🌸Día diecinueve 🌸

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~°En ropa formal°~

Min YoonGi nunca había sido alguien que se esforzará por lograr tener una cosa, a excepción de su letras, en lo único que se había esforzado era para poder levantarse de su cama sin fallar en el intento –Sí, amaba dormir– pero como todo lo irónico que puede suceder en la vida, su desinterés por poner esfuerzo en algo, había desaparecido como por arte de magia y todo a causa del bonito chico al cual le tendía una copa de vino.

Su corazón bombeo sangre hacía todo su sistema y sólo porque el chico le había agradecido con esa dulce voz que parecía hacerle competencia a los más hermosos cánticos de las aves por las mañanas.

Su cuerpo reacciono haciendo una torpe reverencia para luego marcharse sintiéndose demasiado torpe ante la explosión de sentimientos que su corazón estaba percibiendo.

Tomando toda la naturalidad posible, se ubicó tras el minibar, dando así varias miradas al reluciente chico.

Su compañero Hoseok le miró con burla al estar el mayor tiempo de la noche con la mirada pegada a los cabellos rosas de quién vestía de forma elegante, pero es que su fuerza era poca para poder luchar contra la atracción que sentía en ese momento.

Su cara se sonrojo al ser descubierto por los ojos acaramelados, pero aún así, no desistió de ver a quién le había robado el aliento.

Su mirada delineó cada curva en el cuerpo del precioso chico y el deseo de posesión le sorprendió al descubrirse pensando en cuanto quería que el chico le perteneciera. Su pecho ardía cual llama ante el deseo de tener la posibilidad de hacerle complemento a esos labios gruesos y rosados.

¿Existía el amor a primera vista?.
Pensó.

Rio por sus pensamientos y negó cual tonto por las estupideces que llenaban sus pensamientos.

Por primera vez en sus años trabajando en el bar, agradeció ser un simple mesero y es que ese simple empleo le había dado el regalo más grande al tener la oportunidad de mirar una cara tan bonita. Sus oidos festejaron cuando al pasar por la mesa del chico, escucho la risa más hermosa que hasta ahora había escuchado.

Pero como todo cuento que llega a su fin, la noche también estaba finalizando y eso fue sin duda el golpe más bajo que había sentido y es que aún sin conocer al chico, su corazón sufrió ante el desespero de querer parar el tiempo, para tan sólo tatuar una vez ese rostro en su corazón.

Después de eso prestó atención a cada persona que pisaba el bar, esperanzado con volver a verle, mentiría si aquel encuentro efímero no le afecto y es que la curiosidad había crecido en su pecho, llevándolo a anhelar con fuerzas el volver a verlo. Y así fue como con un deseo frustrado se vio así mismo usando cada estrella caída del cielo y cada 11:11 marcado en su reloj con tal de ver de nuevo a tal ángel.

Hoseok había tratado de animarlo en medio de bromas infantiles pero eso no fue suficiente para arrancar la melancolía que su corazón desnudo gritaba.

— Vamos hermano, quizás hoy tengas suerte.

Bufó ante eso, la suerte se le había acabado la noche que vió por última vez al precioso chico. Ya habían pasado cuarenta noches y contando de haber visto al ser más hermoso, así que la suerte era todo menos su aliada.

Como el día sábado exigía, se presentó a su trabajo en ropa formal, esperando que esa noche el destino apuntará hacia él y le beneficiará.

Con su cabello peinado hacia la derecha, saco y zapatos bien lustrados, recibió con una sonrisa a cada persona que se presentaba al lugar esa noche.

Los pedidos volaron aturdiendolo un poco, aún cuando ya estaba acostumbrado al trabajo, esa noche parecía que la clientela se había incrementado considerablemente.

Un chico se hizo pasó entre la aglomerada gente y dió dos toques al mesero que yacía dándole la espalda.

Una sonrisa pintó sus labios cerezas cuando el mesero le miró con destellos en los ojos, sus mejillas ardieron ante la atención obtenida.

— ¿Puedo saber su nombre?.

Sabía que su madre le reprenderia si se enteraba de su acción osada de parecer un desesperado, pero es que algo en los ojos de ese jóven le había cautivado insentibandolo a desobedecer las reglas de sus padres hasta el punto de escaparse a escondidas de su casa, con tal de ver la bonita piel pálida en el mesero.

YoonGi estaba en trance, cuestionandose si estaba en la realidad o se encontraba en uno de sus viajes en brazos de Morfeo. Pero la mirada avergonzada y tristona del chico le hizo reaccionar de golpe, tropezandose entre las palabras que parecían no poder coordinarse en su boca.

— Y-yoonGi, –Carraspeo– me llamó Min YoonGi.

¡Pregúntale su nombre!.

Grito su conciencia pero su lengua parecía haber retrocedido años luz al no poder articular la pregunta. Dios estaba siendo tan tonto.

— Es un bonito nombre –Sonrió.– Mi nombre es JiMin por cierto.

JiMin.

¿Esa era el nombre de un ángel?. Porque así se sintió al saborearlo en la punta de su lengua.

— Un gusto JiMin.

Se sintió orgulloso de si mismo y sonrió mostrando sus encías, demostrando cuanta felicidad estaba experimentando.

JiMin se sorprendió y volvió a sonrojarse ante la bonita sonrisa del mayor. Sin duda no se había equivocado cuando catálogo como guapo al mesero que le tendió una copa de vino.

— Yo, mm.. tomaré vino.

YoonGi asíntio y de inmediato rodeo la barra para atender al chico precioso.

Con la copa desbordándose de vino la alzó para hacer sonarla al compás de la del pelirosa, no sabía cuantos minutos o horas llevaban hablando, conociéndose, pero el ser despedido por su inteligencia en el trabajo parecía importar poco mientras saboreaba el sabor del whisky entre sus labios.

Se sentía nadando en el vacío y eso no importaba cuando esa hermosa sonrisa era solo para él, cuando el pequeño seductor de piel nivea logró mover cada espacio diminuto de su corazón.

Él nunca había sido alguien que se esforzará por tener lo que quería, pero esa noche, cuando sus labios danzaron en los esponjosos del bello angel, se prometió así mismo dar su mayor esfuerzo con tal de hacer sonar sus corazones de manera recíproca. Porque quizás la suerte sí existía y el destino se ponía de su lado, puesto que estaba viviendo el mejor momento de su vida.

🐥

Lamento si un capítulo corto después de tres días, pero realmente me esforcé en medio del poco tiempo que tengo para poder escribir, así que espero y lo hayan disfrutado tanto como yo lo hice escribiendo.

#StreamBlackSwan.
;)

NABIKOOK.

30 días de YoonMin ; YoonMin/윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora