ARTEMISA'S POV
—Y una mierda –dije cuando nos detuvimos frente a la casa.— ¿esto es una película de terror o qué?
Apolo no dijo nada, se quedó observando la casa con expresión neutral.
Me dediqué a hacer lo mismo. Un sentimiento extraño me embargó, sentía como si ya hubiese estado aquí. Miré a Apolo y él me devolvió la mirada, sentía lo mismo.
—¿Entramos? –asentí.
Si por afuera la casa me pareció familiar, el interior fue una explosión, todo lo que veía sentía que ya lo había visto antes.
—Esto no es normal –fruncí el ceño.
—Artemis –Apolo y yo nos miramos al mismo tiempo.
—Me llamó –dijimos al unísono.
—¿Cuál es el maldito juego? –preguntó Apolo en tono molesto.— ¿por qué no simplemente dices lo que quieres y ya? –habló a la nada.
—Apolo...–mi voz se detuvo abruptamente cuando vi la foto.
—¿Qué sucede? –sus ojos siguieron a los míos y su cara adoptó mi expresión: shock absoluto.
En la foto estaba yo de pequeña al lado de un niño, de inmediato identifiqué al niño como Apolo, era idéntico a él y muy parecido a mi, casi iguales.
En la foto estábamos abrazados en medio del bosque, era una foto muy adorable para ser sincera.—¿Qué demonios? –dijo él.
—¿Cómo es posible? –mi corazón empezó a acelerarse. ¿Apolo y yo ya habíamos estado juntos antes?
Saqué la foto del marco y miré el lado de atrás para ver si tenía algo escrito; gracias al cielo, así era.
El dulce Apolo y la cariñosa Artemisa en su cumpleaños número cinco.
La foto cayó de mis manos. Apolo fue ágil y la agarró antes de que cayera al suelo. Leyó lo que estaba escrito en la foto y me miró.
—Te miro y te miro y no logro recordar nada de esto –señaló la foto. Negó.— subamos, quizás encontremos algo que nos aclare la cabeza, porque ahora mismo estoy hecho un lío.