『↺Capitulo 8』

1.5K 163 26
                                    

En aquel cuarto donde había sido testigo de varias noches de placer, entró por fin la pareja besándose deseosos.

Jimin sujetaba fuertemente a Jungkook de la cintura sin dejar de besarlo mientras que, el pelidorado se retiraba el enorme abrigo, de paso quitándoselo de igual manera a Jimin.

Después de una increíble noche con una Bella Vista a la torre,  además de unas cuentas copas de Champañe, la pareja llegó excitada ala habitación. Besándose desde el primer paso que dieron a la casa.

Jungkook cayó sentado a la orilla de la cama, mirando a su pareja retirarse la playera, tomando de la parte de abajo para levantar de ella hasta por fin quitársela. Nuevamente ese magnífico tatuaje de Dragón se presenciaba aun lado de su abdomen.

—Cielos... —Murmuró Jungkook, mirándole hambriento hasta nuevamente enfocar la vista con los ojos cafés del pelirubio.

Jimin le sonrió atrevidamente. Viendo que Jungkook quedó hipnotizado decidió ayudarle, quitándole de igual manera la playera, sintiendo como de su cinturón lo retiraba las manos de Jungkook.

—Eso, mi amor —Susurró Jimin.

Cuando todas las prendas fueron retiradas, Jimin se recostó sobre Jungkook, su hombría la pegó con la del pelidorado, haciendo breves vaivenes para tratar de provocarlo, una y otra vez hasta por fin escucharse los pequeños gemidos de Jungkook.

—Ah... Jimin...

—Me enfureciste cuando dijiste lo de Yoongi —
Confesó sobre su oído, en su voz escuchándose dominante e impotente —En serio lo pagarás.

Jungkook no sabía si temer o saltar de felicidad. Aquello se había escuchando tan excitante que comenzaba a pensar que con Jimin se estaba volviendo lujurioso.

—Dije que era... broma, ah...

Jungkook cerró los ojos, sintiendo la textura de la polla de Jimin rozar con sus testículos. Quería gritar, estaba a punto. Joder, y Jimin aún no lo penetraba. En un sucio acto, Jimin llevó dos dedos a la boca de Jungkook.

Antes de meterlos acarició de ellos para besarlo con euforia, chupando y lamiendo de ellos hasta dejarlos altamente ojos. Metiéndolos por fin, Jungkook comenzó a rodear los gruesos dedos con su húmeda lengua, chupando de ellos hasta escucharse un morboso sonido.

—Mi lengua podría chupar otra cosa en vez de tus dedos —Comentó Jungkook en tono burlón, sonriendo satisfecho cuando se escuchó un gruñido por parte del pelirubio.

Bajó los dedos lubricados a la entrada de Jungkook, introduciendo de ellos sin piedad, escuchándose un pequeño gemido del pelidorado, y los jadeos aumentaron más cuando Jimin comenzó a prepararlo. Jungkook se sostuvo en los hombros de su pareja, cerrando los ojos mientras sus mojados labios se abrían y de su boca salían enormes y angelicales gemidos de placer.

—Me encanta mi amor, sigue gimiendo...

—¡Joder! ¡Ah!... —Enterró las uñas a la espalda del pelirubio cuanto un dedo más fue insertado, sus piernas se retorcían en busca de que se detuviera, hasta que Jimin paró por fin.

Jimin sonrió plácidamente, levantándose de Jungkook para quedar en medio de su piernas. Observando con descaro a su pareja quien tenía ambas manos cubriendo de su rostro, su pecho subía y bajaba consecutivamente, tratando de nuevamente obtener postura. Pero Jimin estaba enojado, no le dejaría descansar.

Tomó de ambas piernas al pelidorado para poder acomodárlas por encima de sus hombros, al mismo tiempo de tomar su propia polla y dirigirla a la entrada de Jungkook. Jimin se sustuvo de las rodillas de Jungkook, entrando de un sólo acto en la entrada del pelidorado, su éxtasis aumentó cuando su polla era abrazada por las paredes de Jungkook.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora