『↺Epilogo』

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El viaje había sido extremadamente largo además de agotador.

Para TaeHyung no era fácil volver a pisar Corea, y menos cuando medio país seguía en busca de Hong Jeon, el cual probablemente jamás encontrarían. Hong buscaba a su hijo a escondidas de todos los oficiales, solamente sus diez aliados eran los únicos que sabían de todos sus planes, pero ahora ellos de igual forma se encontraban muertos.

JiMin le había mencionado que Hoseok y los demás se encontraban en casa del señor NamJoon, al principio no le creyó debido a que conocía a la perfección aquel cascarrabias sin corazón, pero supuso que le debía algo y por ello había accedido.

La muerte de Song vagaba duramente y en todo momento en su cabeza. Se sentía culpable, porque al final de todo Jeon le había asesinado en su búsqueda, por haberse escapado sin avisarle, y juraba por Dios que deseaba volverlo a la vida para arrancarle cada parte de su cuerpo.

Soulm había sido su verdadero padre, fue el único que le arrojó y arropó cuando más lo necesitó. Le dio cariño y amor que todo hijo debía merecer, Soulm había sido su héroe, así que entendía a la perfección la rabia de Hoseok, y por ello debía hablarlo con él.

También, JiMin le había dicho que le avisaría a NamJoon de todo lo sucedido, para que así le esperara en su mansión sin la necesidad de que le amenazaran en muerte. Y así fue, al llegar, los guardias al reconocerle le dieron la entrada, donde agradeció cortésmente y se instaló a la mansión.

NamJoon se encontraba en el marco fe la puerta, a su lado estaba Jin mientras que del otro lado Lisa. Con el pasar de los días se había dado un bonito enlace, aunque era obvio que nadie sabía lo que ambos eran, que ahora eran, porque ya no eran simplemente compañeros en la cama, se daba... algo más.

─TaeHyung...─NamJoon le recibió duro, serio, analizándole de pies a cabeza para seguir ─. Le conté a todos lo que JiMin me dijo, Hoseok te espera ─ le indicó con el mentón hacia dentro de la mansión.

Tae, a pesar de seguir incómodo por absolutamente todo, caminó; lento, temeroso, temblando cuando sintió la mirada de Jin y Lisa en furia.

─ Prometo comprarte un celular─ murmuró TaeHyung al pelinegro, sin necesidad de mirarle para seguir con su camino. Sólo pudo escuchar un chasquido por parte del mismo.

Al entrar finalmente a la sala, Hoseok se encontraba con un vaso de agua bebiendo. Tae pudo notar que temblaba, y en cierta parte entendía el porqué, pues a pesar de los días, seguía mal por lo de Soulm, ¿y quién no lo estaría teniendo a un padre como él? Se acercó lentamente, colocándose a su lado para que el pelirrojo notara su presencia, quien al hacerlo resaltó los ojos, mirándole fijamente al rostro. TaeHyung le sonrió con nervios, notando que Hoseok dejaba el vaso de agua en la mesita de la sala, aclarando la garganta para pararse frente al castaño.

─ Hola─ murmuró Hoseok, lamiendo sus labios inconscientemente para continuar ─. Le dije a NamJoon que quería hablar contigo...

─ Me alegra eso, porque también quiero hablar contigo─ admitió TaeHyung, acercándose un poco más, ambos quedando más cerca ─. Lamento...

─ No, perdóname a mí ─le interrumpió, negando con la cabeza para después bajarla ─, sé que no tuviste nada que ver con la muerte de mi papá, JiMin nos dijo todo─ soltó, pasando una mano por su cabellera rojiza, retirando mechones de pelo de su rostro ─, y perdón, de verdad perdón por juzgarte, papá te quería mucho y...─ sus ojos se humedecieron nuevamente, comenzando a sorber su nariz, las lágrimas presenciándose.

Pero entonces TaeHyung le atrajo, le atrajo a su cuerpo para estremecerlo en un sincero y caluroso abrazo, un abrazo donde ambos se sumergieron en un mar de lágrimas, de sollozos, de jadeos y la burbuja con el nombre de tristeza les encerraba, Hoseok se aferró fuertemente a aquella espalda ancha y musculosa, enterrando sus uñas mientras se acurrucaba en su cuello.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora