『↺Capitulo 23』

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DOS DÍAS ANTES...

En aquella obvia oscura madrugada el frío se desataba más fuerte de lo normal. Los vidrios del auto se encontraban totalmente empañados por dentro que era muy difícil visualizar el camino, y más aún cuando la dirección que le había mandado Jimin era totalmente escondida.

Era un lugar poco poblado e incluso pensaban que se habían perdido. En los alrededores se daban ramas secas y un lejano panorama hacia las nubes negras de aquella noche. Jin temía a ser perseguidos, aunque gracias al accidente que se le había dado al señor Jeon, era prácticamente imposible que sólo por esa madrugada les buscaran. Era por eso que debían buscar lo más rápido posible algún refugio.

Jin... — Lisa habló frustrada. Las dos horas de camino ya eran jodidamente agotadoras —. Creo que nos hemos perdido. No hay nada, absolutamente nada.

— Seamos pacientes — dijo Hoseok, tomando el teléfono de las manos de Lisa, mirando la pantalla —, según el mapa y donde nos dirigió google, por aquí es el camino. A pesar de que la señal ha caído, logró traernos hasta aquí.

— Sí, sigamos... — habló tranquilamente Jin, aunque a pesar de eso, gotas de sudor resbalaban por su frente. Fue luego que después de tanto camino en, literalmente desierto, notaran a lo lejos y con mucha dificultad una enorme sombra en forma de mansión, primordialmente una puerta grande a la entrada fue lo que se dio. Hoseok miró el teléfono móvil, notando que la señal regresaba.

— ¿Será...? — Hoseok tragó duro, desviando la mirada afuera de la ventana —. El camino ya comienza a verse más vivo.

Jin tragó saliva a pesar de que se encontraba totalmente seca, colocando la siguiente velocidad para llegar rápido. El auto tambaleóun poco hasta que por fin estuvieron en sueloplano, donde directamente un camino les llevaba a la entrada, la cual poco a poco se aproximaba. Jin tenía miedo.

No sabía a qué clase de persona o personas Jimin los había enviado. Gracias a las luces delanteras del auto, pudo notar que al frente dos hombres fueron abriendo la enorme  puerta de metal en dos, permitiendo directamente la entrada al auto, donde Jin bajó la velocidad cuando notó que en sus manos desocupadas un enorme rifle portaban.

— Carajo — murmuró Hoseok con miedo, bajando la mirada.

Los dos altos guardias le miraron en todo momento, sin apartar la vista hasta que por fin adentro estuvieron. Una vez las puertas a sus espaldas se cerraron, Jin apagó el motor temeroso. Cerrando los ojos y temblando ante el feroz frío o probablemente miedo.

Los dos hombres quedaron afuera del portón, pero ahora tres sujetos de traje negro se acercaban al auto; uno de ellos colocándose al frente del auto, otro al lado del copiloto y el último al lado de Jin.

— Obedezcan a todo hasta que... veamos al tal NamJoon — musitó bajo Jin, abriendo la puerta de su lado para que, con ambas manosal aire bajara. Al igual que Hoseok y en la parte de atrás; Lisa.

— Nombres — la voz dura y demandante de uno de ellos salió, Jin casi se orina en los pantalones.

S-seokJin... Hoseok... y Lisa, Jimin... eh, el sicario Jimin nos ha mandado con el señor N-namJoon — era inevitable que su voz no temblara ante los altos y armados hombres a sus lados, y más aún cuando les miraban penetrantes.

— ¿Por qué les acorralan así?

Una voz dura, algo rasposa resonó en aquel oscuro patio. Jin podía adivinar que se encontraban sobre pasto debido al delicioso aroma a recién cortado. Ante aquello, Jin volteó sobre sus hombros, notando que en la entrada de aquella enorme y fantástica mansión, salía un hombre de cabello oscuro, asus lados tres hombres más le acompañaban.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora