🌸Día once 🌸

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~°Usando kigurumis°~

JiMin siempre había sido un omega con demasiado entusiasmo y carisma que cualquiera llegase a envidiar y sin mencionar esa aura inocente que provocaba el instinto de protección en cualquiera que lo conociese.

El rubio era realmente tierno, pero aveces esa ternura le provocaba tener enemigos injustificados; un ejemplo de esto, eran esos chicos –también omegas– de cuarto año, JiMin estaba en su tercer año pero aún así tenía a personas odiandole de años superiores.

El pequeño omega nunca entendió a que se debía ese constante odio hacia su persona, él quien siempre se preocupaba por los demás y nunca hacia sentir mal a los otros. ¿Entonces porque esos chicos le gastaban bromas y lo molestaban?.

La razón era simplemente tonta y es que la envidia era la palabra que representaba el naciente odio en los demás omegas, ésto debido a que los alfas y betas de las escuela le defendían constantemente, causando que los omegas le envidiarán por tener ese tipo de atención.

Sus puñitos se cerraron en las correas de su pequeña mochila y en pequeños saltitos se encamino por los pasillos de la escuela, agitando su mano saludo a todo el que se le cruzaba, sonriendo en grande a los que si le devolvían el saludo.

Su casillero se encontraba a solo unos pasos de distancia y cuando estaba a punto de llegar, tropezó contra un cuerpo tendido en el suelo.

Uh, sin duda debía poner más atención donde pisaba.

Sus manos se prepararon para amortiguar el golpe y sus ojitos se cerraron tratando de evitar ver lo que sucedería, pero al contrario de eso, unas manos lo apresaron de la cintura para evitar que cayera. Así que ahora, en lugar del frío suelo, lo único que estaba sintiendo era la respiración demasiado cerca de otra persona.

Sus ojos se abrieron lentamente y casi de inmediato sus mejillas se pintaron de rojo.

El alfa le miraba de manera escruniñadora, provocando nerviosismo en el pequeño omega, ésto debido a que las manos grandes del azabache no habían dejado de apresarlos.

— L-lo siento. –Pronuncio mientras se levantaba de su lugar. – ¿Lo he lastimado hyung?. Porque si es así quisiera que me permita llevarlo a la enfermería.

El alfa no pronunció siquiera una palabra, solo se levantó de su lugar y se fué sin despedirse.

JiMin puchereo ante eso; ese alfa nunca respondía a sus saludos, ni si quiera le prestaba atención cuando usaba unos pompones –Confeccionados por él mismo– para animarlo en los partidos de basquetbol.

Saludo a sus compañeros de aula animadamente y corrió hacia su asiento. Aún quedaban unos minutos para que el maestro llegará, así que saco su libreta dispuesto a hacer garabatos de gatitos. Pero sus acciones se vieron interrumpidas por un grupo de omegas.

— JiMin, que bueno que te encontramos.

— ¿Me estaban buscando?. –Cuestiono confuso, después de todo los omegas nunca se le acercaban si no era para molestarlo.

— ¡Sí! –Exclamo una castaña– Las unnis de cuarto año nos dieron la tarea de informar a toda la escuela de la vestimenta de mañana.

30 días de YoonMin ; YoonMin/윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora