Caminaron en silencio varias cuadras antes de llegar a un edificio algo viejo donde Sen habló con un hombre en la puerta que llamó por teléfono, para un minuto después poder entrar. Había un largo pasillo con solo puertas de un lado. De una de estas salió una mujer con vestido largo. Sen la saludó y corrió hacia ella, Whis se quedó atrás viéndolas hablar un momento. La mujer se alejó por el pasillo, después de una breve charla y Sen le pidió al ángel salir al jardín donde había unos díez niños jugando en el pasto verde. Apenas vieron a la muchacha corrieron hacia ella muy animados, como si hubieran visto a alguien muy querido que llevaban tiempo extrañando y así era. El motivo, Whis lo conocería muy pronto. De la mochila que llevaba en la espalda y que parecía una caja, Sen saco unos pequeños recipientes que comenzó a repartir a los niños y que Whis miro con interés, pues el aroma dulce que salía de ellos le dió una idea de que podía ser, pronto lo vio también: eran postres y galletas.-Que bueno que les gusto- les dijo la muchacha a un par de niños que les dieron las gracias-¿Dónde está Kenta?
-No se ha sentido bien. Se lo pasa en cama nada más- le dijo una niña pequeña.
El rostro de Sen se tornó algo triste al oír aquello, pero solo por un momento. La niña la tomó de la mano y le pidió que jugará con ella a las muñecas en el jardín.
-Vamos a tomar el té con estas deliciosas galletas- le decía a Sen cuando miro a Whis- Hola ¿tú quien eres?
-Doy Whis- le respondío el ángel amigablemente e inclinandose un poco hacia la niña.
-¿Por qué tu piel es azul?-le pregunto la pequeña.
-Bueno eso es por...
-¿Eres hombre o mujer?-le preguntó un niño.
-Veras yo soy...
-¿Por qué traes puesto un vestido?-le pregunto otro.
-¿Me prestas el labial azul que traes y también el esmalte de uñas?- le preguntó otra niña.
Whis pronto se vio acosado a preguntas y un pequeño le levantó la túnica para ver si traía pantalones ¿que por qué traes ese báculo? ¿que cómo le haces para ir al baño? ¿que por qué eres tan alto? Y muchas, muchas más interrogantes que ni siquiera le daban tiempo a responder. Sen lo miraba en silencio medio sonríendo. A kilómetros se le notaba que estaba muy incómodo y le era divertido. La muchacha terminó por llevarse el puño a la boca para disimular la gracia que le causaba toda la situación, pero al final no pudo contenerse más soltando una sonora y agradable risa que hizo que Whis volteara a verla. Ese semblante siempre melancólico y sombrío se iluminó con la luz de la alegría y Sen se vio tan hermosa para el ángel.
-Él no lleva un vestido. Lo que trae puesto es una túnica-les dijo la muchacha abriéndose paso entre los niños- Veran...Whis es un mago y vino a darles un espectáculo.
Los niños aplaudieron emocionados y Whis entendió porque ella lo invitó a acompañarla. No le gusto aquello, pero después de verla reír no tenía ganas de quitarle las huellas de aquel gesto en ese semblante que le gustaba ver, según acababa de descubrir, feliz.
-Estos niños sufren mucho, dáles un poco de diversión-le dijo en voz baja- Solo te tomará un momento. Vuelvo en seguida.
El ángel la vio volver a aquel pasillo a paso lento. Whis giró su báculo y se dispuso a distraer a esos niños con alguna cosas simples. La espectación en los ojos de los pequeños era grata, pero no sus preguntas eran otro asunto. Se quedó con ellos un buen rato. Para cuando fue a buscar a Sen, el horfanato contaba con una resbaladilla, unos columpios y en resumen un lindo patio de juegos además de una variada colección de muñecas que hizo basándose en las que las niñas le mostraron. Ajenos a lo que eso podía causar en los adultos a cargo, Whis llegó hasta la puerta entre abierta de una habitación algo aislada. Sabía que ella estaba ahí, mas se detuvo al oír la charla en el interior...
-Es un momento de oscuridad solamente...un breve lapso en que te sentirás algo asustado, pero después de eso... después de eso no hay más dolor o miedo...-le decia Sen a alguien.
-¿Estas segura?-le preguntó la voz cansada de un niño.
-Sí...-le respondío ella y le hizo una caricia al pequeño tendido en la cama.
Whis se asomó a ver y contemplo la escena con gravedad. El niño se veía tan lánguido y Sen tan compuesta. Su alegría no estaba, pero se veía firme, segura mientras le peinaba los cabellos con la mano de una forma casi maternal.
-¿Cómo es el paraíso?-le pregunto el niño con un gran esfuerzo.
-Es un lugar hermoso...lleno de naturaleza vírgen y gentiles animales. El aire huele a flores y el clima siempre es perfecto, ahora que si te gusta la lluvia, también puede llover... solo hay personas buenas ahí que te tratarán bién...-le respondío Sen.
-¿Será un momento de oscuridad solamente?-le preguntó el niño mirando al techo.
-Sí...un momento nada más. Como cerrar y abrir los ojos, Kenta-le dijo Sen y le tomo la mano.
-Comoo cerrar... y ...abrir los ojos...-murmuró el pequeño y su cabeza cayó indolente a un lado.
-¿Kenta?...¿Kenta? ¡¿Kenta?!-lo llamó Sen levantandose de la silla para tomarlo de los hombros.
Lo sacudió; no reaccionó. Le tomó el pulso y entonces... entonces, en silencio, lo abrazo.
-Solo un momento de oscuridad para siempre habitar la luz-le dijo la muchacha mientras lo acubanaba en sus brazos.
Whis observabo todo y miro su cetro un momento. Algo de agitó en su interior al ver y oír lo que pasaba allá dentro. Una sensación muy incómoda y molesta que le estaba dictando hacer algo que nunca antes había hecho. Entró en la habitación ante la sorpresa de Sen y dirigió al niño su báculo. Un resplandor vio la muchacha y un momento después, Kenta abrió los ojos. Parpadeo varias veces antes de que Sen lo apartara con desconcierto de ella para mirarlo incrédula de que el niño estuviera bien de que estuviera vivo.
-¿Kenta... estas..?-balbuceo Sen.
-Me dormí un momento...-dijo medio aletargado- Lo siento Sen. Lo que me decías estaba muy bonito y me dieron ganas de...
Los brazos de la muchacha entorno a él lo solenciaron por un instante.
-Sen...es raro, pero mi cuerpo no me duele -le dijo después de un rato.
-Me alegra saberlo-le dijo ella y miro a Whis.
"Gracias" esa fue la palabra silenciosa que salió a través de los ojos marrones de Sen y esa sonrisa que le dio era por lejos la más bella que le habían dedicado. No solo por venir de ella,que le despertó ese sentimiento profundo,sino por lo que le estaban dando en ese gesto.

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Ella no es digna de tí
FanfictionQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.