Dibujo de Artemisa en multimedia.
ARTEMISA'S POV:
Ya había llegado el día del cumpleaños de Alessandro y andaba vuelta loca buscándolo, desde el día de ayer según él salió a resolver cosas de la manada y no ha vuelto. Al principio me preocupé, pero luego Athan y Apolo me tranquilizaron diciendo que el idiota de mi novio había huido de su fiesta. Y sí que es inteligente, se fue un día antes porque sabía que ya no podría escapar.
—Te odio –le dije a Luka, él había bloqueado la ubicación de Alessandro para que no pudiera encontrarlo.
—También te quiero, Diosa griega –sonrió burlón.
—Es su cumpleaños, debería estar aquí con su familia, las personas que lo quieren...
—Yo no lo quiero –Luka me interrumpió. Giré los ojos.
—Pero ya verá –caminé de un lado a otro, vociferando con histeria.— lo mataré, es más, de dejaré de hablar por toda la vida.
—Claro, porque el silencio es más letal que un cuchillo –el sarcasmo estuvo manchado en cada palabra. Lo miré mal.
—Ni siquiera sé que estás haciendo aquí –fruncí los labios.
—Me gusta verte en la miseria –sonrió como si estuviera viendo su comedia favorita. Ese pensamiento provocó mi risa, mi vida cuando no era una película de terror, era una comedia.— ahora te has vuelto loca –dijo cuando me vio reír.
—¿Sabes? Que se joda, es un imbécil –me senté en el sofá con los brazos cruzados.
—Me voy por un día y ya me odias, ouch –el susodicho venía entrando como si nada, ¡qué descarado!
Lo miré, tenía tantas ganas de gritarle un montón de insultos y maldiciones que mejor me quedé callada.
—Luka, vámonos, este ya no es un sitio agradable –dije ignorando la presencia de Alessandro, parecía una niña de cinco años peleada con su mejor amigo, pero no me importaba lo más mínimo.
—Tendré que venir a vivir a esta casa, uno siempre se divierte aquí –Luka habló con diversión. Luché contra todos mis impulsos de estrellarlo contra la pared.
—Tú no vas a ningún lado –habló Alessandro.
—¿Escuchas algo, Luka? –me hice la desentendida.
—Si, es el imbécil hablando –dijo obvio señalando a Alessandro. Denle el premio al peor amigo del mundo.
—¿Nos dejas solos? –le dijo Alessandro a Luka. Luka pataleo como un niño.
—Está bien, pero me cuentas todo –me señaló.
—Después de esto, lo que haré es asesinarte –lo fulminé con la mirada.
Me guiñó un ojo y lanzó varios besos al aire, para después irse. Le tenía cariño a Luka, pero había veces (como estas) que deseaba arrancarle la cabeza.
—Artemisa –Alessandro llamó mi atención.
—¿Qué quieres? –crucé los brazos, estaba lista para discutir con él.
—Lamento haber escapado, no tengo excusa alguna para eso, es solo que no me gusta ser el centro de atención...
—Fuiste el centro de atención cuando me presentaste como tu mate –le interrumpí con rudeza, asesinándolo con mi mirada.— y eres el centro de atención todo el tiempo, por Dios, eres el alfa de manada.
—Es diferente porque eso lo estaba haciendo por ti, igual que ahora... –se rascó la nuca, esquivando la mirada.— además, lo de la manada no es gran cosa.