『↺Capitulo 4』

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Aquella pesada noche de desvelo provocó que los ojos de Jungkook estuvieran más hinchados de lo normal. El sueño lo estaba consumiendo más el cansancio de toda la noche.

No había podido pegar el ojo. Simplemente no podía. El mensaje escrito porJin le llegaba una y otra vez, maldiciéndose a sí mismo por haber creído que todo estaba por fin bajo control. Que su padre se rendiría y todo quedaría en el total olvido.

Pero no.

No fue así.

La alarma de trabajo que Jimin tenía sonó por fin, según Jungkook solía sonar a las 6:30 de la mañana para poder alistarse bien a su trabajo. De un momento a otro se dejó de escuchar, Jimin la había apagado en un rápido movimiento para no despertar a su querido Jungkook. Aunque, no había necesidad deeso.

—Buenos días, Jimin—Habló Jungkook con voz ronca, girando un poco su cabeza, suficiente para mirar la desnuda espada del pelirubio, quien  se estaba cambiando de ropa.

—Buenos días, Mi amor —Murmuró mientras volteaba de igual manera, aventándose al cuerpo de su pareja para poder besar de su mejilla —Lamento despertarte con la estúpida alarma.

—No, está bien —Sonrió con pesadez, sintiendo sus párpados realmente pesados —No dormí en toda la noche.

—¿Como? —Se separó un poco de él, apoyando su mano en la frente de Jungkook ra tomar su temperatura —¿Te sientes bien?

—Sí —Afirmó —Simplemente no pude dormir, pero fuera de eso me siento bien. Tú ve a trabajar, que todo aquí estará bien.

—¿Seguro? —Arqueó una ceja dudoso, mirando con tristeza la cara de cansancio del pelidorado —Puedo quedarme, Jungkook.

—¿Qué? ¡Claro que no! No tengo nada, lo juro. Sólo no dormí eso es todo —Se levantó de la misma cama para quedar sentado, enrollando sus manos a la cintura del pelirubio para poder besar de sus labios, muy lenta y pesadamente —Te amo, que te vaya bien.

Jimin suspiró al final del beso, mirando con tristeza el cuerpo de Jungkook, el cual nuevamente se acostaba para tratar de dormir.

Le partía el alma verlo en aquel estado, le amaba, le amaba bastante como para verlo tan desecho como si estuviera enfermo pero, aún así tuvo que soltarlo, levantándose finalmente de la cama para caminar rumbo a su closet, sacando ropa para vestirse en la sala, lo que menos quería era hacerle ruido a su pareja.

No conocía la razón de su insomnio pero merecía descansar.

🌑🌛

Busan Corea del Sur.

El Señor Jeon miraba con cautela cada palabra dicha por los tres oficiales quienes se supone habían ido a inspeccionar y hablar a la casa de Jin. Sonriendo irónicamente para negar la cabeza y llevar sus dedos a la frente, apretando de sus dientes tanto que rechinaban entre sí.

Dio un golpe con ambas manos sobre el escritorio de aquel lugar, parándose por fin del asiento de piel negra, mirando con enojo a los tres oficiales.

—Por favor —Pidió con voz grave, empuñando sus manos aún sobre el escritorio—Díganme que hay alguna otra opción.

Los oficiales se miraron entres sí, negando con la cabeza al mismo tiempo en que se encogían de hombros, regresando la mirada con el Oficial Jeon sin respuestas, y entonces fue cuando la decisión se tomó.

—Perfecto... —Agachó la mirada, notando que las manos de sus venas estaban resaltadas de tanta presión que hacía de ellas —Vámonos a Seoul.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora