『↺Capitulo 18』

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“Lo mejor de tus errores, es cuando los aceptas y te arrepientes

Taehyung divagó un largo rato en aquel balcón de la habitación del hotel. El viento chocaba levemente con su cicatrizada piel. Los ojos completamente cerrados mientras que el cigarrillo entre sus dedos aún seguían prendido pero a un paso de acabarse.

Taehyung se decidió a dar una última calada para tirar finalmente el cigarrillo hacia la nada, inmediatamente sacando su recién comprado celular para buscar entre sus contactos los cuales, sólo era Soulm, su segundo padre.

Necesitaba mercancía, armas que le fuesen útiles en lo que tenía pensado hacer. Dinero no le faltaba en estos momentos, el viejo oficial Jeon le había dejado cierto dinero que claramente le ayudaría, y eso sin contar con lo que Soulm le había regalado. Para TaeHyung, todo estaba siendo parte del destino.

Las cosas se le facilitaban y eso sólo podía significar que la venganza ya estaba hecha. Marcó al número de Soulm, quien rápidamente a los dos tonos contestó.

— Tae.

— Viejo, ya he llegado — pegó emocionado el móvil a su oreja, mirando al cielo tal y como un niño después de haber recibido un caramelo, en su sonrisa se notaba —. Me hospedaré en un hotel varias semanas, depende cuánto me tome por saber dónde está Jimin.

— Al final de cuentas... lo quieres hacer, ¿no es así? — Sí — respondió seguro, dando un profundo suspiro —, los años que pasé en la cárcel sólo pude tener esa ira y ese deseo en mi cabeza.

— Si esa es tu decisión, te apoyo — el hombre tosió al otro lado de la llamada, revolviendo el estómago de TaeHyung — En fin, te conozco, para qué me llamaste.

— Quisiera... bueno — sonrió levemente, llevando una mano a su nunca para rascar la zona —. Soulm, viejo, tú siempre conociste a gente de todos países, ¿crees que pudieses ayudarme con conseguir un lugar dónde comprar lo que necesito? creo que no es necesario que te diga qué tipo de cosas necesito.

— Entiendo — soltó una pequeña risa el hombre. Su voz rasposa y gruesa en todo momento dándose — ¿Tienes dónde anotar? te daré el número de un viejo amigo, sólo que él no habla Coreano, debes buscar la forma dedecirle y sabes que no puedes buscar a cualquier persona.

— El Traductor me ayudará — restó importancia, tomando con su mano izquierda el móvil mientras que con la otra una pluma— Díctame el número.

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Soulm colgó la llamada por fin, dejando el teléfono encima de la cama, estirando los brazos mientras bajaba de la misma, colocándose sus sandalias al mismo tiempo que su bata, destino a ir por un café en el primer piso.

Al pasar por el pasillo pudo notar que Hoseok no se encontraba, acto que provocó que su ceño se frunciera y bajara escalón por escalón, buscando con la mirada a su hijo, incluso gritando sin tanta fuerza su nombre.

Pero entonces al bajar supo que había salido, pues una nota sobre la mesita de la sala frente a la chimenea se veía el papel. Estaba bien, no era la primera vez que lo hacía y su corazón latió con más tranquilidad. Pero entonces cuando estuvo punto de servirse el café, pudo divisar fuera de la ventana las inigualables luces; rojas y azules.

Era la policía. Lo sabía. Rápidamente dejó el café y se dirigió a la zona de la sala, buscando el papel que su hijo Hoseok le había dejado para arrojarlo al fuego, quemándose en un dos por tres. Y la puerta fue tocada. Al abrir, ahí estaba. La pesadilla que muy pocos solían conocer.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora