—¿Qué? –mi lengua quedó seca.
—Si, mira yo no recuerdo nada desde antes de despertar en una cama con Khione y un sujeto raro al lado, lo único eres tú; que me pareces familiar, pero después nada. Sin embargo una vez estuve buscando entre las cajas del sótano y encontré una foto escolar con muchos niños, todos estaban con la cara rayada, otro niño y yo que estaba un poco alejado de mi, en la parte de atrás decía "no pararé hasta verte muerto, no eres mi hermano, eres un ladrón" –me paralicé.— ¿sabes qué es lo más horrible? Que había sido escrito por mi cuando era solo un niño, ¿por qué un pequeño escribiría esas cosas? –suspiró fuerte.— quiero encontrar a mi hermano para conocer la verdad, Khione dijo que no sabía nada de eso y le creí, cuando esa foto fue tomada ella era muy pequeña.
—Esto es impactante –fue lo único que salió de mi boca.
—Lo sé, mi vida no es tan normal como parece.
—Dímelo a mí –hablé sarcástica.— y... ¿Has encontrado algo sobre tu hermano?
—Nada de nada, es imposible encontrarlo, esa foto fue hace años, sabrá Dios donde estará –negó.— sigamos con las preguntas, ¿vale? –asentí.—¿crees en un "para siempre"? –negué.— ¿por qué?
—Nada es para siempre –dije.— o quizás sí (en muy mínimos casos), no generalizo. Pero yo opino que cuando alguien dice "juntos por siempre" o el simple hecho de utilizar la palabra "siempre" es una tijera que corta ese lazo. Aunque soy humana y aveces se me sale ese "siempre", pero cuando soy consiente de mis palabras, trato de no usarlo.
—Vale, ¿y qué dices o dirías en lugar de "juntos para siempre"?
—Juntos mientras nos amemos queramos, podamos; hay personas que quieren estar juntas y no pueden, otras que pueden y no quieren, y algunas que quieren y pueden, pero no comparten el vínculo del amor. Para mí ese es mí "para siempre".
Azriel me miró como si no pudiera creer lo que veía y escuchaba.
—No sabes cuanto me duele que tengas novio –sonrió triste.— está por caer el sol –comentó mirando al cielo.— ¿no quieres..?
—Nunca había visto una puesta de sol tan perfecta –dije fascinada. El sol estaba cayendo y el cielo estaba coloreado de muchas tonalidades, en ese momento agradecí estar viva para presenciar esa belleza. Un "click" me sacó de mi ensoñación.— ¿me sacaste una foto? –le pregunté a Azriel.
—Así es –dijo sin vergüenza.— ¿te la envío por mail o..? –reí.
—Déjame ver –dije.
—No, es algo privado.
—La que sale en la foto soy yo.
—¿En el celular de quién? –mi risa se hizo más grande.
—Eres un tonto.
—Y tú eres bonita.
—Eso ya lo sé –dije altanera.— aunque más bonita es esta vista –volví mi atención a la obra de arte que nos regalaba el universo.
—No lo creo –objetó él.— esta vista es momentánea, tú, sin embargo, eres eterna –el azul de sus ojos se vió realzado por la iluminación del sol.
—Azriel –hice una mueca.— tengo novio...
—Sé que tienes novio, me molesta haber llegado tan tarde a tu vida, y respeto que seas ajena, pero eso no me detendrá para llenarte de halagos cada vez que pueda –dijo sincero.— quizá entre labia y labia decidas elegirme –bromeó.
Vaya, el papá de Alessandro si que era un Casanova, le pasó a sus hijos su gen poético.
—¿Una flor para su hermosa novia? –se acercó un señor vendiendo flores.