¿Por qué lo hizo? No estaba seguro, pero si que fue a raíz de ella. Tal vez fueron las palabras de la muchacha o verla llorar por la muerte del niño lo que impulso a hacer algo así . A solas en el jardín del mundo aquel, Whis meditaba profundamente en su intervención.Sen se las arregló para justificarse los juegos que él dejó en ese lugar haciéndolos pasar por una donación. Respecto a cómo fueron llevados e instalados ahí, Sen debió usar todo su ingenio. En cuanto a lo de Kenta, pues no quedaba más que decir que fue un milagro. Aquel hogar para niños albergaba huérfanos desahuciados.
-Todos ellos van a morir, Whis- le dijo Sen cuando dejaron el edificio.
Los niños se despidieron de ellos muy animados, en especial del ángel que para ellos sería, por siempre, un simpático mago.
-¿Por qué le importan?-le preguntó el ángel fríamente mientras iban por la acera.
Sen lo miró un poco confundida. Whis veia tan gélido como un témpano de hielo.
-Tengo quince hermanos. Soy una de las de en medio-le dijo la muchacha ganando la atención del ángel- Pero la mayoría de ellos son adoptados...¿los ángel tienen hermanos?
-Sí- contestó Whis todavía de cabeza en sus ideas- Yo también tengo varios hermanos.
Poco a poco la charla se alejó de lo que a él le causó tanta controversia interna. Pronto se convirtió en un acontecimiento sin importancia. Whis se despidió de ella prometiendo volver pronto a visitarla. Ella solo le sonrió.
-Sen- murmuró Whis mientras pensaba y se dejó caer de espaldas sobre las flores cuando rotorno a su mundo.
Tener tan presente a una persona en sus pensamientos era nuevo para él. Lo mismo añorar su presencia, su compañía. No tardó en descubrir que ella le gustaba (en términos humanos) y sabía, exactamente, lo que le parecía tan atractivo en ella más allá de su aspecto que, a su juicio, no estaba mal. El problema es que se temia no solo le gustaba.
-Creo que...estoy enamorado- se dijo después de un largo rato y se tendió de costado sobre las flores. Apoyo la cabeza en su mano para ver a través de su cetro y ahí se quedó.
La miró un momento. Sen estaba en el restaurante. Se sonrió al contemplarla sentada allí esperando salir en ese vehículo. Apartó la vista después de unos minutos. Todo fue por ella que invadía sus pensamientos cada hora del día y lo distraía de su habitual rutina. Se había enamorado y no era algo que le generará demasiados conflictos. La verdad es que no había regla que le impidiera sentir. En cuanto a revivir al niño, la verdad es que era un acto insignificante. Era más posible que lo regañaran por haber retrocedido el tiempo para salvar la tierra durante la pelea con Freezer que por lo anterior. Aunque la verdad era que el Gran sacerdotes jamás intervenía en cosas como esa. A fin de cuentas los encargados del universo siete eran el señor Bills y el Supremo Kamisama. Si el universo entero se incendiada su padre y el rey de todo solo mirarian. Eso si por casualidad estaban viendo. No por nada eran capaces de borrar universos completos solo porque eran muchos o no estaban en los estándares apropiados. Podía parecer cruel, pero la vida de los mortales era vista tan a grandes rasgos que la existencia de un niño era un grano de arena en el desierto.
Con respecto a Sen, Whis no veía problema tampoco. Mientras por su afecto por ella no se involucrara un asunto relevante, a nadie le iba a importar. Tal vez a su señor, pero este fácilmente dormía meses o años, asi que difícilmente se opondria demasiado a que él tuviera una relación con la muchacha ¿una relación? Los humanos dan ese término u otros a sus interacciones. No era algo que tampoco le causará estrés, pero Sen...Sen era una fortaleza armada y dispuesta a abatir a tiros a cualquiera que se asomara por ahí. Tenía, sin duda, un corazón muy noble. Era generosa, comprensiva y estaba llena de un amor tan tierno que era imposible no quererla. Aunque los humanos se dejan llevar por cosas de índole demasiado superficial, no viendo los grandes atributos de gente como ella.
Sen en cambio no pensaba tanto y Whis no ocupaba sus pensamientos más que de vez en cuando, aunque después de lo que pasó en el horfanato alguna vez se sorprendió pensándolo de una forma ajena a "el imbécil". Él no era humano, asi que no podía juzgar su conducta como lo haría con un hombre ordinario, pero al enterarse de que era un ángel menos creible se le hacía el interés romántico que tenía con ella. Pensaba que era solo por lástima y compasión que se le había acercado. Ignoraba todo el asunto para seguir con su trabajo.
-Hay personas que pueden apreciar lo que no está a simple vista con facilidad- le dijo Haru cuando ella le habló de aquello.
Claro que lo hizo en términos sencillos que ocultaron la naturaleza de Whis.
-Yo soy un buen ejemplo de eso, Sen-continuó Haru- Eres muy generosa, empatizas rápido con los demás y también tienes dentro tanto amor que se te sale por los ojos. Es imposible enojarse contigo... sencillamente eres adorable...
-Él también dice eso- murmuró Sen algo avergonzada por las palabras de Haru.
-A pues eso confirma que es un tipo muy listo ¿qué te detiene? Dale una oportunidad al pobre muchacho...al fin que si solo esta jugando me avisas y lo golpeó con esto- declaro levantando una barra de acero-Y sino pues...¡excelente! Eres joven y no deberías tener miedo a sentir...
No tenía miedo a sentir precisamente, pensó Sen. Iba a subir a la motocicleta para irse a casa cundo el sujeto del otro lado de la calle se le acercó para entregarle un sobre.
-Es para la chica de la radio-le dijo en tono seco después se fue.
La chica de la radio era ella. Abrió el sobre y leyó las palabras de amor para una mujer que, como él la imaginaba, no existía. Ese hombre se enamoró de algo que se inventó. Típico de los poetas, pero ridículo al fin y al cabo.
-Buenas tardes, Sen- le dijo una voz a sus espaldas.
-Hola Whis- respondió y se volteo a él con una sonrisa que desconcertó un poco al ángel.
-Me preguntaba si...
-¿Quieres caminar?-le preguntó ella haciendo una bolita la carta y el sobre.
-Me encantaría-le respondío Whis con bastante entusiasmo.
Sen bajó de la motocicleta y arrojó la esfera de papel al contenedor de basura. Después de eso se alejó con Whis hablando animadamente.

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Ella no es digna de tí
FanfictionQue no era hermosa, ni elegante, ni siquiera una guerrera poderosa. Le decían que era una mujer insignificante, que era muy poca cosa, mas él sabía que tal y como ella era estaba perfecta para él.