—Buenos días –saludé a todos en el comedor. Se quedaron petrificados observándome.
Era la primera vez que bajaba de mi habitación desde lo sucedido con Nate. Habían pasado dos semanas desde que intenté quitarme la vida.
La única persona con la que hablaba era con Sofía, Sam, Elisa y mis madres iban a visitarme algunas veces, pero Sofía era la más constante. Me gustaba hablar con ella ya que era la única que entendía mi situación.
Hoy cuando desperté decidí que ya no quería seguir más encerrada, debía ponerme en marcha para encontrar a Nate.
—Buenos días –dijeron después de unos segundos.
—Moonshine –Alessandro sonrió al verme. No lo había visto desde hace dos semanas, mediante Sofía le dije que quería tener espacio, él lo respetó. Me senté a su lado en la mesa y le sonreí levemente.— me alegro de que estés aquí, ¿que te apetece? ¿Quieres que te cocine algo? –reí, fue algo inevitable, me causaba gracia y ternura sus preocupaciones.
—Estoy bien, comeré algo de fruta, no tengo tanta hambre –dije.
—Vale, vale –asintió.
Desayunamos en silencio, al menos por parte suya y mía, la familia se mantuvo muy animada conversando, me gustó eso, me gustó que no se quedaran callados en un silencio incómodo por mi causa, sino que siguieran como que nada pasó.
—Y bueno, –empezó diciendo Elisa.— ya todo está listo para abrir la boutique, pero solo me hace falta uno de los pilares más importantes –me miró.— se que...
—Deja las palabrerías, sabes que cuentas conmigo para todo –la interrumpí con diversión.— ¿ya decidiste el nombre? Recuerdo que nunca acordamos uno.
—Si, así es –dijo emocionada.— el nombre lo eligió Samantha: "Vamp Wonder", y me fascinó al instante, solo falta tu aprobación.
—¿Bromeas? Está divino, me encanta –sonreí.
—Genial –dijo feliz.
Continuamos desayunando hasta que poco a poco los miembros se fueron dispersando mediante terminaban de comer, hasta que solo quedamos Alessandro y yo.
—Vamos, puedes preguntar y decir lo que quieras, no me voy a romper –le dije después de un rato, percibía que estaba ansioso por hablar conmigo, ademas, yo también lo estaba. A pesar de todo, mi corazón lo reclama a mi lado y no soporto estar lejos de él, bastante fue con esas dos semanas.
—¿Estás... bien? –preguntó dudoso.— es que te ves demasiado bien, y no creí que pasaría tan rápido, quiero decir, me alegra que sea así, pero... se que no es fácil y se toma su tiempo para sanar...
—No, no estoy bien –confesé.— pero algo que me ayudará a estarlo es matar a Nate y no puedo hacerlo desde mi cama –dije como si nada.— además, no quiero que esto me consuma, no quiero echarme a morir –él asintió.
—No he tenido la oportunidad de decirte de que Megan está involucrada en esto –mi respiración se detuvo.— ¿recuerdas que en el club mi guardia me dijo que algo requería mi atención? –asentí.— bueno, era Megan quien estaba afuera tratando de disculparse conmigo por todo lo que hizo, no le creí ni me importó una mierda, para cuando volví vi como Athan te traía en brazos desmayada –golpeé la mesa furiosa.
—Ellos lo planearon –sisee.— esos malditos –cerré los ojos con fuerza, ahora tenía más motivos para vengarme.
—Siento que fue mi culpa por haberme quedado tanto tiempo escuchando sus estupideces, si tan solo no me hubiera ido de tu lado...–negó.