🌸Día uno🌸

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~°Agarrados de la mano°~

JiMin movió sus manos tratando de alisar su desarreglada camisa blanca, maldijo internamente y miro hacia el frente.

Está era su oportunidad, había sido dada solamente a él, por lo cual debía aprovecharla. Juntos sus manos hechas puños y se animó así mismo. No debía tener miedo a lo que sucediera, después de todo era Park JiMin, un chico valiente y audaz, no debía temer.

Era un día común de primavera, día el cual su escuela había denominado para hacer una excursión, con la excusa de que los alumnos debían desconectarse de la tecnología para conectarse con el medio ambiente.

Tomo con fuerzas las tiras de su mochila y a paso decidió llegó hasta el chico que le robaba suspiros y sonrojos con sólo sonreír, –Claro que sus sonrisas nunca habían sido para él–.

— H-hyung... –Dio un suspiro tratando de normalizar su respiración agitada. Solo era una pregunta nada más la que debía hacer.

YoonGi levantó la mirada de su celular y sonrió al notar la presencia del tierno Park. — ¿Sucede algo Jiminie?.

La alegría que sintió al escuchar ese cálido Jiminie, le provocaba querer gritar y saltar ahí mismo, pero debía contenerse, no podía quedar como un tonto frente a su hyung.

— Y-yo.. me preguntaba si éste asiento está vacío.

Su pequeño dedito índice tembló señalando hacia dicho lugar.

YoonGi negó simplemente, sonriéndole para que hiciera lo que tenía en mente.

Respiró hondo y con las piernas temblorosas tomo el lado de la ventana, solo esperaba a que las pastillas que su madre le había obligado a tomar, surgieran efecto, puesto que justo ahora sentía que su emparedado volvería a ver la luz del día. Uh, eso sería vergonzoso.

Todas las personas en el autobús iban contagiados, por las pegadizas canciones de PSY, cada uno cantando al unisono sus más grandes exitos.

JiMin se sonrojo fuertemente al notarse así mismo cantando en tonos altos, y sus mejillas explotaron cuando al dar una mirada disimulada a su hyung, esté le miraba riendo a penas audible.

¡Sabía que eso sucedería! YoonGi se estaba burlando de él.

Apenado apretó sus labios y desvío su mirada hacia la ventana, de pronto la vista montañosa era lo mejor que podía ver.

La llegada al pequeño campamento,
–que había sido rentado por tres días– fue un total caos para los profesores que luchaban por mantener a raya a sus desobedientes alumnos.

Las actividades de paseos en la escuela de JiMin, habían sido divididas por preferencias; cuando algunos alumnos estaban ahí en el bosque otros habían optado por ir a la playa y entre éstos estaban los mejores amigos del pelirubio, por lo que ahora mismo no tenía a nadie con quién platicar.

Quizás su decisión había sido tonta puesto que el prefería el agua que a la tierra pero su decisión se vio influenciada al escuchar a su hyung optar por el bosque, junto a sus demás amigos.

Así que ahora se encontraba sentado en una pequeña roca, mientras miraba de lejos la amplia espalda de su hyung, mordió sus labios tratando de visualizarse así mismo entre ese grupo de amigos; suspiro por lo tonto de sus pensamientos, pero no tenía otra cosa que hacer, después de todo los demás chicos no quisieron darle una oportunidad para jugar un poco de soccer.

No fue hasta que un duro golpe llegó a su cabeza, que presto atención a lo que los demás hacian.

Se quejó bajito, sosteniendo y sobando su zona afectada. Sus ojos se aguaron cuando dió con las miradas de burla de sus demás compañeros, todos riendo por qué el tonto Park había sido golpeado –nuevamente–, sorbió su naricita y se levantó de su lugar, no quería seguir siendo el hazme reír de los demás.

30 días de YoonMin ; YoonMin/윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora