Eran aproximadamente las nueve de la noche cuando Jimin por fin regresó a casa después de desperdiciar su día en cosas realmente inútiles y aburridas.
No tener trabajo y tener que fingir tenerlo no era agradable, y no lo era sabiendo que Jungkook podían enterarse de cualquier clase de suceso sospechoso.
Al entrar por la puerta de su casa, Jungkook se encontraba en el sofá sentado con un agradable pantalón de mezclilla negro, quienes apretaban gustosamente de sus muslos, acompañado de una floja sudadera blanca la cual, le pertenecía al pelirubio. Se encontraba leyendo plácidamente un libro, sin siquiera moverse cuando notó la presencia de su pareja.
—Buenas noches, Jungkook —Saludó por fin el pelirubio, adentrándose a la sala para colocarse de cuclillas en busca de besar a su pareja.
—Hola, Jimin—Dejó el libro a un lado, mirando a su pareja para nuevamente regresar a su posición —Primero revisa que no huelas a mujer porque esta vez me enfureceré.
—Jungkook, por favor —Suspiró hondamente, recargando la frente en las rodillas del pelirrubio —¿Cuántas veces debo decirte que fue una compañera de trabajo?
—Y entonces Ximena entró a la cueva en busca de aquel mágico portal que sería la entrada perfecta para...
—¡Jungkook deja de ignorarme! —Exclamó el pelirubio, frunciendo en ceño enojado.
El mencionado bajó nuevamente el libro, suspirando profundamente para poner toda la atención a su pareja.
—¿Qué, Jimin? Te escucho.
—¡No lo parece! ¡Por favor deja de tratarme así! ¡Ya te dije que la chica tomó mi mano para darme unos paquetes y seguramente allí fue cuando su esencia se me impregnó! ¡Llevas cuatro días sin dirigirme la palabra!
—Uhm —Elevó una ceja fingiendo asombro, pasando una mano por su dorada cabellera, en todo momento mirando el rostro del pelirubio.
—Mierda, Jungkook —Bufó enojado —Nunca en mi vida me había comportado de esta forma tan ridícula, de tratar de rogar, de buscar, ¿por qué no lo tomas un poco más en cuenta?
—Sí, lo sé muy bien...
—Perdóname, ¿sí? Debo tener más cuidado con éste tipo se situaciones, prometo que seré más precavido.
Jungkook también le extrañaba a gritos.
No podía negarlo. Tener que alejarse de él por cuatro simples días era la vil tortura, claro que no le agradaba aquello pero si era sincero consigo mismo le había enfurecido la idea de saber que una chica había tocado a su hombre. Le calentaba la sangre en todos los sentidos.
Sin responder, Jungkook se inclinó un poco sólo para recargar la frente sobre la de su chico, cerrando los ojos cuando lel calor nuevamente de sus cuerpos volvía a unirse plácidamente. Extrañaban aquella sensación, mentirían si dijeran que no.
—¿Es un sí? —Jimin volvió a preguntar, mirando los ojos de Jungkook en la corta distancia que los separaban.
El pelidorado asintió con simpleza, encunando el rostro del pelirubio para besar tiernamentede sus labios, enrollándose en ellos cómodamente hasta casi dejarse caer en su cuerpo. Y Jimin estaba a punto de dejarse llevar. La lengua de Jungkook se adentraba sin permiso en la comisura de sus boca para enrollar pecadoramente su legua, disfrutando el dulce sabor de su pareja, quien le estaba prendiendo inconscientemente hasta que Jimin por fin reaccionó, separándose lentamente de él.
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EL SICARIO² •〖JIKOOK〗
Fanfiction➤SEGUNDA TEMPORADA DE: 『"EL SICARIO』 [Es necesario que leas la PRIMERA PARTE para entenderle.] ═════════════════ Porque nuestro pasado puede estar lleno de secretos dolorosos e inesperables. Que en un presente dañan y destruyen lo más valioso que p...