desaparecer su báculo para poder tener su diestra libre y así acariciarle el cabello intentado que se relajara. Justo a fuera de la casa de Sen,habia una pendiente con verdes pastos y en ella,el ángel se dejó caer sentado con la muchacha entre sus brazos. Sen ya no lloraba,mas aun sollozaba aferrándose a las ropas de Whis que con paciencia esperaba el momento para hablar. Sucedió después de varios minutos el que ella se apartara de él y se quedará de rodillas viendolo con una expresión tan dulce que Whis sintió ganas de pellizcar una de sus mejillas,pero había algo más relevante y era difícil de conseguir. Llevo su mano hasta el rostro de la joven y la dejo allí mientras ella cerraba los ojos para disfrutar la caricia.

-¿no es cierto lo que tu padre dijo?-le pregunto Sen.

-nada de lo que dijo respecto a lo que siento por tí es verdad-le respondío Whis-él no sabe nada...  o bien lo sabe todo y no lo acepta,pero eso no importa...No puede hacer más que emplear palabras para intentar separarme de tí y las palabras...

-son en lo que menos debemos crear,pues hasta nos engañan a nosotros mismos,nos lastiman también-señalo Sen y seco sus lágrimas- ¿siempre será así?

Esa pregunta le dibujo una jovial sonrisa a Whis,porque quería decir que ella no lo dejaría.

-no lo sé,pero eso no importa. Yo estaré aquí para secar tus lágrimas-le dijo el ángel mientras ponía sus dedos baja la barbilla de la muchacha y besarle la huella de su llanto-pero mejor que eso es que no voy a permitir que él u otra persona te hagan llorar y por tanto tú tampoco debes permitirlo,Sen...

La muchacha sonrió y se abrazo a él. Fue cuando noto que le había arruinado el traje con sus lágrimas y otras cosas. Algo avergonzada incistio en limpiarlo. Tomo de la mano a Whis y lo llevo dentro de la casa. Claro que el ángel hubiera podido solucionar aquello con  el giro de su cetro o menos,pero le gustaba que ella se interesara en él,asi que la dejó hacer lo que le dijo. Ahora que cambiar su atuendo de forma convencional fue algo nuevo y término con la cabeza atorada en el cuello de la túnica. Nunca había hecho algo así antes y pensó en lo útil que sería ponerle una cremallera a esa cosa. Sen le prestó su cuarto para que se cambiará. Le dio un pantalón y una camisa que de largo estaban bien,pero le quedaron algo holgados y por supuesto que pregunto de quien eran,pues la idea de llevar ropa prestada no le era muy agradable.

-de mi padre-le respondío la muchacha y cerro la puerta tras ella.

Bueno la ropa del padre de Sen era algo incómoda,por varios motivos y si no hubiera sido por los tirantes que se cruzaban en la espalda,esos pantalones se le hubieran caído. La habitación era bastante agradable y la cama tenía una colcha hecha a mano, como las fundas de los cojines y la muñeca de trapo que descansaba entre ellos. En los muros colgaban atrapasueños y algunos dibujos. Pilas de libros habían en el piso y un escritorio lleno de papeles con ceniza de inciensos que perfumaban el ambiente. Tardó un poco en salir de ahí y cuando lo hizo noto que su peinado estaba desaliñado y tratando de arreglarlo con la mano,acabo por desvaratarlo.
Iba llevar su cetro a sus mano para arreglarlo cuando se encontró con la muchacha que le pidió las ropas para lavarlas,pero
se le quedó viendo con curiosidad.

-que largo tienes el cabello-le dijo con extrañeza.

-si bueno...

-creo que luces mejor así,aunque deberías sujetarlo con algo-le dijo y tomo la túnica para llevarla a la lavadora.

Whis se quedó pensando en ese comentario y miro su reflejo en un espejo. Talvez no estaba mal cambiar su peinado y que extraño se veía con esa ropa. Bueno habia usado antes un atuendo diferente,durante el partido de Béisbol,pero no se había mirado en ninguna parte. Se quedó viendo con atención y tan distinto a un humano no era. Si su piel fuera blanca o morena y no llevará ese halo en el cuello no habría diferencia. Curioso que su apariencia compartirá tanta similitud con la humana.

-¿es la primera vez que te vez en un espejo?-le pregunto Sen al salir de la cocina con un recipiente y una cuchara en las manos.

-¿por qué lo haría? Mi aspecto no es relevante en nada de lo que hago. Más allá de siempre estar impecable y gallardo no hay nada que de mi figura sea relevante. Dada mi naturaleza pasó eones como un niño o un anciano-le explico el ángel.

-ahora entiendo porque tú padre parecía un muchachito-comentó la muchacha con una sutil sonrisa.

Whis ríos con esa risita suya tan particular.

-es la primera vez que alguien se refiere así a él. Como le dije...para nosotros el aspecto no es relevante. Además en cosa de gustos se rompen paradigmas-le dijo con su buen ánimo habitual.

-supongo que si...-murmuró Sen.

-¿que tienes hay?-le pregunto el ángel con interés en el recipiente que llevaba Sen.

-es helado de vainilla ¿quieres un poco?

Un poco que se convirtió en el recipiente entero. Sen jamás había visto que alguien se comiera un litro de helado de una sóla vez. Bueno casi el libro de helado,porque cuando noto que ella lo veía le ofrecío lo que quedaba,pero ella lo rechazó pensando que Whis tenía mucha  hambre.

-tu ropa estará lista en una hora ¿quieres quedarte a cenar?-le pregunto mientras lo veia escarbar en el fondo del bote de helado.

-¡oh eso me encantaría! Puedo ayudarte si quieres...

-no hace falta...

-pero quiero hacerlo...

El incidente con Daishinkan quedó atrás para la muchacha o eso parecía,mas no asi para este que observaba la escena. Whis lo sabía y por eso beso a la muchacha. Una forma de decirle a su padre que no lo dejaría entrometerse.

-ya veremos,Whis...ya veremos.