『↺Capitulo 7』

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—Bonsoir Monsieur et merci (Buenas noches señor, y gracias).

Jimin tomó nuevamente la mano de Jungkook para caminar a su lado por las bellas calles de Francia, acababan de comprar unas deliciosas pizzas de pepperoni inigualables. Una de las comidas más deliciosas que habían en aquel País.

—Cada vez manejas mejor el Francés —Halagó Jungkook, sonriéndole tiernamente con sus bellos ojos oscuros.

—En el trabajo aprendo mucho —Comenzó a hablar —Mi jefe sabe hablar muchos idiomas, y en uno de esos es el Coreano, así que me es fácil aprender mientras él me va enseñando.

—¡Oh! Qué genial, yo también ya quiero trabajar
Confesó, dándole una mordida a supizza.

—No —Negó Jimin con el ceño fruncido —Aquí te trataré como Rey. Así que tú no trabajarás.

Jungkook frunció el ceño con la comida aún en la boca, tragando rudamente dispuesto a reclamarle pero Jimin nuevamente introdujo un pedazo a su boca.

—Eso mi amor, come, come.

—¡Jimngmio nmk!

—Esto me recuerda a la vez que salimos por primera vez —Sonrió, apretando una mejilla llena de su pareja —Me invitaste al campamento de la escuela y no te entendía nada porque tenías la boca llena de comida.

Jungkook tragó nuevamente, asintiendo con la cabeza acompañada de una sonrisa.

—Lo recuerdo muy bien. Aquel día Jackson me golpeó pero tú me defendiste —Le recordó, ambos volviendo a caminar entre las calles. Iban camino a lo más cerca de la torre de París.

Ya era de noche y sus cuerpos eran cubiertos por grandes abrigos de marca recién comprados. Su estilo de vida estaba excelente, tenían buena casa y elegantes muebles, además de dinero de sobra y todo salía altamente a la perfección. Estaban felices, se hacían notar en cada fuerte latido del pecho de ambos.

—Si en estos momentos, Jackson te golpeara ten por seguro que estaría muerto.

—Sí, lo sé —Sonrió nuevamente, sus mejillas se coloraban cada vez más fuerte. Las ilusas palabras del pelirubio eran rudas pero para Jungkook siempre serían tiernas.

—En aquel entonces aún no me gustabas pero, de alguna u otra forma me calentó la sangre al ver cómo te golpeaba.

—A mí ya...—Confesó Jungkook, ganándose la asombrada mirada de Jimin —Oh, vamos,no me mires así. Me gustaste desde que Hoseok nos presentó.

Increíble —Besó de su frente, sonriéndole con una agonía inmensa

—Te amo, Jungkook.

—También te amo, mi hermoso bebé.

—Joder, no. No me digas bebé.

—¿pero si eres mi bebé?

—Cambiemos de tema, ¿No crees?

Ambos rieron al unísono soltándose de las manos para poder comer a gusto su pizza que estaban a punto de terminar. Estaban a nada de llegar a la torre. Era la primera vez que salían a las calles de aquel bello País. Siempre era estar en la casa encerrados pero no, aquel día se habían decidido salir como la pareja que eran. Disfrutarían al máximo aquella noche.

—Oye Jimin... —De la nada, Jungkook volvió ahablar.

—Dime.

—¿Te puedo preguntar algo? Espero no te incomode.

EL SICARIO² •〖JIKOOK〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora