Desperté debido a los rayos del sol que se filtraban desde la ventana hasta mis ojos.
Estrujé mi cara, tenía un enorme dolor de cabeza, era como si veinte elefantes tuvieran un concierto de música electrónica dentro de ella.
De pronto, los recuerdos de la noche anterior me azotaron como látigos.
Nate me había violado.
Nathanael, el chico con quien había pasado la vida entera, quien me cuidaba y defendía, a quien yo amaba como mi hermano, me había violado.
Un sollozo se escapó de mi garganta, me sentía ultrajada, sucia, impura.
Me acurruqué entre la sábana, intentando desaparecerme en ella, esto no podía estar pasando.
No pude hacer nada para detenerlo, todo fue mi culpa, fui una completa inútil, como siempre. Se supone que soy una bruja muy poderosa, ¿de qué me sirve si cada vez que lo necesito la magia me abandona? Soy un maldito títere que quien quiera maneja a su antojo.
Pero esta vez, sobrepasaron los límites.
Esto fue demasiado.
—Necesito un baño –dije con la mirada perdida. Estaba hablando sola.
Caminé hacia la ducha y me dejé caer en el piso, restregaba mi piel bruscamente, necesitaba quitar toda la suciedad de mi cuerpo.
Toqué mi intimidad, me dolía demasiado, eso solo me confirmaba lo que ya yo sabía, pero no quería aceptar.
No fui lo suficientemente fuerte para luchar, ¡soy una maldita bruja y no fui capaz de defenderme!
Lo peor es que esto no vino de un desconocido, fue de alguien a quien yo amaba con todo mi corazón, yo confiaba en él ciegamente, ¿cómo iba a creer de que él era capaz de hacerme esto? ¿Cómo iba yo a creer de que fuera capaz de violarme?
Nunca pensé que esto podría pasarme, la gente ve cosas así en las noticias, pero nunca se espera que le pasen a una. De saber que esto me iba a pasar, ni en un millón de años me hubiese separado de Athan.
Es que ¡por Dios! Nos criamos juntos, no sé cómo tuvo los escrúpulos para hacerme esto, ¿no pensó en todas las noches que pasábamos viendo películas? ¿Ni cuando me defendió de una pelea en quinto grado? ¿O cuando lloró por una semana entera porque su gatito había muerto y yo lo consolé? Porque yo si, estoy repasando cada momento que pasé con él en mi vida, y no puedo asimilar por qué me hizo tanto daño.
Estuve aproximándose dos horas bajo la ducha, llorando a flor de piel, ignorando a todo aquel que vino a tocarme la puerta para que saliera. Todavía no podía salir de mi estado de shock.
Envolví una toalla alrededor de mi cuerpo y salí del baño.
Las ganas de llorar volvieron cuando vi el vestido que había usado la noche anterior. Tomé unas tijeras y lo hice trizas, quería acabar con todo lo que me recordara lo sucedido. Quería e iba a acabar con Nate.