『↺Capitulo 9』

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─Así que... ¿Jimin?─Repitió Hong, asintiendo levemente la cabeza para sí mismo.

Aquella mañana Taehyung le había contado la charla con su viejo amigo, obviamente no le dijo quién era ese amigo. Sin embargo, no era mucha información. Necesitaban saber más acerca del tema.

─¿Y entonces?─Arqueó una ceja Taehyung, recargando  las palmas de sus manos en el escritorio de Hong.

─Pues... no lo sé─Bufó fastidiado─Mi última opción eras tú, en estos momentos no tengo más altern...

─¿Última?─Interrumpió el castaño mientras fruncía el ceño─¿Cuáles fueron sus primeras opciones?

─Pues, la primera fue investigar en las cosas de mi hijo Jungkook. En nada de sus papeles o libretas habían cosas respecto al tema. La segunda fue ir a investigar con su mejor amigo, pero solamente dijo que no sabía nada, que incluso él también le extrañaba. Y lala última fuiste tú.

─Llévenme con ese chico.

─¿Su mejor amigo?

─Sí ─Asintió, retrocediendo para dirigirse a la puerta ─¿Qué? ¿Qué esperas? Hong quedó iluso y desconcertado. Ir nuevamente a la casa de aquel chico se le hacía realmente absurdo. Pero se trataba de Taehyung, podía confiar en él.

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Aquella mañana Jimin se encontraba en la cocina haciendo el desayuno mientras que, Jungkook limpiaba la mesa con una sonrisa.

La noche anterior había sido estupenda y magnífica, adoraba tener ese tipo de experiencias con su amado.
Todo el desayuno fue delicioso, siempre habían temas de qué hablar. Ambos se hundían en risas y sonrisas por las pláticas tan graciosas que Jimin decía pero, el pelirubio tenía que ir a trabajar, era ley de todos los días a excepción de los fines de semana.

─De acuerdo, me tengo que ir ─Limpió con una servilleta su mentón, la barba postiza de crema que se había hecho para Jungkook había llegado a su fin.

Jungkook seguía riendo como un niño, azotaba débilmente las manos sobre la mesa, tratando de calmarse pero le era realmente imposible. Su risa tan bella le hacía latir el corazón al pelirubio, rogaba porque nunca se fuera.

─Sí...─Respondió una vez que controló la risa─Que te vaya bien, Jimin, ¡suerte!

Jimin asintió con una sonrisa para acercarse al pelidorado y plantar un dulce beso sobre sus labios, abriendo rápidamente de su labio para besarle deseoso y con pasión.

─Delicioso beso─Comentó el pelirubio, mirando los oscuros ojos de su pareja─Te amo, por favor, procura no salir, ¿Ok? Vuelvo más tarde.

─También te amo. Tranquilo, estaré bien.

Jimin sonrió para finalmente levantarse y tomar sus pertenencias, saliendo rápidamente debido a que ya era un poco tarde. Cuando salió de la casa comenzó la adrenalina. Caminó por las neblinosas calles hasta llegar a una parada, un tanto lejos de su casa. Se suponía que debía tomar un transporte para ira su trabajo pero no.

Jimin ya no tenía trabajo. O por lo menos,ya no iría para así ya no tenerlo. Sacó su teléfono para realizar una llamada, observando a su alrededor de que nadie estuviese para poder teclear el número. Y no era el teléfono donde tuvo que comprar para fingir ser Yeoul, no, era el teléfono donde resguardaba todos los teléfonos de colegas y viejos amigos que le pudiesen ayudar.

Marcando a Kwon JiYong.

Éste hombre era un as para conseguir cualquier clase de información, muy pocos le conocían y por supuesto que los que llegaban a tener su número eran las personas más afortunadas del jodido mundo. Y Jimin era uno de ellos.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora