Poco a poco Sen se fue habituando a la presencia de Whis que iba a verla cada dos semanas más o menos. Paulatinamente le fue hablando un poco más y así el ángel descubrió que ella escribía poemas, trabajaba en una radio y tenían una numerosa familia en el campo, además de ayudar en el horfanato. Conforme más sabía de ella, más crecía ese sentimiento en el corazón de Whis y a momentos le era difícil contener los deseos que ella le provocaba y que no eran la gran cosa si de un humano se tratase, pero para él eran motivo de controversias.Aquella única vez en que tuvo la oportunidad de abrazarla le rondaba la memoria. A veces cerraba los ojos y revivía ese momento. La tibia y frágil mujer se agitaba entre sus brazos con el temblor de la tristeza y él solo quería que ella no llorara más. Pasó algo parecido con lo del niño. Una sencilla conclusión llegó a la mente de ese ser con eones de años de edad:" el amor es querer ver a la persona amada felíz". Ahora que hacer feliz a alguien era un poco complicado y en nada se parecía a hacer feliz al dios que llevaba meses dormido. Sen lo hacía feliz a él cuando le daba una tímida sonrisa o le compartía algún postre que le daban en el restaurante o cuando se sentaba frente a él en el parque para conversar. Ella lo escuchaba y le gustaba ser oído, mas al tenerla tan próxima surgían esas ganas de abrazarla, de morderla, de apretarla. Pero Sen seguía manteniéndolo a raya. No es que Whis no estuviera enterado, a esas alturas, de las demostraciones de afecto más frecuentes entre los humanos, eran esas paredes tan sólidas que tenía la muchacha entorno a su corazón lo que no lo dejaban proceder como deseaba.
Esa tarde en el parque mientras ella le hablaba de la música de la radio en que trabajaba, Whis la contemplaba embelesado y veía esa mano apoyada en la hierva con la tenue añoranza de sujetarla, mas ella siempre evadía cualquier contacto físico con él.
-Los niños me han preguntado por ti- le dijo Sen, cambiando el tema- ¿Te molestia ir a verlos? Bueno...Solo si quieres...
-¿Quiere usted que yo vaya?-le pregunto Whis algo distante.
-Son ellos los que quiere verte- murmuro Sen con timidez y apartó la mirada.
-Ire por ellos entonces- le respondió Whis algo cortante.
La muchacha lo miro en ese momento. El tono de voz del ángel nunca había sonado así hasta ese momento.
-¿Te sucede algo?-le preguntó Sen.
-¿Me gustaría saber si a usted le sucede algo conmigo?- le preguntó torciendo un poco la boca.
Sen abrió los ojos desconcertada ante esa pregunta y un ligero sonrojo se apoderó de su rostro. Apartó los ojos de Whis entonces. Fue algo que el ángel no se tomó muy bien.
-Es que creo que he expresado mis intenciones con usted de forma bastante clara, pero hasta ahora no me ha manifestado absolutamente nada al respecto- le dijo Whis.
-Lo siento yo...tengo cosas que hacer- le dijo la muchacha y se levantó para irse, mas él la sujetó de la mano para retenerla.
Una acción casi involuntaria que le causó extrañeza al mismo Whis, pero no la soltó. Las manos de Sen eran algo ásperas, pero llevaba tiempo queriendo tocarla. Para la muchacha fue algo incómodo, pues las manos suaves de Whis la hicieron sentir avergonzada. Se sintió tosca y vulgar. Como una piedra cubierta de impurezas y tierra ante una gema pulida.
-Disculpe mi osadía-le dijo el ángel y la soltó.
-No pasa nada...-le dijo Sen y volvió a sentarse.
Whis le resultó un tipo agradable y divertido, aunque a veces la calma con que se tomaba las cosas era algo desesperante. Si bien Sen sabía que era un ángel, le costaba verlo como tal por la inmadura actitud que sostenía. Cierto era que muchas veces le demostró su gran intelecto, pero la mayoría del tiempo parecía un niño grande y esos modos delicados, con sus exageradas impresiones lo hacían simplemente adorable. No podía molestarse con él, al menos no por mucho tiempo y la calma que transmitía le resultaba grata.
-Es agradable estar contigo- declaro Sen subitamente-Me gusta tu compañía...y...
No dijo más, pero desde hace un tiempo aguardaba sus visitas y lo pensaba con frecuencia, mas aún cuando Whis había manifestado por ella sus intenciones, a ella tal cosa le resultaba imposible, pues ese que tenía en frente y la miraba condescendiente le resultaba alguien tan inalcanzable como lo eran las estrellas. Un ángel ¿había un ser que estuviera a su nivel? Tal vez, pero ella no era esa criatura. El tacto de su mano era suficiente para descartar esa posibilidad ingenua que él alimentaba con quien sabe que intensión.
-Solo yo puedo decidir quién está a mi altura- le dijo Whis repentinamente- Cada individuo tiene sus preferencias y estándares, pero en mi caso tales cosas...Bueno la verdad no creo que estas cosas merezcan demasiadas explicaciones. En palabras sencillas usted me gusta como para ser mi novia, como dicen aquí en la Tierra...
Sen quedó perpleja ante tan honesta declaración y el simpático rostro del ángel con esa mirada en ella la hicieron pasar del pálido al escarlata.
-Cada vez que se sonroja parece una sabrosa manzana- comentó el ángel inclinandose hacia ella.
-¿En serio no entiendes la palabra tacto? -le dijo la joven a media voz.
-El amor es imprudente- le señaló Whis.
-¿Amor? ¿Y qué sabe un ángel del amor?- le cuestionó Sen tratando de volver su rostro a la normalidad.
-Todo y nada...-le respondío Whis- Pero podríamos experimentarlo juntos...
-Suena algo insensato...
-Los únicos seres que podrían reclamarme por algo como esto, créame que están ocupados con asuntos muchos más "importantes". Además tampoco estoy violando alguna regla o descuidando mi labor, sin embargo, cierto es que a mi lado algunas cosas se apartarían de la convencionalidad.
Whis era demasiado directo, pero nada sonaba grosero en su boca y Sen era lo suficientemente inteligente para ver todo lo que encerraban esas palabras. Lo miro y muchas posibilidades pasaron por su cabeza, pero más que esas circunstancias hipotéticas a Sen le surgió una pregunta que le trajo el recuerdo del hombre que trabajaba frente al restaurante, sin embargo, lo apartó de su cabeza para volver sus ojos al ángel que estaba, ahora, a centímetros de ella. La jóven sentada en el suelo como un jefe indio y Whis con una rodilla en tierra para alcanzarla. Está vez ella no se apartó como siempre y se quedó allí como una mariposa suspendida en el aire.
Un beso, era algo nuevo para Whis, mas ese contacto de sus labios con la mejilla de Sen le causó un ligero estremecimiento. Como agua agitada por una piedra. Fue un toque suave, tan ajeno a los que Sen estaba habituado que sintió una emoción que le reclamaba llorar por algo que no era alegría o tristeza. Pero ese beso inocente en el rostro fue solo la antesala del que vino después que tampoco traspaso la línea de la ingenua tentación del primer contacto,pero que fue suficiente para ambos para comprender que eran correspondidos...
El cándido primer beso en los labios de ambos en sus vidas, los hizo sentir semejantes a dos niños que exploran el amor de años blancos...
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Ella no es digna de tí
FanficQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.